Siempre has sido tú ▪ Teen Wolf

36: Déjame en paz

Jessica
Creo que es absurdo que vuelva a explicar mi aburrida vida estudiantil..  Pero por si quedan dudas... Sí estaba en la escuela. Aburrida.

Hoy había vuelto a quedar con Zed, pero en vez de ir a la cabina perdida en mitad del bosque, iba a ir a su casa. Si mi hermano se volvía a presentar era más creíble que estuviéramos en su casa, además Zed me dijo que quería que su padre me ayudara a entrenar ya que ed más experimentado en eso. Pero eso era después de clase.

Me encontraba sentada en una mesa de la cafetería con mi hermano.

-Deberíais ocuparos de la manada de alfas - dije engullendo mi comida - cre que eso es primordial por ahora, luego nos ocuparemos de mi problema. Aunque me estoy apañando bien sola.

Todos me miraron cómo si estubiera loca, todos excepto Lydia.

-Eso mismo es lo que dije yo- murmuró ella.

-Por cierto, creo que deberías hablar con la nueva, algo me dice que es sobrenatural, una sensación- dije tranquila- se llama Kira, si no me equivoco.

-¿Cómo sabes su nombre? - preguntó mi hermano curioso- no estás en la mudma clase.

-Lo sé, pero un chico de mi clase quiere salir con ella y no oara de hablar de ella con sus amigos- rodé los ojos.

-Investigaremos un poco, algo de ayuda no nos iría mal- comentó Scott.

-¿Y qué haremos con Ethan y Aiden? - preguntó Isaac, pude ver cómo se tensaba, estaba claro que no le caían bien.

-Aiden es majo, realmente no les veo tanto peligro- dijo Lydia.

-Ya, eso es porque no te has enfrentado a ellos- dijo Isaac.

-¿Qué te han hecho pupita? Ehh Isaac- dije burlándome.

-No- dijo él cruzándose de brazos.

Entonces apareció Stiles, quién se sentó con nosotros. Tenía una ojeras que le llegaban hasta las comisuras de los labios y tenía la piel muchísimo más pálida de lo normal, como si estuviera casi muerto.

-Hey, ¿estás bien? - le pregunté con cariño y preocupación.

-Estoy cansado, nada más- me respondió inguyendo su comida.

-¿Sigues sin poder dormir? - pregunté de nuevo.

-Lo intento, el dormir, pero no puedo. Tranquila, ya pasará- respondió de nuevo.

-Deberías ir al médico, no es normal que lleves tanto sin poder dormir, Stiles- sugerí.

-Hay otras cosas de las que preocuparse- rodé los ojos.

-Por una vez preocupate por ti mismo, por favor. Lo digo por tu bien, es mejor que lo soluciones antes de que te desmayes por cansancio - miré a mi hermano- Scott, encargate de llevar a Stiles con mamá por favor, que le hagan una revisión o algo.

Mi hermano asintió confuso, está claro que Stiles no le había contado nada de sus problemas de sueño.

Continué comiendo y escuchando a los demás la conversación sobre la manada de alfas. Espero que encuentren una solución rápido, porque a decir verdad ya me empezaba a aburrir del tema.

Cuando la hora de la comida terminó me fui de vuelta a mis aburridísimas clases. Me salto el momento educacional y explico el resto de mi interesante día tras la escuela.

Una vez salí de clase busqué la cara de Zed, el cual me dijo que me vendría a buscar para luego ir a su casa.

Una vez le localicé, fui directa a él pero una mano en la muñeca me detuvo a medio camino.

-Jess- dijo esa voz masculina la cual conocía muy bien y no me apetecía escuchar en ese momento.

Intenté soltarme y seguir mi camino hacia mi nuevo amigo, pero no surgió cómo esperaba.

-Jess, no intentes ignorarme más- dijo Matt de nuevo, pero esta vez me pegó un tirón que me hizo mirarle a la cara.

-Si quiero seguir ignorándote, lo haré. Me ha funcionado hasta ahora, ¿no? Déjame en paz- dije de mala gana intentando soltarme.

-No entiendo por qué estás así conmigo- dijo acercándose más.

-¿No es obvio? Me agobias, déjame en paz.

-Esto es por ese tío ¿no? Te ha dicho que te alejes de mi- dijo como si escupiera veneno.

-Yo no le he dicho nada, solo que debería vigilar contigo- miré a la dirección de la voz que se acababa de incorporar a la conversación.

Zed agarró la mano de Matt y la soltó de mi muñeca, la cual estaba enrojecida por la fuerza que estaba ejerciendo.

Matt hizo que sus ojos brillaran en un color violeta como intentando intimidar a Zed. Pero él le retó con los suyos anaranjados.

-¿No sabes pillar ordenes? Déjala en paz- murmuró Zed.

Matt frunció el ceño y milagrosamente se fue.

-Bueno... - Zed me miró con una sonrisa- ¿Nos vamos?

Asentí antes de ir hasta la moto de Zed, ponerme el casco y subirme a esta. Lista para ir a casa de Zed.