▲ Capítulo 21: Final ▲

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Estaba bastante asustado. Había pasado casi una semana desde la visita del señor Williams y su cuerpo llevaba horas sintiéndose extraño. Similar a las sensaciones pasadas en los laboratorios, cuando experimentaban el tiempo que podía estar sin recibir la dosis semanal del suero que elaboraban para él. Lawliet le había prometido que Williams llegaría dentro de un par de horas, y si embargo, Light decidió encerrarse en el dormitorio sintiendo que podría cometer un grave error si se descontrolaba frente a Mello y Near. No quería hacerles daño, pero por desgracia, sus propios instintos lo conducían a hacer algo de lo que arrepentirse.

Además, eso no era todo. Lawliet y los chicos habían cambiado su comportamiento frente a él. No le resultaba raro viniendo del detective, pues siempre lo colmaba de amor y cariño cuando lo necesitaba. Pero de Mello era mucho más extraño, pues el rubio no solía ser una persona cariñosa en exceso, por lo que tenerlo ofreciéndole chocolate y dándole sorpresivos abrazos en los pasillos era muy curioso. Aún recuerda la mañana en la que Mello, nervioso, intentó sonreír de forma amistosa para abrazarlo, fracasando en su intento al tropezarse con sus propios pies, maldecir al diablo y luego palmearle la espalda antes de abandonar la habitación. Near tampoco se quedaba muy atrás, pues las muestras de afecto del albino eran mucho más graciosas.

Tuvo que llevarse la mano al pecho, apretando con los dedos y cerrando los ojos con fuerza. Algo se removía en su interior, podía sentir como parecía enredarse en sus venas, arañar la carne desde dentro como si estuviese molesto de forma constante. Los shinigamis  se aparecían a menudo, más no se burlaban ni hacían comentarios que lo atemorizaban. Esta vez, parecía que ellos también estaban nerviosos.

―¿Light? ¿Estás ahí?

Lawliet, tras la puerta del dormitorio, esperó paciente a que el chico le diese paso al interior. Cuando sus miradas se cruzaron ambos sonrieron. Light quiso pedirle que se marchase, pues tenía miedo a que sus instintos se descontrolasen, pero el detective lo miraba con tanta dulzura que lo único que pudo hacer fue abrazarlo cuando estuvo frente a él.

―¿No tienes hambre? ― preguntó Lawliet, a la vez que le acariciaba el cabello con suavidad. Light había apoyado la frente contra su vientre ―. ¿Qué ocurre?

―No me encuentro bien. Necesito el suero experimental o yo... Creo que podía descontrolarme.

El detective se vio incapaz de confesar la decisión que había tomado días atrás. Era mejor si la mente de Light no tenía mucho tiempo para procesar la información.

―Williams llegará enseguida ― dijo, sentándose a su lado en la cama. Besó su mejilla, su cuello y parte de la barbilla.

―¿Por qué estáis tan pendientes de mí? ― preguntó, con un susurro débil y sintiéndose culpable por cuestionar si se merecía tanto cariño.

―Porque te queremos, Light. Eres importante en nuestra vida, ¿entiendes? La situación es complicada y yo no...

No tuvo tiempo para más cuando Light lo abrazó con fuerza, sollozando contra su hombro.

―Duele tanto, Lawliet. Esta sensación de querer hacer daño, de que lo que vive dentro de mí no va a desaparecer nunca ― siseó, afianzando el agarre en la espalda del detective. Tanto, que no fue consciente del pequeño gruñido por parte de Lawliet ―. ¿Y si es así siempre? ¿Y si me convierto en un auténtico monstruo? A lo mejor es la solución... ― susurró, con un tono de voz frío y afilado.

Lawliet apretó la mandíbula, el escozor y la humedad en su espalda le indicaron que Light estaba hiriéndolo. Lejos de apartarse, se aferró más y terminó tumbándolo sobre la cama, extendiéndole las manos hacia arriba. Sus ojos se desviaron unos segundos hacia las mismas, viendo como los dedos habían comenzado a convertirse en las ya más que familiares garras que solía adoptar cuando eso  se adueñaba de él.

Sujeto Nº 24Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang