▲ Capítulo 7 ▲

1.6K 194 242
                                    


―No sé si es buena idea. De verdad.

Watari tuvo que volver a suspirar por enésima vez aquel día. Se dio la vuelta para sujetar por los hombros al mejor detective del mundo, mirándolo con confianza.

―Señorito Elle. Mello y Near irán al centro comercial con Light a pasar una tarde divertida, entre amigos. No va a ocurrir absolutamente nada. Mantenga la calma.

―Pero es que Light es... ― se calló, inmediatamente. Pensó mientras se mordía el labio, sin poder dejar de mirar como en el dormitorio de al lado Mello le ponía camisetas a Light una sobre otra probando cual le quedaba mejor para salir con ellos ―. Es especial, Watari. No quiero que le pase nada a ninguno.

―Enviaremos un par de hombres de confianza para que los vigilen. Si se queda más tranquilo así.

―Si. Por favor.

El viejo asintió con una sonrisa, acariciando fugazmente el cabello del detective. Lo dejó a solas en el pasillo mientras él se encargaba de avisar a los de seguridad y preparaba todo para la llegada de Matt, prevista esa misma tarde.

Lawliet se adentró en el dormitorio, apoyándose contra la pared de brazos cruzados. No pudo evitar sonreír al ver como Near leía un libro mientras Mello se movía de un lado a otro, eligiendo la ropa para Light.

―Matt llegará dentro de un par de horas.

―¡Genial! ―Mello sonrió, alisando la camiseta color azul que había escogido para Light ―. Ya estás listo.

Light sonrió, mirándose al espejo y peinándose con los dedos el cabello. A través de su reflejo pudo ver los ojos del detective clavados en él, sin apartar un ápice sus pupilas oscuras. Se sintió protegido, como siempre que Lawliet le miraba.

―Deberíamos irnos ya ― Near dejó el libro a un lado, poniéndose en pie y calzándose las zapatillas para salir del dormitorio tras despedirse de Lawliet.

Mello lo imitó, saliendo de allí con Light caminando a sus espaldas. Se quedó quieto para observar a Lawliet y sorpresivamente se inclinó, besándole la mejilla. Lawliet no pudo evitar abrazarle contra él unos segundos.

―Si te agobias solo tienes que avisarme. Iremos a por vosotros lo más pronto posible.

―Está bien ―dijo, con aquella voz suave y tranquila.

Se despidió de Lawliet con la mano, caminando algo más deprisa para alcanzar a Mello, ajeno a la preocupación que dejaba en el detective por su marcha.

No podía evitarlo. Se había acostumbrado demasiado a tener a Light cerca de ellos, seguro y sin ningún peligro a su alrededor. Incluso aunque ninguno de los dos pidió permiso, habían terminado durmiendo juntos desde aquella noche tormentosa. Light se colaba en su dormitorio, metiéndose bajo las sábanas y abrazándose a Lawliet hasta acurrucarse contra él. Sintiéndose seguro junto al detective.

Lawliet, por supuesto, no iba a quejarse. A pesar de que su conciencia a veces le jugaba malas pasadas. No sabía si era adecuado tener una relación tan estrecha con Light, sobre todo tras lo mucho que había sufrido. ¿Y si él le hacía daño sentimentalmente? No podría soportar que sufriese por su culpa. Pero se veía incapaz de alejarlo. Light se estaba metiendo en su vida como un pequeño bálsamo reparador que parecía convertir cada día en algo bastante especial. No se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba algo así hasta que llegó aquel japonés extraño, rodeado de misterio.


▲▲▲▲


Sujeto Nº 24Where stories live. Discover now