Tredici. Maratón 1/2

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Tredici:

[Lina]

Maratón 1/2

Siento que estoy muriendo por dentro, cada vez que sus manos recorren mi cuerpo. Cada vez que sus labios besan y lamen cada rincón de mi piel. Me siento... ¿Qué siento? No sé realmente lo que siento, no estoy segura de lo que mi mente piensa.

Él sigue sobre mí y eso me repugna. Sigue embistiendo como si la vida se le fuera en ello, mis sollozos ya no se oyen. Mi mente se encuentra en blanco, me cuesta procesar esto por completo.

Sus movimientos se detienen y sale de mí. Lo escucho levantarse y luego irse de la habitación.

Acercó mis rodillas a mi pecho y me hago un ovillo sobre la cama. Y es ahí cuando me doy cuenta de lo que acaba de suceder y es el momento preciso en el que vuelvo a desarmarme por completo. Me siento rota, completamente rota.

[Isaac]

Hago mi entrada por la puerta de la cocina y junto a mí esta Aquiles. Él va hacia su cuenco lleno de agua y yo por una taza de café bien cargado. Hoy es la pelea y estoy lo bastante ansioso, aunque no lo manifieste.

Además fue de mucha ayuda el chico del otro día y ahora me siento con más confianza. Claro que luego debí escuchar los regaños de Josh por haber sido tan bruto y por no haber sido más considerado con mi bolsa de entrenamiento humana. Pero vamos, Myles la ha pasado peor en mis manos. Aunque mi dulce entrenador, no lo vea así.

Después de la universidad iré a entrenar -sólo un poco- para calentar para la pelea. Le doy un sorbo a mi café y me dispongo a subir a mi habitación por una buena ducha.

—¿Qué es lo que huele tan mal aquí? —se queja Margareth cuando entra en la cocina, se tapa la nariz.

Ruedo los ojos.

—Si no te has dado cuenta vengo de hacer ejercicio, así que es obvio que tenga mal olor —replique.

—Sigo sin entender porque tanto ejercicio —comenta— ¿Acaso intentas conquistar a una chica? —pregunta con picardía en su voz.

Suelto un bufido.

—No necesito de eso para tener muchas chicas a mis pies. Le regalo mi mejor sonrisa moja bragas y ya están comiendo de mi mano —sonreí con arrogancia.

—Bájale a tu ego "les regalo mi mejor sonrisa moja bragas" —intenta imitarme mientras hace comillas en mi frase.

—Ya quisieras tener mi edad y probarme —solté una gran carcajada mientras salía de la cocina.

—¡Eso quisieras, niñato! —le oigo chillar mientras me alejo.

No puedo evitar reírme en el camino, amo bromear con ella de esa manera. Una vez subidas las escaleras entro en mi habitación y enciendo un cigarrillo. Busco ropa limpia en mi armario, optando por unos jeans azules y una camiseta negra. Aún el verano no se ha ido, pero es muy común en Londres que siempre este lluvioso. Mi ciudad tiene el mejor clima, había que admitirlo.

Toxic.   #TopCharacter2018 #PremiosPlaneta2021Where stories live. Discover now