In the rain. (Vkook/Taekook)

Capítulo 33- Pesadillas.

Jeon JungKook tenía pesadillas.
Ya habían pasado 4 días desde que habían sacado al niño del hospital y no había pasado ni una sola noche tranquila desde entonces.
Su madre había tenido que salir del país a causa de motivos laborales y el hermano mayor de la familia se encontraba cuidando de su pequeño hijo y de su esposa embarazada.
Aún así, siempre encontraba un momento del día para ir a ver al menor.

TaeHyung había pedido unos días en el trabajo y en la escuela para cuidar del pequeño y ayudarlo con su recuperación.
El prefecto se lo había consentido sin dudarlo mientras que su jefe en el trabajo se lo había pensado un poco antes de aceptar.

3 noches seguidas, JungKook había despertado repentinamente, aveces gritando, aveces sollozando.
El castaño estaba seguro de que las pesadillas eran horribles, ya que dejaban al niño tembloroso, sudoroso y con lágrimas, hecho un ovillo en su cama.

Por eso ese día dormirían juntos por primera vez.
JungKook estaba feliz y nervioso al mismo tiempo por aquello. Para él, dormir junto a su amado era un paso muy grande, y realmente estaba feliz de que fuera Tae el primero en dormir con él.

Por otro lado, TaeHyung sólo estaba feliz, más que feliz.
Kim era un muchacho extrovertido, alegre y gracioso que no sentía pena al saber que sería el pequeño Jeon con quien dormiría.
Si pudieras admirar cómo veía aquel castaño a su pequeño, podrías jurar que corazones se reflejan en sus ojos como en las caricaturas.

––Aquí está tu comida, galletita. –– dijo TaeHyung mientras le llevaba al pequeño un plato de sopa.

––Gracias. –– respondió con una sonrisa el menor que se encontraba envuelto en cobijas en el sofá viendo una película con la pijama puesta y un vaso de agua en la mesita de café.

––De nada. –– Tae tomó asiento junto al pelinegro y disfrutaron juntos de la película mientras comían.

Su relación se había solidificado y estaban más cariñosos de lo normal.
Quiero decir, pasar por una experiencia así de traumatizante los había cambiado como pareja, y eso era totalmente entendible.

La mamá del niño le habían dado instrucciones a TaeHyung acerca de cómo cuidar a Jeon, cuándo debía tomar sus medicinas, cuánto debía comer por día y demás.
Información que al parecer una de las enfermeras le había proporcionado a la familia del pequeño cuando él había entrado a verlo en la habitación de hospital.

Alimentar a JungKook era algo doloroso de ver.
El menor había estado sin comer bien durante 3 semanas, por lo que había perdido mucho peso y vieras por donde lo vieras, sus huesos sobresalían.
Las cantidades de alimento que TaeHyung podía darle para que su cuerpo las aguantara bien irían aumentando poco a poco, pero ahora, tres cuartos de plato de sopa era suficiente para que el pelinegro sintiera que estaba lleno a reventar, y eso era algo que a Kim le dolía mucho saber y ver.
Antes, el pequeño hubiese sido capaz de comer una vaca entera por si solo, y ahora, todo lo que su pancita podía aguantar, era tres cuartos de sopa.

Las noches también hacían sufrir mucho al mayor, no por la falta de sueño, o porque le pesara levantarse en medio de la noche a consolar al niño. No, nada de eso.
Le dolía verlo temblando de miedo entre sus brazos sin que él pudiese hacer nada para defenderlo de los monstruos de su cabeza, porque no eran reales, no eran algo contra lo que él pudiese luchar y tampoco podía recibir todo el daño él mismo en lugar de que lo recibiera su pequeño novio.
Así que simplemente le cantaba.
Lo arrullaba con su voz y sus brazos hasta que el pelinegro lograba calmarse y se quedaba dormido en los brazos del mayor.
Sentir el cuerpo frágil de Jeon también lo mataba. Sentía que si hacia un movimiento brusco lo rompería.
Ver el miedo del chico cuando alguien cerraba una habitación con él dentro era horrible.
Pero eso no era lo que más lo lastimaba. Definitivamente, lo que rompía el corazón de Kim, era ver cómo los ojos del chico habían perdido su brillo habitual. Ahora eran negros y vacíos.
Aveces se iluminaban, y el de sonrisa cuadrada amaba esos momentos.