Toxic. #TopCharacter2018 #PremiosPlaneta2021

Epílogo.

Epílogo:

[Isaac]

Cinco meses después...

Muevo mi cuello de un lado a otro y también mi hombro izquierdo. Aún después de cinco meses siento molestias en el, demonios.

Se supone que debería entrenar con cuidado y nada excesivo. Y menos aún un entrenamiento demasiado pesado, pero como soy un cabezota de lo peor. Estoy haciendo caso omiso a los pedidos de los médicos. Se pueden ir a la mierda.

Coloco los guantes en mis manos y comienzo a dar golpes suaves a las manoplas que sostiene Myles. Que debo admitir me costo horrores convencerle de hacer esto, Josh les tiene amenazados a todos los miembros del equipo para que no hagan caso a mis pedidos. Maldito bastardo.

Extrañaba entrenar con fuerza, ya me estaba hartando de los entrenamientos suaves de Josh. ¡Tampoco quedé betado de por vida! ¡Sólo fue una jodida bala a mi hombro! No hay que exagerar.

Comienzo a dar golpes más fuertes a las manoplas y Myles me mira con una mirada cargada de horror. Joder.

—Tranquilo Myles, puedo hacer esto —advierto y por su parte asiente poco convencido.

Suelto un bufido y aumento mis golpes. Esto es el puto paraíso para mí, sonrío sin poder evitarlo.

La melodía de Hear me de Imagine Dragons retumba en todo el gimnasio, mi entrenamiento, mi música. Y al que no le guste que le den.

Pero de un momento a otro la música deja de escucharse y con ello paro mis golpes. Giro con brusquedad y buscando al culpable de este delito. Y no podía tratarse de otro que de Josh Brant, se encuentra de brazos cruzados y con el ceño fruncido. Está molesto y no disimula ni un poco en ello.

Quito los guantes de mis manos y bajo del ring. Le miro con molestia y enciendo la música de nuevo. Pero estaba claro que no me lo dejaría fácil, ya que la apaga de nuevo.

Tranquiliza a la bestia colega.

Eso estoy intentando en estos momentos, respiro con profundidad antes de hablar: —¿Se puede saber que cojones haces Brant? Es mi puta música y mi maldito entrenamiento le espeto con molestia y no dudo ni un poco en disimularlo.

Ríe sin gracia y niega con su cabeza —¿Qué te he dicho de entrenar sin mi maldita presencia? ¿Por una puta vez podrías hacer lo que pido? —él tampoco disimula su enojo.

Suelto un suspiro cansino —Ya estoy bastante mayorcito para tus regaños, ¿vale? Además estoy cansado de entrenar tan poco Josh, pronto tendré peleas importantes y que no son para tomarlas a la maldita ligera. Joder —mascullo peinando mi cabello hacia atrás.

Le oigo resoplar —Vale, tienes razón y tal vez te estoy sobre protegiendo. ¡Pero recibiste una maldita bala Isaac! ¿Entiendes lo grave del asunto? ¡Casi te muertes imbécil! —estalla en cólera soltando lo que no había dicho durante los últimos cinco meses. Genial.

Pongo los ojos en blanco —Para tu suerte no morí, así que deja de exagerar y dame más entrenamiento —pido, más bien suplico—. Así no tendría que estar rogando a Myles que me ayudé a espaldas tuyas —me sincero con una sonrisa divertida.