Capítulo 42- Carta.

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Dentro de la pequeña caja, se encontraba un sobre de color rosa pastel y unos chocolates con lazos rojos atados a cada uno.
JungKook no pudo evitar fruncir el ceño mientras sacaba la carta, le dio la vuelta, buscando el nombre de quien la había enviado, al no encontrar nada, revisó también la caja sin éxito alguno.

––¿De quién es? –– escuchó preguntar a su hyung mientras sostenía el sobre en su mano derecha.

––No lo sé, no dice en ningún lado. –– respondió encogiéndose de hombros y alzando la vista, percatándose de que todas las miradas estaban puestas en él.

Kim TaeHyung lo veía con preocupación, hasta ese momento, lo había estado protegiendo de los mensajes y ya tenía un plan para protegerlo también de las notas, pero, ¿Quién le aseguraba que dentro de esa carta no se encontraban palabras que destruirían al menor más de lo que ya lo habían hecho sus compañeros de clase? No podía evitar estar preocupado acerca de lo que aquella caja contenía.
JungKook abrió el sobre con cuidado de no romperlo y sacó una hoja blanca del interior, estaba doblada a la perfección en 4.
Jeon comenzó a desdoblar el trozo de papel con la curiosidad reflejada en sus ojos.
Le hechó un vistazo rápidamente, TaeHyung apenas y fue capaz de leer unas cuantas palabras, porque el menor la volvió a cerrar de golpe, pintando una sonrisa falsa en su rostro.

––Es una declaración de amor. –– aseguró volviendo a guardar el papel en el sobre.

––¿De quién? –– preguntó su madre.

––Una chica de mi clase. –– respondió encogiéndose de hombros, restándole importancia, y fue así como Kim se dio cuenta de inmediato de que el menor estaba mintiendo.

¿Jeon JungKook despreciando de esa manera los sentimientos de alguien más? ¿Aquel chico sensible y amable que TaeHyung conocía? No, eso era prácticamente imposible.
El menor nunca haría eso, era incapaz de dañar a alguien por voluntad propia, Jeon siempre buscaría la manera de no causar dolor, y si eso no era posible, buscaría la manera de suavizar el golpe lo más que se pudiera.
El pelinegro no era el típico chico guapo con el ego por las nubes.

––Que dulce. –– dijo SunHee con ternura, sonriendo.

––¿Y te gusta ella? –– preguntó su madre con curiosidad.

Y fue entonces cuando la pareja se percató de un pequeño (gran) detalle... Nunca se habían presentado formalmente como novios frente a la familia Jeon, ante los ojos de ellos, JungKook y TaeHyung no eran más que compañeros de piso, nada más que amigos.
Kim se mordió el interior de la mejilla mientras veía como su pequeño tensaba la mandíbula, pensando en qué decir.

––La verdad es que no... No es lo que busco, no es mi tipo. –– el castaño tuvo que retener su risa, porque ninguna chica era "el tipo" de JungKook.

––¿Por qué? –– cuestionó SunHee con expresión desilucionada.

––Me gustan con el cabello mucho más corto. –– respondió con una sonrisa, incómodo.

––Piensa bien lo que le dirás, JungKook, no seas duro con ella, se lo más amable posible, ¿Okay? –– dijo YoungSoo moviendo sus manos para acentuar sus palabras y el menor se limitó a asentir.

Continuaron hablando durante otra media hora, acerca del embarazo de SunHee mayormente. Ésa bebé traería mucha felicidad al hogar de la familia Jeon, eso era algo que cualquiera podía notar.
TaeHyung también se mostraba emocionado, causándole ternura a los demás. Kim amaba a los niños pequeños, amaba hacerlos reír, amaba jugar con ellos, amaba ver sonrisas en aquellos rostros llenos de inocencia, ¿Por qué?, porque nadie lo había hecho con él cuando era pequeño.
Porque sabía lo que era estar en medio de un parque rodeado de gente y aún así sentirse mortalmente solo con tan solo 3 años.
Porque sabía lo que era ver a todos los demás niños sonreír sin ser capaz de hacerlo también a los 4 años.
Porque no había tenido la mejor infancia del mundo, y quería regalarle un poco de felicidad a los niños con los que podía hacerlo.

...

