Capítulo 49 (2/2)-La lluvia nos ama.

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Todo el día estuvo lloviendo.
JungKook y TaeHyung pasaron todo el día juntos, sin celulares, sin amigos, incluso se permitieron un día completo sin problemas.
Jeon incluso comió más de lo normal, lo cual, para TaeHyung, fue el mejor regalo que le pudo haber dado.
Kim sabía que al pequeño aún le quedaba un largo camino por recorrer hasta poder decir que estaba curado de sus traumas, o al menos hasta que pudiese decir que sus heridas habían cicatrizado.
Sabía que existía la posibilidad de que el pelinegro recayera en la depresión después del juicio, después de ver de nuevo al hombre que tanto daño le había hecho.
Y es que el padrastro del menor no sólo se había conformado con destruir su cuerpo y casi matarlo, no, se había encargado también de pisotear su corazón y quebrar su alma como quien rompe una simple hoja de papel. Así de fácil había sido para DaeSun arruinar la infancia y parte de la adolescencia de Jeon JungKook.
TaeHyung no tenía dudas de que acompañaría a su pequeño al juicio, estaría allí para él si llegase a necesitar un abrazo o un beso, estaría allí si necesitaba que le sacaran una risa o si simplemente necesitaba ver una cara conocida para sentirse tranquilo, Kim estaría allí, sin embargo, sentía repulsión ante la simple idea de tener que ver a aquel desgraciado.

TaeHyung por otro lado, había decidido que vería a sus padres biológicos.
Sabía que no le aportaría nada, sabía que nada bueno saldría de verlos, sin embargo, deseaba averiguar porqué lo habían abandonado, ¿Qué les había hecho pensar que dejar a un niño a sus suerte era buena idea? ¿Habían sentido remordimiento? ¿Habían sido felices sin él? Quería encontrar respuestas, simplemente deseaba saber porqué para ellos no había sido suficiente.
Le había tomado una noche entera de desvelo llegar a la decisión de ver a las personas que le habían dado la vida, y a pesar de que estaba aterrado, esperaba que verlos lo pudiese ayudar a cerrar aquella herida que tanto lo había lastimado durante su niñez.
Y es que no puedes imaginar lo destructivo que es para un niño pensar "Ni si quiera mis papás me quisieron, ¿Por qué alguien más lo haría?" Era una frase que destruía almas en segundos.
TaeHyung los llamaría, llamaría a sus padres biológicos y les diría que podían verse, sin embargo, dejaría unas cuántas cosas en claro antes de verse.
1- No regresaría con ellos en caso de que se lo pidiesen.
2- No los llamaría papá o mamá.
3- No quería que lo llamaran hijo.
Porque entre él y aquellas personas sólo había un lazo de sangre, no uno del corazón, y para Kim el segundo era mil veces más importante que el primero.

La pareja estuvo en casa prácticamente todo el día, ya que era su día de descanso podían permitirse estar sin hacer nada.
Vieron películas y TaeHyung dejó que JungKook lo dibujase en aquel pequeño sketchbook que no usaba hace tanto.
No había vuelto a dibujar hasta entonces, ya que no encontraba inspiración para hacerlo, sin embargo, ¿Quién necesitaba inspiración previa teniendo a su lado a Kim TaeHyung?

...

––¿Tae? –– lo llamó el menor cuando era ya de noche y este se encontraba recostado en el pecho del mayor, escuchando los latidos calmados de su corazón.

––¿Sí?

––Creo que la lluvia nos ama. –– Tae esbozo una sonrisa inocente ante aquellas palabras.

––¿Por qué lo dices?

––Siempre viene cuando pasa algo importante entre nosotros.

––Probablemente sí nos ama entonces. –– Jeon asintió y volvió su mirada al televisor, donde una chica acababa de ser asesinada por un monstruo demasiado viscoso para dar miedo.
Tae acarició con cariño el cabello del menor mientras volvía a prestar atención también a la película.

...

