Capitulo 3:

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     Enfada y resignada no le quedo de otra que caminar hasta la barra y sentarse en unos de los taburetes frente a esta, pidió una bebida al barman y mientras espera sigue mirando a su alrededor, no es consiente cuando el barman trae su bebida sino es por la presencia de un chico que se lo hace saber.

- ¿No piensas tomarte eso?, es raro en ti Liz – dice la irritante voz (para ella) del causante de su odio a las fiestas.

- Eso no es tu jodido problema John – dice con el odio teñido en su voz.

- Siempre tan grosera pero no importa – dice haciendo un ademan con la mano restándole importancia. - ¿bailarías conmigo? – pregunta extendiendo su mano derecha hacia ella.

- ¡JAJAJA! – ríe amargamente - ¿es en serio lo que pides? – pregunta divertida Liz por el escepticismo del chico que se encuentra delante suya.

- Si – responde con una ceja levanta.

- Pues no y menos por lo que me hicisteis pasar en la secundaria - dice Liz cruzándose de brazos ya más que molesta.

- Por favor Liz, ¿seguirás con eso? – dice John irritado. – lo que me hicisteis tu ¿no cuenta como venganza? – pregunta de brazos cruzados esta vez John.

- No – responde Liz volviéndose al frente de la barra para beber su bebida y recordar lo estúpida e ingenua que era antes.

     Era en su último año de secundaria para ser específicos en la fiesta de graduación donde tuvo que experimentar una de las experiencias más vergonzosas y humillantes de su vida.

     Cuando Liz entro en la secundaria era obesa y eso la hacía un objetivo de burla para sus compañeros, eso a ella la encerró por completo a tal punto de no hablar con nadie. Al cabo de unos meses se le acercó un chico de tez moreno, ojos amarillentos y cabello oscuro bastante guapo, ella se encontraba sentada debajo de un árbol cuando el apareció, lo miro extrañada, pero lo ignoro imaginando que se burlaría de ella como los demás, pero para su sorpresa no fue así.

- Hola mucho gusto, soy John Henry – dice el moreno mirándola con una sonrisa que derretiría a cualquiera.

- ¿Estás hablando conmigo? – pregunta anonada Liz mientras se señala.

- Claro, ni modo que con el árbol – dice sarcástico el tal John.

- ¿ok? El mío es Liz Mitchell – dice un poco más confiada ella.

- ¿Puedo sentarme? – pregunta John señalando un lugar vacío a su lado.

- Claro – responde tímida cerrando el libro que leía.

     Al sentarse John fija su vista en el libro de psicología que leía Liz, uno que casualmente es su favorito. Al cabo de un tiempo sin saber que decir, se decide por preguntarle sobre el libro.

- ¿Y te gusta leer? – dice John mirándola de perfil.

- Oh si, me encanta – responde Liz algo tímida.

- ¿Y te gusta la psicología?

- Si también me encanta, es la carrera que estudiare – dice ella más confiada y entusiasmada.

- Oh que genial, a mí también – dice John entusiasmado al igual que Liz – de hecho, el libro que lees es mi favorito.

- Wow ¿en serio? me parece estupendo – dice Liz cada vez más entusiasmada y se voltea para verlo de frente – pensé ser la única.

Una Aventura con mi PacienteWhere stories live. Discover now