Capítulo 38- Ojeras.

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Kim TaeHyung no era consciente de los efectos que el regreso de JungKook había tenido en él. La constante preocupación que sentía por el pequeño había dejado rastros en su cuerpo, realmente deseaba que el niño estuviese bien y sano, quería que el niño de ojos brillosos y sonrisa de conejito volviera.
Quería que Jeon tuviese de nuevo noches tranquilas, que no tuviera miedo a quedarse solo en una habitación cerrada, quería que el niño olvidase todo lo que había pasado durante los años de su vida que se había visto obligado a pasar junto a quel monstruo.
Quería que su muñeca sanara y fuese capaz de ponerse la camiseta sin que muecas de dolor se reflejaran en su bonito rostro.
Al castaño no le molestaba para nada ayudar a JungKook, cuidar del menor no era una carga para él, nunca lo sería, sin embargo, aveces le dolía, le partía el alma ver a su pequeño novio de esa forma.
TaeHyung no podía evitar pensar en que Jeon sólo tenía 15 años... Tenía demasiadas cicatrices como para tener sólo 15 años.

Había pasado a ver a su familia antes de ir al trabajo como era de costumbre.
Las mujeres lo habían recibido con miradas preocupadas.
Kim se veía mucho mas agotado y cansado de lo habitual, pero ninguna de las tres dijo nada, sabían que el castaño se preocupaba por su novio, y no querían hacerlo pensar que se veía mal... No, Tae se veía guapo incluso con ojeras bajo sus ojos.

––¿Cómo están? –– preguntó Suni acercándose a su hijo para acariciarle la mejilla y éste soltó un suspiro.

––Bien, supongo... Come más de lo que lo hacía al principio, sigue teniendo pesadillas pero se calma más rápido que antes... Aún le tiene miedo a estar solo en una habitación con la puerta cerrada, así que ya no cierro ninguna... Sólo quiero que se olvidé de lo que pasó. –– las mujeres estaban sin palabras, ¿Qué se podía decir en esas situaciones?

––Se pondrán bien, los dos saldrán de esto, estarán bien, Tae, estarán bien... Sólo debes esperar un poco. –– la voz de la mujer fue bajando de tono a medida que hablaba.

Kim cerró sus ojos y soltó un suspiro delatando lo cansado que se encontraba.
Su familia lo envolvió en un abrazo que lo hizo creer que todo estaría bien. Que ellos estarían bien.

...

Caminó con la capucha puesta y los audífonos encendidos a todo volumen mientras movía sus labios, sincronizando sus movimientos con la voz del cantante.

Hacía un poco de frío, pero nada que lo molestara, al contrario, Kim amaba el frío, sus mejores recuerdos siempre estaban acompañados de una fría brisa.
Como aquellas veces en las que se acurrucaba con sus mamás bajo las cobijas, viendo sus películas favoritas entre risas, besos y abrazos.
Las tardes en las que su abuela preparaba chocolate caliente para él mientras Hye y Suni lo protegían del frío entre sus brazos.

Otros recuerdos bonitos que el castaño guardaba en su corazón eran esos días en los que JungKook, SeokJin y JiMin corrían por allí junto a él fingiendo ser dragones debido al vaho que salía de sus bocas.

Su primer beso había sido también en una noche fría, había conocido a JungKook bajo la lluvia y también lo había convertido en su novio bajo el mismo clima.

La lluvia amaba a Kim TaeHyung.

Divisó el letrero neón de la tienda en la que trabajaba y aceleró el paso metiendo las manos en los bolsillos.
A pesar de estar donde estaba, JungKook permanecía en sus pensamientos, sabía que sus hyung's eran completamente capaces de cuidar al pequeño, confiaba plenamente en ellos, aún así, deseaba ser él quien cuidara al menor.

––Buenas tardes TaeHyung. –– lo saludó su jefe con una sonrisa.

––Buenas tardes SunMin. –– respondió el castaño.

In the rain. (Vkook/Taekook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora