2: Mamá

9.8K 469 536
                                    

Jessica
Por fin hemos aterrizado... ¡gracias a dios! Después del forzoso aterrizaje voy a besar el suelo tal y como hace el papa de Roma. Pero antes de arrodillarme Matthew toma mi mano con todo el cariño del mundo.

-Sé que no lo parecerá Matt pero... no soy muy fan del rozamiento humano a humano- en cuanto dije eso Matthew me soltó la mano, debería haberle dicho que no suelo toquetear o mostrar cariño a gente la cual no tengo confianza, pero no quería sonar borde.

-Vamos ¿y a tu novio no le dejas tocarte?- dijo él bromista.

-Bueno en el caso de que tuviera pues... sí, pero cómo no es así... apártate- dije seria la última palabra haciendo que él explote a carcajadas.

-Espera... ¿Me estás diciendo que no tienes novio?- asentí con la cabeza- imposible. Quiero decir mírate eres preciosa, los chicos que no se fijan en ti son idiotas- sentenció finalmente haciendo que mi cara pareciera el enemigo alimentario de Shawn Mendes.

-Bueno... nunca he encontrado el chico perfecto, a la escuela que iba cuándo vivía en San Francisco todos pero absolutamente todos eran unos niñatos.

-Pobrecita- me dió una abrazo, a lo que yo gruñí como si fuera alguna raza de perro- perdón, nada de contacto físico, lo he pillado- reí y sentí como mi teléfono vibraba en el pantalón. Lo cogí y leí un mensaje.

Stiles y yo estamos esperando por ti frente a la puerta giratoria - Scott

Voy para allá, pero antes debo recoger las maletas, prometo no tardar- Jess

En cuanto presioné el botón de enviar mis pies empezaron a moverse en dirección a la cinta transportadora, recogí mis dos maletas y me despedí de Matt.

Fui corriendo a fuera del aeropuerto para encontrarme con mi hermano mayor y con mi otro hermano mayor de otra madre. Sin pensarlo dos veces solté mis maletas sin importarme que calleran al suelo y los abracé cómo si me fueran a abandonar y yo no pudiera estar sola.

-Os he hechado muchísimo de menos, chicos- dije con lágrimas en los ojos- pero mucho, mucho.

-Yo también hermanita- dijo Scott soltándome, Stiles en cambio se aferró más a mi, cosa que me pareció de lo más tierna.

-Stiles... tienes cinco segundos para soltarme, uno... dos... tres... quatro...- y me soltó.

-Lo siento, solo que... estás preciosa enanita- le sonreí.

-Stiles, ayudame a subir las maletas a tu Jeep- dijo Scott y Stiles asintió, cogió una de mis maletas y la puso en el maletero, Scott imitó su acción.

-Sube Jess- me ordenó Stiles mientras me ayudaba a subir a causa de mi pequeña estatura, medir metro cinquenta y cinco no es lo más práctico que se diga.

-Odio ser tan bajita- resoplé- juro que me voy a comprar unos zapatos de plataforma que por lo menos me hagan medir metro ochenta- entonces los chico se subieron al Jeep.

-¿Y pasarnos de altura? No, que va- dijo Scott chinchándome- es muy cómodo apoyar el codo sobre tu cabeza cuándo estamos de pié.

-Sí, y para mi es muy cómodo pegaros una patada ahí- dije en tono molesto fingido. Los dos pusieron cara de dolor lo que provocó mi risa.

Stiles arrancó el Jeep y condujo hasta la casa de mamá y de Scott, ahora también mi casa.

Al entrar los recuerdos se apoderaron de mi cerebro. Todos aquellos días en que existía una familia McCall de quatro miembros, pero está claro que nada es lo mismo ahora.

-¿En qué piensas?- susurró mi amigo en mi oído.

-En cómo era todo antes de la separación- dije con una sonrisa de melanconía- cuándo todo era perfecto. Cuándo éramos una familia feliz- le miré- cuándo todo era bueno.

Siempre has sido tú ▪ Teen WolfWhere stories live. Discover now