Toxic. #TopCharacter2018 #PremiosPlaneta2021

Quarantidue. ¡Feliz año nuevo cielines!

Quarantidue:

[Isaac]

—¿Puedes pasarme con ella? —pide con algo de desesperación en su voz.

Le hago un gesto a Pecas y niega con su cabeza.

—Sigue sin querer hablar con vosotros —contesto y me alejo para poder hablar con más tranquilidad—, Sé que ha pasado un mes desde que se enteró Clive, pero necesita más tiempo —expliqué y suelto suspiro—. Debes entender que un mes no puede hacer nada contra diecinueve años, donde creyó que su tío era su padre —confieso y me desplomó sobre el sofá.

Le oigo suspirar resignado.

—Tienes razón, debo aceptarlo —admite—. Pero Leroy muere por recuperar el tiempo perdido con su hija y le entiendo a ella también Isaac —se sincera, comprendiendo ambos puntos de vista.

Enciendo un cigarrilo y doy una profunda calada —Intentaré que cambié de opinión, pero no prometo nada. En ocasiones como estas suele ser muy cabezotas —suelto una risa.

Por su parte Clive también ríe por mis palabras —Se parece al chico con el que sale —bromea.

—Le conozco, es ese tío super sexy y que está buenazo, ¿no? —le sigo el juego.

Por su parte ríe a carcajadas.

—Sí, ese mismo. Que también es demasiado infantil —alega.

—Ja Ja Ja —finjo reír por su mal chiste—. Eres demasiado gracioso Beckett —suelto irónico.

Vuelve a reír —Claro que lo soy Blaire, bueno te dejaré de molestar. Avísame si Lina cambia de opinión —se despide.

—No te preocupes, te avisaré cualquier cosa que suceda —respondo y termino la llamada.

Vuelvo a dar una profunda calada a mi cigarrillo y observo la nada. Aquiles se acuesta a mi lado y acarició con suavidad su cabeza.

Entiendo que Pecas no quiera hablar con su no-tío y su no-padre en estos momentos. Que es difícil para ella entender y más asimilar todo lo que le han dicho. Pero Leroy merece una oportunidad de remediar las cagadas que su hermano se mandó y también de recuperar el tiempo perdido con su hija.

También sé que nada de lo que haga cambiará todo lo que Lina pasó en el pasado, nada le hará olvidar el infierno que vivió junto al cabron de Kirk.

Apago el cigarrillo en el cenicero y miro a Aquiles. Él también me observa y sé que piensa lo mismo que yo.

—Ven, levanta el trasero. Iremos a correr, es lo que necesitamos —me paro del sofá y caminó a la cocina por mi botella de agua.

Sonrío al pensar el sermón que me daría Josh por salir tan tarde y no antes a hacer mi rutina. Tomo mis llaves y salgo fuera del departamento con Aquiles a mi lado.

(…)

Golpeo las manoplas que Myles —un chico del equipo— sostiene y respiro con profundidad mientras me dejo embriagar por letra de Kiss de Korn. Hacía un par de horas que había llegado al gimnasio a entrenar un poco.