YoungSoo llevó a TaeHyung y a JungKook a su departamento en su coche a eso de las 10:30 p.m, despidiéndose de ellos desde la ventanilla con un gesto de la mano para después alejarse.
JungKook no pudo evitar pensar que la oscuridad se había tragado el coche de su hyung, o al menos así se había visto, debido a que el auto era color negro.
Subieron por el ascensor mientras conversaban.

––Había olvidado completamente que aún no se lo hemos dicho a tu familia, debemos decirles. –– dijo sin poder evitar reír el mayor.

––Yo también. –– rió por lo bajo el menor.

––Pensaba que tu familia sabía que eres gay. –– dijo TaeHyung, extrañado.

––YoungSoo sí, mi mamá y SunHee aún no. –– explicó el menor mientras salía del ascensor seguido por el castaño.

––¿Por qué? –– preguntó, curioso.

La impresión que él tenía de la familia Jeon era muy buena, se notaba que eran una familia unida y comprensiva, por lo que no entendía el motivo por el cual ni la madre de JungKook, SaeMin ni SunHee sabían acerca de la orientación sexual del menor, no se veían como el tipo de mujeres que eran homofóbicas, o que tuviesen ningún prejuicio en general.

––No lo sé, supongo que me da un poco de miedo... No son homofóbicas ni nada por el estilo, al menos nunca han hecho un comentario de ese tipo, pero... Es diferente hablar de cosas que ves desde afuera a realmente vivirlo, ¿Sabes? –– dijo el menor mientras abría la puerta del departamento.

––Supongo, pero estará bien, no creo que se enojen o algo así conejito.

Ambos entraron a su hogar mientras continuaban hablando.
Jeon aún llevaba la caja entre sus manos, Kim se mordió el interior de la mejilla mientras la contemplaba.

––Supongo. –– respondió con una sonrisa el menor.

––¿Puedo preguntarte algo? –– Ambos se sentaron en el sofá.

––Claro. –– respondió JungKook, acomodándose para poder ver de frente a su novio.

––¿Qué decía la carta? –– el pelinegro tensó su agarre sobre la caja por unos segundos antes de relajarlo y soltar un suspiro.

––Aún no la leo. –– murmuró abriendo el paquete y sacando aquel sobre rosa de nuevo.
El castaño esperó pacientemente mientras el pelinegro la leía, y a pesar de la seriedad de la situación, no pudo evitar pensar que aquel niño se veía terriblemte tierno al leer.
Kim tomó la carta cuando el pelinegro se la tendió y no demoró en alisarla para leer lo que contenía.

Hola.

No te diré mi nombre hoy, no sé si te lo diré algún día, no es realmente necesario que lo sepas, ¿Sabes?, yo no soy la parte importante de ésta carta.
Probablemente tengas muchas preguntas, ¿Quién soy? ¿Por qué estoy enviando un paquete en lugar de mandarte un mensaje como cualquier persona normal lo haría? ¿Qué es lo que quiero?, bueno, tranquilo, puedo responder esa última pregunta, tal vez tú averiguarás las respuestas de las otras dos en un futuro.
Bueno, Jeon JungKook, quiero ayudarte.
He visto tus ojos, son bonitos, pero han perdido su luz, ¿No es así?
A pesar de que nunca hemos hablado, a pesar de que no me conoces, quiero ayudarte a que el brillo vuelva a tus ojos. Todos dices que te ves lindo cuando sonríes, quiero comprobarlo.
Mi manera de ayudarte, será sencilla, yo te daré pistas para que descubras quién te está enviando los mensajes y notas, y a cambio, tú tienes que prometerme que sonreirás más a menudo, a mí me parece un trato bastante justo, ¿No crees? Yo aceptaría si fuera tú.
Escribe tu respuesta en el sobre de ésta carta, en la parte de atrás y deja la caja en la entrada de la preparatoria en la hora del descanso, no trates de buscarme o esperarme, no apareceré si te quedas cerca de la caja, ¿Vale?
Espero tu respuesta, y también espero que sea positiva.
PD: Espero que te gusten los chocolates.

TaeHyung alzó la vista con el ceño fruncido, igual de confundido que el menor.

––¿Crees que debería aceptar? –– preguntó el pelinegro mirando la carta con intensidad.

––Creo que es nuestra mejor opción.

Jeon asintió, sin despegar los ojos de aquel trozo de papel.
¿Quién diría que algo tan simple podría traer tanta esperanza?

In the rain. (Vkook/Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora