Siempre has sido tú ▪ Teen Wolf

12: No ser nadie

Stiles
-Ethan, hazme un favor- dije de mala gana aunque sabía que si quería encontrar a mi novia debería pedirle ayuda- Necesito que rastrees a Jessica.

-¿Jessica McCall?- preguntó incrédulo- ¿Para qué?

-No la encuentro por ningún lado y... tengo el presentimiento de que le ha pasado algo- suspiré- no te lo pediría si no estuviera tan desesperado.

-Pues... dame algo suyo- asentí e hice un gesto para que me siguiera hasta mi cuarto. Cogí un peluche con forma de osito pequeño que le regalé cuando tenía cuatro años. Sé que siempre lo lleva encima porque la ayuda cuando está nerviosa, pero nunca lo saca de su mochila.

Este me miró raro pero olfateó el peluche igualmente. Unos segundos más tarde ya había captado el olor y nos estaba guiando hacia una habitación vacía.

Siguió su camino hasta el baño y ahí estaba ella, en una bañera, tumbada bajo el agua, inconsciente. Tenía una especie de caja encima de ella para impedir que se levantara. Sé que no se lo ha hecho ella misma por el moratón que tiene el la cara y porque conozco a Jess lo suficiente como para saber que es imposible que hubiera levantado esa caja.

-Oh dios- Oí murmurar a Lydia.

-Chicos ayudadme- dije posicionandome al lado de la caja para intentar levantarla. Ethan nos hizo apartarnos para levantar él solo la caja con su fuerza de hombre lobo.

Saqué a Jess de la bañera, no respiraba. Levanté un poco su cabeza para que así sus fosas respiratorias se abrieran. Puse mis manos sobre su pecho y traté de reanimarla.

-Vamos Jess- Ya iba por mi segundo intento de boca a boca- no me dejes por favor.

Apreté un poco más en su pecho hasta que al final expulsó el agua de sus pulmones. Podía ver que estaba aterrorizada. La abracé contra mi pecho mientras ella sollozaba.

-Shhh... estoy aquí, estás a salvo... estoy aquí- susurré mientras acariciaba su esplada en un gesto de intentar calmarla.

-¿Quién te ha hecho esto?- preguntó Allison arrodillándose a nuestro lado. Yo la miré mal pero no intervine, también quería saber quién había hecho esto para poder matarlo.

-Ha-ha, si-sido S-scott...- Todos nos miramos entre nosotros extrañados, es imposible que Scott haya hecho eso, él adora a su hermana- S-su mirada era dis-di-distinta. Parecía otro. Pri-primero me golpeó y-y desperté bajo el a-agua- dijo esto último en un susurro que solo yo alcancé a oír.

-Debe haber algo en este hotel- pensé en voz alta.

-En la recepción había un número que según la dueña eran de suicidos cometidos. Eran 198, pero cuando Alli y yo hemos bajado el número cambió a 201- explicó Lydia.

-Lo que quiere decir que hoy sucederían tres suicidios- añadió Allison.

-Tenemos que encontrar a Scott- dije mirando a Jess quién tiritaba por el hecho de solo llevar ropa interior y mi camiseta, encima toda su ropa estaba empapada - Empezad vosotros por abajo, yo acompañaré a Jess a nuestra habitación para que se cambie. Os buscaremos después- ordené. Todos asintieron y marcharon.

Ayudé a Jessica a que se levantara y nos dirijimos a la habitación nombrada. Mientras ella se secaba con las toallas yo le dejé mi jersey de lacrosse a su lado y busqué unos pantalones.

-Aquí tienes- ella asintió. Sin ni siquiera cerrar la puerta del baño se cambió enseguida.

-Vamos a buscar a mi hermano- dijo una vez salió del baño.

Comenzamos a caminar por la planta de abajo. Pude ver como Jess se tocaba la zona de la herida pero trataba de hacer como que no le dolía nada.

-¿Estás bien?- pregunté en un susurro. Ella se limitó a asentir y seguir caminando.

Lydia
Stiles y Jess llegaron con nosotras en la búsqueda de Scott, Ethan decidió ir a buscar a su hermano y ayudar a otros aunque fueran de la manada rival.

-¿Dónde estará?- oí murmurar a Allison mientras andamos con cuidado por el hotel.

Caminamos por unos minutos, me atrevería a decir que horas. No le encontrábamos por ningún lugar y eso que habíamos recorrido todo el Motel.

Finalmente le encontramos cerca del autobús. Al rededor de él, en el suelo había un líquido el cual olía a gasolina. Scott tenía en su mano una bengala encendida y amenazaba con tirarla al suelo.

-Scott...-Oí murmurar a Jess. Después la vi correr hacia su hermano, detrás de ella se encontraba Stiles. Él trataba de pararla pero ella no le hacía caso, solo corría - ¡Scott! No lo hagas- trató de persuadir, pero no funcionó ya que Scott estaba como ido.

-¿Scott?- preguntó Allison tratando de llamar su atención.

-No hay esperanza- murmuró este.

-¿A qué te refieres Scott? Siempre hay esperanza- contestó ella

-No para mi, no para Derek.

-Lo de Derek no fue tu culpa, sabes que no lo fue.

-Cada vez que intento defenderme, las cosas empeoran, la gente sigue haciéndose daño, sigue siendo asesinada- habló con la voz rota.

-Escúchame- dijo Stiles poniendo a Jess detrás suyo y caminando hacia Scott- este no eres tú, es alguien dentro de tu cabeza que te dice que hagas esto ¿vale?

-¿Y si no lo es? ¿Qué pasa si soy yo?- contestó a punto de llorar- ¿Y si hacer esto es lo mejor que puedo hacer por los demás?-de sus labios salió un pequeños sollozo- Todo comenzó la noche que recibí el mordisco ¿Recuerdas como era antes de eso? ¿Tú y yo? No éramos nada, no éramos conocidos, no éramos buenos en lacrosse, no éramos importantes, no éramos nadie. Tal vez debería volver a no ser nadie, nadie en absoluto.

-Scott, ahora escúchame tu a mi, no digas que no eres nadie, sí que eres alguien, Scott eres mi mejor amigo y te necesito. Eres mi hermano ¿De acuerdo?- Scott asintió- Pues si vas a hacer esto vas a tener que llevarme contigo- le cogió la bengala delicadamente y la lanzó, haciendo que esta callera a milímetros de el charco.

Desafortunadamente el viento hizo que la bengala rodara e incendiara el charco- Stiles en un movimiento rápido tumbó a Scott en un lugar seguro de las llamas. Allison hizo lo mismo con Jess y conmigo.

Levanté la mirada un poco y pude ver a un ser desconocido, tenía la cara desfigurada y con arañazos. Entonces desapareció entre las llamas.

Siento como que he tardado siglos en actualizar y lo siento mucho!! No me matéis.

Espero actualizar pronto!!