Siempre has sido tú ▪ Teen Wolf

16: Deaton

Jess
-Stiles, para, ¿que haces? Tenemos que entrar al instituto- dije soltándome de su mano.

-No vas a ir a clase con ese- murmuró.

-Stiles... Qué estés celoso no quiere decir que- me interrumpió.

-No estoy celoso- dijo a la defensiva- solo pienso que es un idiota que no se debería acercar a mi chica.

-¿Y por qué?- pregunté cruzándome de brazos.

-Pues porque... Es mejor que yo en todo... Bueno, él no tiene mi cerebro ni mi sarcasmo pero él es mucho mejor que yo.

-Que equivocado estás sarcástico mío- dije divertida- él no es nada comparado a ti. Stiles, nos conocemos de hace muchísimo tiempo, créeme, sé como eres a la perfección. Puede ser que hayas cambiado físicamente, cosa que no me quejo, pero sigues siendo el mismo que jugaba conmigo a las fiestas del te, sigues siendo el mismo que me compraba ositos de peluche por mi cumpleaños, el mismo que hacía que me hacía rabiar una y otra vez, el mismo que me hacía ver películas de terror solo para abrazarme, el mismo que me dejaba jugar a videojuegos cuando mi hermano no me dejaba ... Stiles, sigues siendo el mismo chico del que me enamoré y te juro que eso nunca cambiará porque... Amor mío, estamos destinados a estar juntos para siempre. Así que no tienes porqué estar celoso.

-Dios...- me estrujó en sus brazos- ¿Por qué he tardado tanto tiempo en pedirte que fueras mi novia?

-Bueno... Puede que San francisco se metiera en medio de nosotros- besé su mejilla- ¿vamos a clase? Seguro que ya hemos llegado tarde.

-Venga vamos- dijo con una sonrisa.

Caminábamos por el solitario pasillo tomados de la mano. Una vez llegamos a mi clase, llamé a la puerta y entré. El profesor me miraba mal hasta que Stiles dijo -Ha sido mi culpa, lo siento- para depués dirigirse hasta su clase.

Stiles
Cuando llegué a mi clase nadie estaba sentado ni el profesor estaba. Me dirijí al asiento de al lado de Scott.

-¿Estás bien?- preguntó preocupado.

-Sí, no sé que me pasó realmente. Perdí el control por completo.

-Y que lo digas. Por cierto, ¿sabes algo de lo de ayer?- antes de que pudiera contestar la profesora de sustitución entró.

-Buenos días. Como sabéis el señor Harris sigue desaparecido, es decir... Enfermo. Así que de momento voy a sustituir hasta que encuentre otro sustituto más cualificado que pueda ocupar mi lugar- la profesora seguía hablando.

-Oye- murmuré a Scott- mi padre me dijo que el médico de guardia que encontraron no le extrangularon pero sí que murió ahogado, no saben cómo pasó.

-¿Y la médica de guardia sigue viva?

-No lo sé, pero en ese hospital hay por lo menos veinte médicos... Cualquiera de ellos podría ser el siguiente.

Scott iba a decir algo pero su movil sonó, contestó lo más rápido que pudo ya que sinó la profesora se lo quitaría.

Cuando colgó me miró preocupado.

-Deaton- se limitó a decir para después salir corriendo. Rápidamente entendí lo que pasaba, salí de clase y llamé a mi padre.

-¿Stiles? ¿Qué quieres? Hijo, estoy trabajando.

-Alan Deaton está en peligro, está en la clínica veterinaria.

Jessica
-Sstt, Jess- escuché que susurraba Matt detrás mío, opté por ignorarle- Jess, lo siento.

-Que lo sientas no significa que no seas un capullo- susurré de vuelta girándome para mirarle con cara de desprecio.

-No sé que me pasó, de verdad, no lo sé, me entraron celos y...- le interrumpí.

-¿Celos de qué?- pregunté confusa.

-No importa- dijo a lo bajini mientras volvía a escribir en su cuaderno.

-Eres idiota- mascullé volviendo a mi cuaderno.

Trataba de hacer mi mapa conceptual de biología mientras la profesora contestaba dudas.

-Hola Jess- dijo Owen con una sonrisa mientras se sentaba a mi lado. No le contesté - Jess... que este- miró a Matt- sea gilipollas no quiere decir que tengas derecho a enfadarte con nosotros.

-No estoy enfadada, solo no quiero hablar del tema.

Owen me seguía hablando pero le dejé de escuchar en cuanto vi a mi hermano corriendo por el pasillo gracias al cristal de la puerta de la clase. Instintivamente me levanté de mi sitio y corrí fuera de la clase tratando de seguir a mi hermano, aunque como corría más que yo por su velocidad de hombre lobo. Paré de correr, coloqué mis manos sobre mis rodillas y traté de controlar mi respiración.

-Debería de hacer más cardio-  murmuré sin aliento.

-¡Jess!- La voz de Stiles resonó por el solitario pasillo- ven conmigo- dijo una vez llegó a mi altura, me tomó la mano y empezó a correr hasta su jeep. Una vez nos sentamos en el coche él condujo a toda velocidad.

-¿Qué pasa?- pregunté preocupada.

-Deaton es el siguiente- dijo pisando a fondo el acelerador.

-¿El siguiente de qué?

-Te lo contaré luego- dijo serio.

Tras unos diez minutos llegamos a la clínica veterinaria donde se encontraban mi hermano y el sheriff con otros dos policías.

-¡Stiles! ¡Jessica! ¿Qué hacéis aquí?- preguntó mi hermano viniendo hacia nosotros.

-Llamé a mi padre- respondió Stiles.

-Yo te vi corriendo por los pasillos y me preocupé, además quería alejarme de las interrogaciomes de Owen sobre Matt- murmuré lo último- ¿Podéis explicarne qué pasa?

-Aquí no- murmuró mi hermano para llevarnos a una habitación llena de jaulas- La gente está desapareciendo.

-Y son sacrificios humanos, al principio eran vírgenes y luego fueron sanadores, Deaton es el siguiente- terminó Stiles.

-¿Tu jefe?- le pregunté a mi hermano, este asintió- ¿creéis que haya alguna posibilidad de que esté vivo?

-Supongo que sí lo estará, la pregunta es ¿dónde?- respondió mi hermano, vi que Stiles miraba a su padre quien tenía expresión de desconcierto y estrés.

-Deberías decírselo- le dije a Stiles.

-No, le pondría en peligro y no pienso perder a mi padre, ya perdí a mi madre y no puedo perderle, a los dos no- dijo con tristeza, no pude evitar envolverle en mis brazos- está muy estresado.

-Está estresado porque no entiende lo que está pasando, no sabe como proteger a su gente- dijo mi hermano- es mejor cuando lo saben.

-Scott, cuando se lo dijiste a tu madre no te habló durante una semana- murmuró Stiles.

-Ya pero después nuestra relación se hizo mucho más cercana.

-Se lo diré cuando sea oportuno- murmuró estrechándome en sus brazos.

Escuchamos una voz femenima que hablaba con el padre de Stiles. No sé quién era esa mujer pero estaba claro que Scott y Stiles sí.

Una vez la policía se fue la mujer habló con nosotros de que si queríamos salvar a su hermano que debíamos hacer tal cosa y tal otra y blah blah blah. Vale sí no le presté mucha atención. Me dediqué a todo el rato en el que hablaba a pensar cómo hacer las paces con Matt ya que odiaba pelearme con él.