Capítulo 37

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     Estas minis vacaciones con su abuela ha mejorado su estado emocional, la crisis de ansiedad, preocupación y miedo se le han pasado gracias a las actividades que realiza con su abuela, descubrió que era una buena costurera, también aprendió a bordar, hizo toda clase de cosas que lograron despejar su mente.

Estas últimas dos semana solo ha evitado el contacto con el resto del mundo desde que se fue a su pueblo natal no revisado su celular y ahora que le toca irse siente de nuevo ansiedad y preocupación, su abuela a estado alegre de su visita, pero no para de preguntar que la hizo venir, no sabe cómo explicarlo porque ni ella misma lo entiende, sabe que debe hablar con André, pero no sabe cómo hacerlo ni siquiera sabe cómo explicárselo a su abuela como se supone que se lo explique a él.

Salió de la casa de su abuela y parada frente a la puerta inhalo mucho aire y lentamente fue exhalándolo, sintió esos ojos, esos ojos que la habían amenazado la noche anterior en que decidió ir, esos ojos negros gélidos que le hicieron jurar que se alejaría de él, esos ojos que la siguieron todo el viaje hasta su tierra natal, esos ojos que asechan sus sueños, esos ojos que calculan cada uno de sus paso, no estaba segura de quién se trataba solo había visto sus ojos, unos ojos que jamás se le iban a olvidar, no sabía si su abuela los había sentido como ella, era un largo viaje y se dijo que era mejor volver rápido y esconder igual de rápido, tenía mucho miedo eso no lo puede negar, esperaba llegar y terminar con todo esto.

Al llegar a Nueva Jersey su amiga la estaba esperando, se saludaron rápido y guardaron las maletas, en seguida lo primero que pregunto Melanie era la pregunta que menos quería responder.

- Liz en serio, dime ¿Por qué te fuisteis?

Suspiro con cansancio y se dijo que lo mejor era desahogarse y así lo hizo.

- La noche anterior antes de irme, cuando André y tú no pudieron buscarme en el trabajo, tome el bus y como era tarde el único que quedaba me dejaba a dos manzanas de la casa así que mientras caminaba un brazo me rodeo la cintura mientras que con la otra mano me clavaba un cuchillo justo en la costilla, era un hombre bastante alto y fornido, no pude ver su rostro lo tapaba con una capucha y las tenuas luces de la calle dificultaban mi vista también porque él no se dejaba ver, el hombre dijo:

- No grites, no hables y si alguien pasa actúa como si nos conociéramos ¿entendido?

- Si – me salió más como un susurro

- Bien muñequita, esta es la cosa, sé muy bien dónde vives, se también donde vive tu abuelita, se dónde están tus desinteresados padres, se dónde viven cada uno de tus amigos, los gemelitos Jake y Kyle que desde mi punto de vista parecen Gays y tu amiga Melanie no esta tan mal que digamos – eso ultimo lo dijo de un modo pervertido que realmente me pareció asqueroso – la razón de porque estamos hablando así en este momento es porque conoces a André Hamman ¿cierto?, bien no sabe falta que responda porque eso también lo sé, la cuestión es que le estas dañando los planes a mi jefe y eso lo enfureció, sé que es muy difícil que alguien no se fije en ti amorcito – volvió a usar ese asqueroso tono – y si tú no te alejas del Sr. André tendré que hacerte recapacitar a las malas y eso me lleva a recordarte que se dónde viven tus seres queridos, mi jefe solo quiere que no tenga una relación amorosa con André porque él ya está comprometido antes de que tú apareciera con alguien más así que no es necesario decir que tu presencia estorba.

- Termino de hablar y ya habíamos llegado al recinto, me acorralo contra la pared y me miro a los ojos y fue ahí donde vi unos grandes, oscuros y gélidos ojos negros y me dijo:

- Quiero que no olvides estos ojos porque ellos son los que te asecharan de ahora en adelante y ahora juradme que te alejaras de André y que no tendré que matar a nadie – me dijo en una gélida voz gruesa y lo único que pude hacer fue asentir, mala idea. - ¡No asientas dilo! – me lo dijo con reclamo, pero en susurro.'

- Si, si lo juro – lo dije casi al borde del llanto y desde ese día esos ojos me asechan y aun lo hacen...

Melanie no había hablado y solo escucho con atención y su reacción fue girar de vuelta.

- ¿Adónde vamos? – pregunto Liz.

- A esconderte ... André esta en nuestra casa preparándote una sorpresa para pedirte que seas su novia, pero si eso ocurre y te hacen daño prefiero evitarlo, sé que no querrás verlo, sé que te gustaría decirle que sí, pero dadas las circunstancias eso es imposible, yo hablare con él no le contare la historia, pero si le diré que cortaron

- Gracias – dijo Liz sin saber que debía responder.

Melanie la llevo a casa de los gemelos y fue directo al departamento que ambas compartían y en donde André esperaba ansioso a Liz. No se sabe que fue lo que Melanie le dijo a André para que se fuese y recogiese todo, lo único que sabe Liz es que se deshizo de él y que había que evitarlo, Liz pidió unas vacaciones que siempre se negó a tomar y le dijo a su jefa que dijese que se fue, no respondía su celular y no salía de casa y aun así esos ojos la seguían asechando.

Que fue de André, pues... él se la pasaba todo el tiempo llamando y escribiendo a Liz, todos los días tocaba la puerta de su casa, la busco en su trabajo y no creyó nada de lo que le dijeron, sus días era pasársela ebrio, se volvió más agresivo y estaba deprimido, sus hermanitos ya no lo veían y a medida que pasaban los días se creaba odio en su corazón, toda esa estupidez que le dijo Melanie acerca de que Liz no lo quería, que a Liz le gustaba Jake, que Liz estaba mejor sin él no se lo tragaba sabía que había algo más porque aun así ella no le respondiera los mensajes ni las llamadas las veía y muy bien sabía que ella estaba mal, no se lo dijo ella de frente y eso lo hacía dudar de la historia de Melanie, sus días se volvieron fríos y se arrepintió de haber dejado entra a Liz en su corazón porque si bien su primer amor le hizo daño y él decidió cerrarse porque se abrió a ella, la creía tan diferente y con esto le salió, quería evitar crecer el rencor en su corazón y tener la esperanza de que Liz le diría la verdad, pero cada día que pasaba eso era imposible.

Liz por su parte solo lloraba y su vida era deprimente, lo quería con ella, pero el miedo a perder alguien de su familia la hacía retener el impulso de contarle todo a André, leía cada mensaje que él le enviaba y escuchaba cada llamada de voz, le herían cada palabra de odio que él sentía y decía sin pensar, pero no sabía qué hacer, si era mejor alejarse y mantener viva a su familia o contarle todo y arriesgarse a perderlo todo...

<3

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Frase del día: - "Nada nunca es lo que parece" –

Fin

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continuara... 

Una Aventura con mi PacienteWhere stories live. Discover now