34: No es de fiar

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Scott
Nos encontrábamos todos juntos en mi casa investigando sobre qué podía pasarle a Jessica. Qué era Hydka y cómo podía controlarlo.

-Esto es inútil- murmuró Lydia- nos deberíamos centrar en la manada de alfas, en vez de centrarnos en Jess, con el tiempo será capaz de controlarlo, solo debemos dejar de agobiarla.

-Pero sigue siendo peligroso, Lydia.

-Hoy no ha pasado nada, creo que deberíamos confiar con ella. Y decirle a Matthew que la deje tranquila en vez de estar todo el rato encima- dijo Lydia de nuevo mirándonos a los demás - ¿no os molesta? Que lo tenga todo el rato encima... No la deja ni respirar.

-Lydia, ya- dije yo a tono de advertencia tratando de centrarme en la página que estaba leyendo.

-Es que no me cae bien, las cosas se empezaron a complicar desde hace mucho, todo iba bien hasta que aparecieron los alfas... ¿Y luego nos topamos con demonios? Por no decir que es extraño que Jessica rompiera con Stiles.

-¿Qué tratas de decir con eso? - preguntó Stiles levantando la mirada del ordenador.

-Pues que sí, no la has estado tratando bien durante las últimas semanas, pero conociendo a Jessica, sé que si quisiera realmente romper contigo, lo habría hecho cara a cara, no por teléfono. Además, vino al instituto con Matthew al día siguiente y él no la dejaba en paz- suspiró- no sé, me da la sensación de que Matthew la está manipulando de alguna manera. Desde que se convirtió el Tanhyd o lo que sea que es, tiene un... aspecto y comportamiento más frío y oscuro.

-¿Crees que Jess rompió conmigo por culpa de Matthew? - Lydia asintió.

-Antes, cuando salíais, era obvio que Matthew estaba coladito por ella, pero nunca quiso actuar, osea, aprovechaba las oportunidades que tenía para estar cerca de ella, pero no hacía nada más.

-Entonces, ¿dices que Matthew quiere a Jess para algo? ¿Algo relacionado con los Tanhyds?

-Sí, ¿Si no por qué se habría esmerado tanto para entrometerse entre Stiles y Jess? Está claro que quiere algo.

Todos nos quedamos un segundo pensado en lo que Lydia acababa de decir... No era tan descabellado cómo parecía.

-Deberíamos vigilar a Matthew- dije de un suspiro.

-Por cierto- dijo Allison - ¿y Jess? ¿Dónde está?

-Ni idea, ha venido hoy a buscarla al instituto un tío,  me sonaba de algo, pero ahora no soy capaz de decir de qué- dije.

-¿Creéis que puede estar en peligro? - preguntó esta vez Isaac.

-No lo creo, parecía agradable e inofensivo.

-¿Cómo Matthew?- dijo de nuevo Lydia alzando una ceja.

Entonces, como si fuera algún tipo de señal, alguien comenzó a aporrear la puerta de entrada.

Nos miramos confusos. Si fuera Jess o mi madre entrarían sin problema, y no esperábamos la visita de nadie.

-Voy a ver quién es- dije antes de levantame e ir al piso de abajo.

Cuando abrí la puerta me sorprendí al ver quién estaba ahí parado en frente de mi.

-¿Ha vuelto Jess a casa? - preguntó mirando  alrededor.

-No, ¿Por qué la buscas? - Cerré un poco la puerta, lo que creo que malinterpretó ya que entró directamente- Matthew, te he dicho que no está.

-Tenemos que buscarla.

-¿Por qué? - pregunté alzando una ceja.

Entonces me cogió el brazo, vi como sus ojos verdes se tornaron de un color violeta intenso y de repente ya no estábamos en casa, estábamos en un bosque.

Escuchaba gritos, pero no veía a nadie.

Había un camino de sangre, el cual guiaba hasta una cabaña con una ventanita en la puerta. Me asomé en la ventanita, cuando vi a mi hermana cubierta de sangre en el suelo...

De golpe volvíamos a estar en casa. Miré a Matthew.

-¿Qué era eso? - le pregunté.

-Jessica está en peligro- dijo sin más.

Escuché a los demás que bajaban las escaleras.

-¿Qué pasa? - preguntó Allison. Me había leído la cara.

-Jess está en peligro- repetí las palabras de Matthew.

Empezamos a planear cómo llegar allí, parecía que Matthew conocía esa zona del bosque a la perfección.

-No es por desconfiar de ti... Pero... ¿Como podemos estar seguros que 'tu visión" es algo real? - preguntó Lydia incrédula. Está claro que no se fiaba de él.

-Deberíamos llamar a Derek- dijo Isaac.

-No, Derek se está ocupando de la manada de Alfas, nos debemos ocupar de esto por nuestra cuenta- dije yo.

-Bien... Pues vayamos.

Cogimos todos nuestros coches y fuimos directos a la zona de la visión de Matthew.

En el Jeep de Stiles estábamos Stiles al volante, Matthew de copiloto y Lydia y yo en los asientos traseros.

Paramos cuando vimos la moto del chico que recogió a Jess tirada en el bosque.

Isaac y yo estábamos preparados para atacar, Allison tenía su arco cargado, Stiles estaba con un bate y Lydia estaba lista para gritar.

Cuando abrimos la puerta nos encontramos con todo lo contrario de lo que esperábamos...

Siempre has sido tú ▪ Teen WolfWhere stories live. Discover now