Undici.

1.7K 177 6
                                    

Undici.

[Isaac]

Entro por la puerta de la cocina, no me apetece hacerlo por la principal. Tal vez estoy intentando evitar lo que se aproxima, temo que ya lo sepa. Y si mi miedo no se equivoca, ya lo sabe, la llamada de parte de mi madre me ha dejado asustado hasta la mierda y no voy a negarlo. Debí oír a los demás y que fuera de mí que supiera la verdad. Carajo. En ocasiones puedo ser un cabezota y está vez, me ha jugado en contra.

Caminé hacia las escaleras, pero al poner mi pie en el primer escalón su voz me detiene. Demonios. Tengo una suerte de puta madre, joder.

—¿Creías que no lo sabría? —pregunta con amargura y no puedo evitar tragar con dureza.

Tomo todo el aire que mis malditos pulmones me permiten y volteó a verle. Su rostro esta inexpresivo y no sé como jodidos interpretarlo, pero muy en el fondo sé que esta lo suficientemente cabreado conmigo.

—¡¿PENSABAS QUE NUNCA LO SABRÍA?¡ ¡¿IBAS A OCULTARMELO POR SIEMPRE?! ¡SOY TU PADRE MALDITA SEA! ¡PUEDES HABLAR CONMIGO, CARAJO! —eleva su voz y por primera vez no sé que demonios responder, esto acabaría sucediendo, pero lo que alguna vez imaginé como sería; no se asemeja a esto.

Mi madre aparece en las escaleras y sus ojos están puestos en la escena frente a ella.

—¿Qué haces, cariño? —pregunta mi madre a Ethan, dudando ante lo que está viendo.

—Quiero que te largues —espeta hacia mí e ignora la pregunta que mi madre acaba de hacer—, Lárgate de mi casa, no quiero verte en la mañana —avisa, por mi parte siento como si me hubiesen dado un puñetazo en el estómago.

¿Qué esperaba? Es Ethan, no cualquier otra persona que llegaría aceptar lo que en verdad me gusta. Mierda, mierda. Quiero calmarme antes de siquiera soltar una sola palabra, pero no puedo detenerme.

Suelto una risa amarga y sin gracia, mientras niego con la cabeza, intentando procesar sus palabras.

—¿Ves? ¡Por estas putas actitudes tuyas no te lo había contado! ¡Porque jamás lo entenderás! ¡No intentas comprender! Solo sabés cerrarte y creer que eres el único que tiene razón. ¡No es así! —vocifere mientras lo apuntaba con mi dedo índice, mientras soltaba las palabras que hacían arder mi garganta en el proceso.

—¡Lárgate de mi casa! ¡Fuera! —repite tratando de sonar calmado, pero fallando totalmente.

—Eres un completo cabrón, de verdad. ¡Vete a la mierda, Ethan! ¡No te necesito! Puedo valerme por mí mismo —escupo con veneno, aquello que quizá no siento realmente, sino por el calor de la discusión. Demonios. Joder conmigo y mi mal carácter.

Soltó una risa amarga ante mis palabras.

—¿No me necesitas, eh? Espero que cuando no tengas nada con mantenerte recuerdes esto y no regreses pidiendo mi ayuda—sonríe con sorna y autosuficiencia.

Un extraño dolor atraviesa mi pecho, supongo que no esperaba todo esto y si lo hice, jamás imaginé cuanto podría llegar a doler.

—Eso es lo que tú crees. ¡Tengo el dinero suficiente para mantenerme! He guardado cada centavo de todas las peleas que tuve, así que no te necesito. Si seguía en esta puta casa era por mamá y Amber, no por ti jodido idiota —espete, quizá yéndome por las ramas.

Toxic.   #TopCharacter2018 #PremiosPlaneta2021Where stories live. Discover now