A la mañana siguiente, durante el desayuno, recibieron un mensaje de JiMin, avisándoles que llegaría a la casa de la pareja dentro de una hora ya que tenía algo importante que contarles.
JungKook y TaeHyung se apresuraron para limpiar el desastre que tenían en el departamento, a pesar de vivir solos, seguían siendo dos chicos de 15 y 17 años bastante desordenados.
Sus amigos probablemente se hubiesen reído si los viesen en el estado en el que se encontraban, lanzándose las cosas entre ellos para así guardar las cosas de manera más rápida, y aunque tal ven no quedaban acomodadas de la manera más linda y estética del mundo, al menos fue eficaz, ya que incluso les dio tiempo de cambiarse antes de que JiMin tocase la puerta con sus nudillos.

––Buenos días dulce parejita. –– saludó el pelirosado mientras entraba dando saltitos. Kim furncio el ceño, sin dudas, Park era un chico alegre, sin embargo, incluso en él era extraño ver tanta felicidad.

––Buenos días JiMin. –– le devolvieron el saludo un tanto extrañados.

––Hoy parece que será un día soleado, ¿No creen? Ayer se la pasó lloviendo todo el día, pero el clima es agradable hoy. –– dijo mientras revoloteaba por el departamento abriendo todas las cortinas que se cruzaban en su camino.
JungKook y TaeHyung intercambiaron miradas, sin saber muy bien qué hacer o qué pensar, ¿Park JiMin había descubierto las drogas? ¿Estaba borracho? ¿Se había ganado la lotería?

––Okay, ¿Quién eres y qué hiciste con nuestro JiMinnie? –– preguntó TaeHyung cuando el de cabello rosa por fin se sentó en el sofá.

––¿Por qué lo dices? Estoy igual que siempre.

––No... Estás mucho más feliz. –– aclaró el menor de los tres con una sonrisa que Park respondió.

––Es porque lo estoy.

––¿Qué pasó? –– los chicos de cabello oscuro se sentaron a los costados del más enano, atentos a lo que estaba por contarles.

––Min YoonGi pasó.

Y así fue como un emocionado y rebosante de felicidad Park JiMin les contó a dos de sus mejores amigos cómo por fin YoonGi le había pedido que fuese su novio.
Habían salido a ver una película, Min había rodeado los hombros de JiMin con su brazo y había dejado que se recostara en él durante toda la película, haciendo que el corazón del de cabello rosa se acelerase con rapidez.
Esa tarde, YoonGi había estado un poco más cariñoso de lo normal, y eso no era algo que molestara al menor, al contrario, le gustaba, sin embargo, se sorprendió de sobre manera cuando Min le regaló de la nada un collar con una pequeña piedra morada que se encontraba dentro de un pequeño espiral de metal.

"––Ah hyung... Yo no tengo nada para darle, en verdad lo siento. –– se disculpó el menor, apenado, mientras dejaba que Min le pusiera el collar.

––Está bien, no te lo doy esperando algo material a cambio, verte feliz es más que suficiente.

––Ah, es muy lindo conmigo, hyung.

––Es lo que mereces... JiMin... De hecho... Hay algo que quiero a cambio del collar.

––¿El qué? –– preguntó Park curioso, ladeando la cabeza como un pájaro.

––Quiero que seas mi novio. –– se encontraban en la parada del autobús cuando todo aquello habían ocurrido, se encontraban solos y no se escuchaba más que el sonido de los carros al pasar.
JiMin se sorprendió, y agradeció que estuviese oscuro, de no haber sido así, Min hubiese sido capaz de ver el rubor que cubría sus mejillas.

––¿Habla en serio, hyung?

––Nunca había hablando más en serio.

––Entonces me complace anunciarle que estoy dispuesto a cumplir su petición. –– dijo JiMin con voz de mayordomo sacándole una risa al mayor.

––Gracias. –– susurró el de cabello negro estrechando al más enano entre sus brazos, sintiéndose infinitamente feliz.

––Gracias a usted, hyung. –– respondió Park enterrando su cabeza en el cuello del mayor mientras lo abrazaba con cariño, sintiéndose el chico más afortunado del mundo por unos segundos."

JungKook y TaeHyung se habían emocionado mucho al escuchar que por fin sus amigos estaban juntos.
Se notaba que se amaban de se hace tiempo, y el hecho de que por fin se darían una oportunidad como pareja era simplemente magnífico.
Parecía ser que cupido estaba del lado de Bangtan Sonyeondan, y no podían estar más agradecidos por ello.

In the rain. (Vkook/Taekook)Where stories live. Discover now