▲ Capítulo 15 ▲

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Elle se relamió los labios, mientras sus ojos vagaban por el techo de aquella habitación de hospital donde aún estaba ingresado. Sabía que si se levantaba y se iba, ningún médico diría nada. Pero la policía no pensaba lo mismo. Jamás se había sentido tan acorralado por aquellos hombres que de algún modo compartían su forma de ver el mundo.

―Hemos impedido el paso a la zona, L. Lo sentimos, pero nos hemos visto obligados a inspeccionar la mansión. ¿Qué clase de investigaciones estaba haciendo a nuestras espaldas, detective? ― dijo aquel policía, sentado en una silla frente a la cama de Lawliet. Llevaba quince minutos de preguntas sin respuesta.

―¿A sus espaldas? Hace tiempo que yo no trabajo con la policía. Ustedes me echaron cuando quise ahondar más en algunos casos especiales.

―¡Algunos casos! ¿Se está escuchando? Gracias a usted hemos podido cerrar investigaciones que de otra manera habría sido imposible de hacer.

―¿Se está escuchando ahora usted? Por eso mismo les pediría por favor que dejasen de investigar mi hogar ― dijo, tragando saliva. ¿Su hogar? ¿Y que quedaba ya de su hogar? Watari había muerto, Light había desaparecido y sus pupilos estaban asustados, en la sala de espera de aquel hospital sin querer moverse de allí ―. Hagan su trabajo y encierren a Beyond Birthday. Eso es lo que tienen que hacer.

―Hablamos con su médico. Beyond Birthday está en cuidados intensivos, demasiado grave como para escapar o hacer algo que pueda poner en peligro la seguridad de los que lo rodean. Hemos investigado y ese chico no ha dejado señales ni pistas de los tratos sucios en los que estaba inmiscuido.

Claro. No por nada era uno de los niños más inteligentes que Lawliet había conocido.

―Mire, ustedes me conocen. Les he salvado el maldito pellejo en más de una ocasión. Un día me dijeron que me debían sus malditas vidas; pues es hora de recordárselo, ¿no cree? ― se sentó en la cama, agarrando al policía de la solapa del cuello del uniforme ―. Deje mi hogar en paz. Dejen de hacerle preguntas a mis chicos y olviden lo que vieron ahí arriba ― siseó, pensando en Light ―. No es de su incumbencia. No lo es cuando el propio gobierno hace la vista gorda y decide ignorar lo que ocurre de forma interna. Han estado experimentando con humanos y a nadie parece importarle.

―¡Humanos! ¿Sabe lo que está diciendo? Se está exponiendo a un grave problema si sigue en sus trece. Creo que ha perdido la cabeza, detective. Quizás tantos años investigando causas perdidas haya hecho que algo dentro de usted no funcione como debería ― se puso en pie, haciendo un gesto de cortesía con la cabeza ―. Debo regresar al cuartel. Matsuda y los que se mantienen fieles a usted están siendo interrogados en este momento. Rece porque nada extraño salga a la luz, o mejor dicho... ― antes de irse, se giró para mirar de nuevo a Lawliet ―. Rece porque eso que vimos en el cielo no regrese jamás.

Apretó las sábanas de la cama entre los dedos, rechinando los dientes cuando aquel estúpido policía abandonó la habitación. Se dejó caer, respirando agitado y queriendo arrancarse el tubo que lo conectaba a la estúpida máquina que controlaba sus pulsaciones. Esperaba que Mello y Near tuviesen a buen recaudo los archivos sobre Kai, porque iba a necesitarlos en cuanto saliese del hospital. Ahora que contaban con tan valiosa información, no iba a cesar con las investigaciones.


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Con miedo, se sujetó del bordillo de la ventana circular para mirar hacia el jardín exterior. Aquellos policías iban de un lado a otro, investigando y entrando de vez en cuando en la mansión como si fuese algo suyo, como si acaso aquel hogar les perteneciese. Se encorvó hacia delante, apretando los dientes y cerrando con fuerza los ojos cuando una de sus alas intentó amoldarse al pequeño ático donde se encontraba. Era imposible albergarlas ahí dentro con libertad.

Sujeto Nº 24Where stories live. Discover now