Capítulo 32- Pasitos de bebé.

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––¿Familiares de Jeon JungKook? –– resonó la voz del doctor por la sala de espera después de 8 horas de espera.

De inmediato, el grupo de 11 personas se puso de pie mientras el hombre se acercaba.

Los hospitales nunca le habían gustado al castaño. Le recordaban demasiado a su infancia.

A esos viajes al hospital en los cuales su pequeño cuerpo no había resistido los malos tratos y la desnutrición y sus padres se habían visto obligados a pagar los tratamientos de mala gana.
Siempre decían que él era un niño enfermizo y con las defensas bajas, y el pequeño e inocente Kim nunca contradijo a sus padres.

––¿Cómo está? –– preguntó la madre del menor.

––Su hijo sufre de desnutrición, deshidratación y tiene múltiples hematomas y cortes por todo el cuerpo. Lo más grave es un tendón roto en la mano izquierda. –– todos suspiraron con alivio. ––Le daremos antibióticos y le pondremos un yeso, puede irse a casa esta misma noche.

TaeHyung sintió alivió por unos momentos.

––¿Podemos pasar a verlo? –– preguntó SeokJin.

––Claro, pero tendrá que ser de uno en uno, necesitamos que esté tranquilo y no se exalte mucho. –– ellos asintieron.  ––Bien, siganme.

El doctor se encaminó hacia el pasillo que se encontraba frente a ellos y empujó la puerta para dejarlos pasar.
Habían múltiples cuartos con grandes ventanales y pacientes en ellos, los niños estaban al principio del pasillo, y el de sonrisa cuadrada no pudo evitar que el corazón se le partiese al escuchar los llantos de los pequeños y ver sus caritas salpicadas en lágrimas.

Quería correr hacia ellos y abrazarlos, tomar el dolor en lugar de ellos y protegerlos.
Si pudiera cambiar de lugar con JungKook también lo haría sin dudar un sólo segundo.

––Aquí es. –– dijo el hombre deteniéndose frente a una de las tantas puertas de ese pasillo.

––Gracias doctor... –– agradeció YoungSoo esperando que el doctor respondiera con su nombre.

––Jung, soy el doctor Jung, bueno, ahora los dejo para que lo vean, las visitas se acaban dentro de 1 hora, JungKook se encuentra en la última cama. Con permiso. –– se despidió el hombre para después hacer una reverencia (Que claramente fue respondida) y retirarse.

––Entra tú primero, mamá. –– la mujer no dudo ni un segundo en entrar a la habitación.

Así continuaron entrando todos hasta que llegó el turno de TaeHyung, que era el último en pasar.

La espera había sido infernal para él, quería entrar corriendo cada que vez aquella puerta se abría.
Pero sabía bien que no podría medir el tiempo correctamente y probablemente dejaría a alguien sin turno, por lo que había esperado a ser el último.

Cuando por fin empujó aquellas puertas con sus manos, prácticamente corrió hasta el final de la hilera de camillas para llegar a su pequeño.

––TaeHyung... –– escuchar la voz de JungKook casi le causa un infarto al mayor.

Jeon se encontraba con una intravenosa en el brazo derecho y un yeso en el brazo izquierdo.
Tenía ojeras y tenía un moretón bajo su ojo derecho. Aún así, se veía terriblemente hermoso ante los ojos de Tae.

Se miraron por unos segundos antes de que el mayor se inclinara y comenzara a dejar suaves besitos por toda la cara del pequeño, haciéndolo soltar una risita para después darle un beso en los labios mientras entrelazaban sus dedos sobre el estómago del pelinegro.

––Te extrañé demasiado, bebé, los días sin ti fueron un infierno. –– susurró el castaño mientas sus frentes continuaban unidas.

––Y yo a ti amor, no sabes cuánto me dolía no verte. –– sollozó el menor mientras sus ojos de llenaban de lágrimas.

El castaño envolvió al pequeño en sus brazos y dejó que llorara.
Dejó que toda la tormenta que el niño había estado aguantando saliera por sus ojos hasta desbordarse.
Sentía al pequeño temblar entre sus brazos, y le rompía el corazón no poder hacer más que sostenerlo con fuerza para así al menos hacerle saber que estaba allí para sostenerlo.

––When my world is loud, could you make it quiet down?
When my head, it pounds, could you turn down all the sound?
If I lay, in pain, by my side would you stay?
If I need you know, could you kindly calm me down? –– comenzó a cantar el castaño en el oído del pequeño para calmarlo.

Los sollozos del chico fueron disminuyendo a la par que sus temblores.
La voz de TaeHyung lo tranquilizaba.

––Lamento interrumpir, pero es hora de quitarte el suero, te daremos de alta JungKook. –– escucharon la voz de una enfermera y se separaron de mala gana.

El castaño limpió las lágrimas de las mejillas del pequeño para después apartarse y dejar a la enfermera hacer su trabajo.
El pequeño apretó su mano mientras la quitaban la aguja y después la chica se despidió con una reverencia y le dejó la ropa al chico para que se cambiara.

––T-Tae, ¿P-Podrías ayudarme? –– preguntó con la cara completamente roja señalando su brazo enyesado.

––Claro... Cerraré los ojos si quieres, no te preocupes. –– dijo el mayor dedicándole una sonrisa comprensiva.

––Sí, por favor. –– murmuró el menor, aún avergonzado pero más tranquilo.

TaeHyung se acercó y cerró los ojos mientras Jeon se daba la vuelta.
Palpó la espalda del pequeño hasta encontrar los botones de la bata de hospital y comenzó a desabrocharlos.

Después, ciegamente ayudó al niño a quitarse la bata y le ayudó a ponerse la camiseta, JungKook se puso solo lo demás con una sola mano.

––Ya puedes abrir los ojos. –– el castaño los abrió y le dedicó una sonrisa a su pequeño novio. ––¿Me ayudas a ponerme los zapatos?

Tae se inclinó sin dudas para poner y amarrar los zapatos de su bebé mientras este los veía con ojos llenos de ternura y amor.

––Ya está, galletita. –– dijo después de unos segundos poniéndose de pie para después ayudar al chico a salir de la camilla y caminar afuera de la sala.

Todos los esperaban afuera, y de nuevo, el pequeño fue el centro de un gran abrazo grupal.

SeokJin y YoungSoo llevaron a todos a sus respectivas casas, exceptuando a la familia Jeon, que fue a dormir al departamento de los chicos.

Las camas fueron dejadas a la pequeña niña, a las dos mujeres y a JungKook mientras YoungSoo y TaeHyung dormían en el sofá.

Aquella noche estuvo llena de besos y abrazos para el pelinegro, y vaya que lo necesitaba.

JungKook había pasado por un evento sumamente traumático que obviamente dejaría marcas en su personalidad y su vida.
Sabía que no sería capaz de caminar por la calle solo por la noche... O tal vez ni si quiera podría salir de noche.

Sabía que las puertas de madera le causarían terror aunque fueran un objeto inanimado.

Sabía que tendría que dar pasitos de bebé para volver al cielo.

In the rain. (Vkook/Taekook)Where stories live. Discover now