Capítulo 6- Hola

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Al bajar de la camioneta, JungKook sintió como si después de un largo viaje por fin pudiese estirar sus músculos.
Se sentía libre, sin el enorme peso que llevaba cargando sobre sus hombros durante años y años, se sentía como una persona feliz.

Entre los 7 chicos comenzaron a bajar las cosas de JungKook de la camioneta y las acomodaron en la sala de TaeHyung.
Eran las 4:30 a.m y todos estaban cansados, así que se quedaron a dormir en la sala de TaeHyung, no fue planeado, todos cayeron dormidos en cuanto pudieron sentarse a descansar.

...

A la mañana siguiente, TaeHyung despertó con dolor de cuello, se había quedado dormido en una posición incómoda.
Miró a su lado y notó como sus amigos se encontraban aun profundamente dormidos, algunos en el suelo, como él, y otros en los sillones.
No pudo evitar fijar su vista en el más pequeño, se veía tierno, frágil e inocente cuando dormía, de sólo verlo a Tae le daban ganas de protegerlo.

Escuchó un ruido en la cocina, seguramente era Jin hyung que, como siempre, se preocupaba de alimentarlos.

El pequeño tendría que buscar un trabajo, no porque el castaño no quisiese pagar sus cosas, si no porque no podía, su sueldo apenas le daba para sobrevivir estando él solo.

Poco a poco, los chicos fueron despertándose, siendo YoonGi el último. Era un perezoso en piel de humano.

—Vengan a desayunar. — gritó Jin desde la barra de la cocina.

Los 6 adolescentes se acercaron a la barra caminando como zombies y tallándose los ojos con las manos.

—Buenos días amor. — dijo NamJoon dándole un pequeño beso en los labios a Jin.

TaeHyung observó cómo las mejillas del menor se teñían de rojo, ¿En qué estaba pensando?

Todos agradecieron por la comida al rubio y desayunaron juntos entre risas y golpes cariñosos.

El pequeño había logrado adaptarse bien a sus hyungs, incluso hacía bromas en algunas ocasiones.

Al acabar de desayunar, comenzaron a planear que excusa podrían poner para justificar su falta en la universidad.
Podían simplemente no dar una justificación, eso era lo más fácil, pero no querían correr el riesgo de que les bajaran la calificación.

—¿Y si decimos la verdad a medias? — propuso HoSeok

—¿Qué diríamos? — cuestionó YoonGi.

—Que ayudamos a JungKook a mudarse y terminamos hasta muy tarde. — contestó el de cabello naranja.

—¿Sí les justifican la falta con esa excusa? — preguntó JiMin.

—No lo sé, pero así al menos no nos estarán jodiendo. — todos estuvieron de acuerdo.

—No quiero ser aguafiestas, pero... Jungkook, ¿Crees que haya una posibilidad de que tu padrastro te busque en tu escuela? — preguntó Jin al niño.

JungKook sintió náuseas, había estado tan sumido en su felicidad que no había tomado en cuenta ese pequeño (Gran) problema.

—Uh... Yo... Creo que es posible. — dijo con un temblor en la voz.

—Mierda. — maldijo NamJoon.

—Ya nos encargaremos de eso si llega a pasar, ahora no podemos hacer nada, tranquilo JungKook, no dejaremos que te lleve ese obeso. — dijo con seguridad TaeHyung causando algunas risas, el niño se sintió un poco más tranquilo.

...

Cuando sus hyungs se fueron, después de algunas series, películas, comida y risas, TaeHyung y JungKook se quedaron solos a las 7 de la noche.

Hoy era el día de descanso de TaeHyung, así que ayudó al menor a buscar algún trabajo.

Era demasiado tímido como para mesero, eso no, muy pequeño como para trabajar en un bar, ¿Qué podía hacer?
La búsqueda de trabajo había sido un fracaso esa noche, pero Tae prometió que volverían a buscar mañana.

—Gracias por todo hyung. — dijo avergonzado el pequeño.

—De nada. — respondió el castaño revolviéndole el cabello.

Se quedaron en silencio por unos segundos, mirándose el uno al otro, hasta que Kookie tuvo que apartar su mirada, de haber seguido mirando al perfecto hombre que tenía frente a él (y que además ahora era su compañero de piso) hubiese sufrido un ataque al corazón.

—¿Quieres salir a caminar un rato? — propuso TaeHyung para romper el silencio.

—¿A éstas horas?

—Sí, siempre salgo a éstas horas.

—Mmm... Está bien.

Ambos chicos tomaron sudaderas y salieron.
En cuanto abrieron la puerta, el frío los golpeó en la cara. Era una noche fría y la mejor idea de TaeHyung era salir.

JungKook no podía creer lo... Especial que era Tae, era diferente a todos los demás, no en la mala manera, no, su rareza era única y perfecta, esa persona que podría hacer una pose o una cara graciosa en medio el silencio sólo para sacar algunas risas.
Era el tipo de persona que quería salir a las 8:30 p.m a caminar.
Se había enamorado de una rareza.

—¿Vamos a cenar? — Jungkook sólo asintió como respuesta.

Tenía poco dinero, pero aún podía permitirse una cena con el mayor.

Así que ambos chicos comenzaron a caminar el uno al lado del otro, rozando ocasionalmente sus manos.

Esos roces eran suficientes para que el corazón de JungKook quisiera salir disparado de su pecho.

Estaba malditamente enamorado de TaeHyung.

In the rain. (Vkook/Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora