Toxic. #TopCharacter2018 #PremiosPlaneta2021

Due.

Due.

[Isaac]

—¿Quién no puede saber que? — pregunta mi padre con suma curiosidad—. ¿Responderán mi pregunta? —insiste.

Tomo todo el aire que mis pulmones me permiten y me volteo para encararle. Le regalo una sonrisa y pienso la excusa más creíble del universo entero. ¡Joder! No se me ocurre una mierda.

—Le haremos un regalo en conjunto a Liz y no queremos que lo sepa Ethan, es una sorpresa —me salva mi tío Nick y no sabe cuánto lo agradezco.

Le debo una y una grande, me ha salvado el culo.

—Es eso Ethan, no puede enterarse —asiento efusivamente.

Mi padre no parecía muy convencido de nuestra excusa, pero no emitió palabra alguna y se alejó a conversar con mis abuelos.

Le sonreí a mis tíos, para luego salir al balcón más cercano para poder fumar un cigarrillo. Estaba tan asustado de que mi padre supiera del boxeo, que necesitaba al menos una caja entera de estos para calmarme. Lo sé, tengo que dejarlo, pero por el momento es lo único que me ayuda. Puede que encuentre más adelante, algo más y dejé la nicotina.

Salgo al balcón, tomando uno de la caja. Lo llevo a mis labios y lo enciendo, doy una profunda calada. Al pasar unos segundos comienzo a relajarme, apoyando mis brazos en el barandal agachó mi cabeza y fijó mi mirada en el suelo. Carajo.

Sé que debería decirle la verdad, también sé que tiene derecho a saberlo. Pero vuelvo a lo mismo, él no lo entenderá jamás y no me gustaría decepcionarle. Espera que me haga cargo de la empresa y decirle que amo el boxeo implica una gran decepción para Ethan.

Mi madre dice que lo aceptará, que es mi padre y que quiere lo mejor para mí. Aunque eso sea no hacerme cargo del negocio familiar y dedicarme sólo al boxeo. Pero -y he aquí uno de esos que no aportan nada bueno- quizá acabé siendo odiado y la poca y nada relación que tenemos se desvanezca. O tal vez me este esquivando fatal y Ethan lo acepte de maravilla, así dejando de verme como un niñato inmaduro. Vale, pueden suceder muchos escenarios, bueno, malos o peores de los que podría imaginar. Joder conmigo, en serio.

Siento unos brazos rodearme desde atrás.

—¿Porqué tan pensativo pequeño? —la voz de mi tía Madison me regresa a la realidad.

Estaba tan sumido en mis pensamientos que no le oí llegar, sonreí como un tonto y la miré por encima de mi hombro.

—No soy pequeño —me queje—. Ya sabes el porque de mis penas —me encogi de hombros.

—Soy un año mayor, así que si eres pequeño —sonrió ampliamente—. Aún no se lo dices —sonó más a una afirmación que a una pregunta.

Negué con la cabeza.

—No puedo, se decepcionará de mí —di otra calada a mi cigarrillo—. Además sigue creyendo que amo arruinar mi vida y que soy un imbécil inmaduro —suelto amargamente.

Ella deposita un sonoro beso en mi mejilla.

—Verás que el día que se lo digas, Ethan lo aceptará, te lo aseguró —dice y me quita mi cigarrillo para darle una calada.