Siempre has sido tú ▪ Teen Wolf

14: Ayuda

Cuando llegamos al hospital mi madre nos recibió con una sonrisa.

-Jessica, cariño- sonrió- ¿Qué te trae por aquí? Ya le dije a tu hermano que me trajera él la cena, no te esperaba.

-¿Te acuerdas que hace unos días- le guiñé el ojo- me caí en el bosque y me hice esa herida?

-¡Oh! Sí claro, ¿Cómo no olvidarlo? Me diste un susto de muerte- actuó siguiéndome el rollo.

-Pues... La herida se ha abierto- dije yendo al grano.

-Vale, pues... Ven conmigo que te lo curo- miró a mis amigos- ¿os importa esperar unos minutos?

Todos asintieron. Mi madre me llevó a una habitación libre, me quitó todos los puntos y me cosió de nuevos. Me limpió la herida con un desinfectante y me la vendó.

-¿Cómo es que estas ahora con esos cuatro superchicos?- preguntó con una ceja levantada.

-Scott dijo que no durmiera en casa hoy ya que tenían que hacer algo que no me quieren contar- suspiré- Tampoco podía quedarme en casa de Stiles ya que Scott necesitaba su ayuda. Los chicos y yo íbamos a hacer una fiesta de pijamas, ya sabes... Chapuzón en la piscina, videojuegos y una peli- enumeré con mis dedos.

-Oh, genial. Pues... Tal vez chapuzón no, pero... Los videojuegos y la peli no te vendrá mal para descomectar de todo.

-Si... Pero no puedo quedarme ahí parada pensando en que todos se están jugando la vida.

-Supongo que Scott en algún momento se dará cuenta de que no puede mantenerte siempre alejada del peligro- me puso las manos sobre mis hombros- tú ten paciencia- me acarició la mejilla y me ayudó a levantarme- no hagas movimientos bruscos.

-Vale, mamá- dije antes de darle un beso en la mejilla y salir por la puerta. Matt vino corriendo hacia mi y me abrazó.

-Oh...  Tranquilo fiera- dije entre risas- solo han pasado unos minutos.

-Lo sé- dijo con una sonrisa mientra nos separábamos del abrazo- Por cierto, pienso cuidarte para que te recuperes lo más pronto posible. Me vas a tener todo el día enganchado a ti como una lapa.

-Oh dios- reí- no es necesario.

-Quiero hacerlo.

Antes de que pudieramos salir a la calle empezaron a escucharse varias ambulancias. Varios enfermeros ayudaban a entrar camillas y gente herida.

-¿Qué ha pasado?- pregunté al aire.

Matt miró la pantalla del móbil antes de responder- un accidente múltiple, han cortado las carreteras- me miró de nuevo- deberíamos irnos y no entretener a nadie, parece grave.

-Tal vez necesiten ayuda- murmuré antes de ver a una señora completamente cubierta de sangre, me mareé un poco haciendo que mi cuerpo se desequilibrara un poco- sí, mejor deberíamos irnos- le di la razón mientras él me ayudó a mantenerme derecha.

Antes de hacer nada Scott entró por la puerta. Tenía una bolsa de mi restaurante favorito. Ha comprado comida china sin mi, ya me las pagará.

-¡Scott! Menos mal que estás aquí, me moría de hambre- dijo mi madre con una sonrisa mientras cogía la bolsa de las manos de mie hermano y la dejaba sobre el mostrador. Volvió a girarse a ver a mi hermano- lo siento- le abrazó- estoy muy agobiada, el médico de guardia no ha llegado y no se sabemos si llegará. Estamos desbordados- se separó del abrazo- tu hermana ha llegado hace un rato, se le había abierto la herida pero ya está bien.

Scott se giró y vino hacia a mi, vió a Matthew y sonrió- ¿Cómo te encuentras?

-Mareada, hay mucha sangre alrededor mío- murmuré mientras me recostaba un poco más sobre Matt.

-Deberías llevarla a casa- sugerió mi hermano mirando a Matt- ¿Está lejos tu casa?

-No, está a unas manzanas.

-Pues llévala, no quiero que se desmaye- respondió con su típico tono de hermano mayor autoritario.

Matt asintió y me llevó hasta el coche dónde me ayudó a sentarme y abrocharme para luego hacer lo mismo con él y arrancar.

Scott
-Perdona, ¿podría darme algo para el dolor? Es insoportable- Le preguntó una señora a mi madre.

-Oh no, lo siento, pero el médico aún no ha llegado aún y no puedo darle nada sin saber qué tiene ya que podría empeorar- contestó mi madre con cierta tristeza en su voz.

La señora asintió y se sentó en una silla, yo me senté a su lado - ¿sabe? He leído que aveces el contacto físico ayuda contra el dolor- la tomé de la mano y comencé a desprenderme de su dolor. 

Antes de que la señora pudera decir nada  un grito proveniente de la puerta de entrada del hospital me hizo voltearme. Era Ethan quién traía a Danny con dificultad.

Me acerqué al hombre lobo y ayudé a sentarlo en una silla.

-¿Qué le has hecho?- chillé dándole un leve empujón.

-Yo no he hecho nada- mi madre llegó y comenzó a revisar a Danny- estabamos tranquilamente y entonces empezó a decir que le dolía el pecho y que no podía respirar- dijo Ethan al borde del pánico. Justo después de que acabara de hablar Danny vomitó.

Miré el vomito con algo de asco hasta que me di cuenta de algo -Muérdago- murmuré al ver esa planta.

-Tiene la laringe desplazada- nos informó mi madre.

Llegamos a una habitación de urgencias. Ethan y yo dejamos a Danny sobre la camilla.

-Está bien... Tú- señaló a Ethan- coge las tijeras y corta la camiseta. Scott, dame la jeringuilla de ese cajón- dijo señalando el cajón nombrado.

Hice lo que me pidió mientras que Ethan rompía la camiseta de Danny con sus propias manos. Le di la jeringuilla a mi madre y ella tocó un poco el pecho de Danny.

-Mamá, se muere- dije yo.

-Lo sé- antes de que pudiera decir nada más mi madre clavó la jeringilla dónde había tocado antes, la destapó completamente.

Mi madre esperó unos segundos hasta que Danny pudo respirar con calma - gra-gracias- murmuró este.

-Eso a sido increíble- dije con asombro mirando a mi madre.

~Salto temporal~

-Juro que no le hice nada- murmuró Ethan una vez salimos deo hospital.

- Lo único que sé es de que en cuanto aparecistéis tu hermano fue a por Lydia y tú a por Danny.

-Danny no es el objetivo, es Lydia. Ella es la que es más cercana a vuestra manada. Por eso la necesitamos-.

Antes de que pudiera decir nada un coche conducía dándo tumbos hasta que chocó con otro coche que estaba aparcado.

Sin pensarlo dos veces corrí hacia este para ver si el conductor estaba bien. Lo que me sorprendió fue que el coche estaba vacío, nadie lo había conducido.