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Habían transcurrido tres semanas desde que la joven alemana había despertado del coma inducido y dos de haber dejado el hospital. Aun cuando llevaba muletas, las articulaciones en su pierna habían mejorado bastante y sus movimientos eran más certeros, pero debía seguir asistiendo a la rehabilitación al menos una vez por semana.

-¿Te duele si hago esto? -Exclamo un hombre de cabellos azabache de pulcra bata blanca mientras presionaba ambos lados de su rodilla con sus dedos.

-Muy poco -Ella respondió mientras arrugaba levemente la nariz.

-Permítame decirle señorita que si hoy decide dejar de utilizar las muletas puede hacerlo -Se incorporó y colocó su estetoscopio sobre el pecho de la joven con cabellos claros- inhala -Le pidió amablemente.

Adela siguió cada una de las instrucciones que el joven doctor le indicaba para tener un reporte completo sobre su recuperación. Era un caso que particularmente, se había tomado personal.

-Todo en orden -Una sonrisa se dibujó en su rostro y la observó- ¿Tomaste alguna terapia? -Pregunto repentino.

-Solo cuando vengo contigo Shisui-Kun -Sus ojos azules lo observaron con ingenuidad- estoy emocionada realmente de dejar las muletas -Sonrío mientras ladeaba la cabeza.

-Claro que si -Sonrío de forma agradable- pero, me refería a terapia psicológica -La observó con detenimiento- fue una situación traumática la que viviste -Ser directo no era un problema para él, además de que le preocupaba su paciente.

-No realmente -Hablo jugando con sus dedos- el apoyo moral que me han dado todos me a bastado -Sonrío ampliamente- a pesar de estar en una tierra extranjera, me siento segura y tranquila -Un leve rubor se produjo sobre sus mejillas.

-Me alegra escuchar eso señorita Kent -La observó haciendo un leve gesto con su cabeza.

La sonrisa continuó en el rostro de la joven que tenía una alta coleta sosteniendo su cabellera. Lejos de ese hospital y con un selectivo número de personas se llevaba acabo el juicio de los hombres que habían atentado contra la vida de aquella joven y que contaban con innumerables cargos en su contra. El juicio había tenido un retraso por la delicada situación física de uno de los involucrados pero ahora que se mantenía estable la sentencia estaba por ser dictada. El jurado fue seleccionado cuidadosamente, en cada una de las puertas se encontraban policías altamente preparados resguardando la seguridad en la corte. Después del debate que tuvieron ambas partes la defensa y el demandado, presentación de pruebas y situaciones, la sala se quedó en completo silencio para escuchar la decisión del juez.

-Por la crueldad de sus crímenes que atentan contra el prójimo, al líder de la organización Ginkaku es sentenciado a sesenta años de años en prision sin derecho a fianza -Hizo una breve pausa para continuar- se le consideró especialmente violento por los crímenes cometidos al atentar contra la vida de una joven extranjera poniendo en riesgo el nombre del país y atentando en diversas ocasiones contra sus hermanos de nacionalidad se le declara cadena perpetua a Kinkaku sin posibilidad a apelaciones futuras -El juez dejó caer el pequeño mazo para dar autoridad a su decisión.

Los nuevos reclusos perdieron los rastros que les quedaba de cordura para acabar con gritos a su abogado defensor. Quien realmente no podía hacer nada contra tales acusaciones, el odio y la rabia en ambos hombres era palpable. Sin embargo nada podían hacer ya, toda su organización fue desmantelada y algunos de los que le sirvieron decidieron hablar a cambio de una reducción en su sentencia. Los hermanos oro y plata como eran conocidos en el bajo mundo, fueron llevados por policías para que cumplieran su sentencia, los gritos de ambos se perdieron a lo lejos dejando aquel lugar en completo silencio.

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⏰ Last updated: May 12, 2020 ⏰

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I don't need a gangster •Uchiha Obito•Where stories live. Discover now