I don't need a gangster •Uchiha Obito•

31.-Determinación

                  •ADVERTENCIA•
-El siguiente capítulo cuenta con lenguaje explícito, violencia psicología un escenario poco común que podría ser sensible para algunos lectores se recomienda discreción-

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Todo estaba cubierto completamente por un hermoso manto color blanco siendo acompañado con una fuerte ventisca el frío era algo tan palpable estar fuera no parecía buena opción, dentro de una pequeña cabaña se encontraba la chimenea encendida brindando calor a todos los habitantes, un par de ojos azules pertenecientes a una pequeña niña se encontraban observando por la ventana como caían uno a uno los pequeños copos de nieve sonreía con bastante alegría mientras sus mejillas estaban sonrojadas por el clima, un gorro tonalidad rosa cubría parte del flequillo castaño perteneciente a esa niña estaba tan entretenida viendo la belleza de aquella tormenta que sonreía libremente mostrando sus dientes.

-Adi -Se escucho el sonar de una masculina voz llamándola- acércate para que calientes algunos malvaviscos -Le invito.

-Si -Hablo con alegría alejándose de la ventana- dame uno rosa Dom -Se arrodilló cerca del fuego.

-Adela siempre pides los rosas -Contesto un niño rubio- te los terminarás todos tu sola -Reprocho.

-Si eso pasa -Pronuncio una femenina voz- tenemos más -Movió una bolsa llena con bombones tonalidad rosa.

-Mamá sin duda eres la mejor -Sonrió esa pequeña poniéndose de pie para acercarse a abrazarla.

-Siempre estas preparada Gretta -Pronuncio aquel alto hombre rubio.

-Tío George -Hablo el niño pequeño- Navidad está cerca cuéntanos una historia -Se acerco mirándolo sonriente.

-Si anda -La niña con ojos azules lo miro tiernamente colocándose a un costado de Dom.

-Lo haré -Sonrió- sólo si Gretta nos canta una canción al calor de la chimenea -Levanto su mirada observando a esa mujer rubia.

-De acuerdo -Se acerco a los niños- es una de las favoritas de Adela -Acaricio la mejilla perteneciente a su hija.

Gretta sonrió mirándolos sus rosados labios se abrieron lentamente comenzando a entonar un cantó su tono era agradable a los oídos de los niños Dom cerró sus ojos meneando levemente su cabeza, mientras las orbes azules pertenecientes a la pequeña castaña brillaban mirando con atención a esa mujer con melodiosa voz. Una sonrisa se dibujo sobre los labios de la joven que mantenía sus ojos cerrados teniendo un momento de paz aún en la situación tan deplorable que se encontraba.

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Estación de Policía

Después del incidente ocasionado en la sala de interrogaciones, Obito recibió un llamado para presentarse con Fugaku no se podía permitir pasar por alto el comportamiento de sus subordinados.

-Tu reacción fue bastante incorrecta -Hablaba el jefe de policía- es culpable tienes razón pero eso no te justifica para golpearlo -Fugaku miro a Obito.

-Tiene razón -Reconoció su error- me disculpó -Su postura se mantenía firme.

-Después habláremos sobre tu sanción -Presiono un botón del teléfono- por favor que entre -Hablo por la bocina.

-¿Me mandaste llamar? -La voz perteneciente a un joven con cabello arreglado en una baja coleta apareció.

-Si -Asintió Fugaku- tomen asiento ambos -Ofreció lugar a su hijo y sobrino- estamos lidiando con una organización bastante grande -Comento.