Una Aventura con mi Paciente

Capítulo 30:

    Luego de haber dejado a Liz en su trabajo, André decidió que era mejor enfrentar los problemas que obviamente tenía con sus padres, sabía que su madre haría un espectáculo, peguntándole ¿que donde había estado, que donde había dormido, que porque no llego a casa?, toda esa fachada para hacerse pasar por una madre preocupada y protectora.

    De camino a su casa exhalaba y exhalaba pesadamente, con el fin de relajas, porque extrañamente al separarse de Liz, se tensó, toda la paz que sentía cerca de ella desapareció, se esfumo y ahora estaba tenso y molesto, deseaba que sus padres no estuvieran en casa y solo ver como estaban sus hermanos, para luego irse.

    Llego a su casa y estaciono el auto, abajo con una cara de pocos amigos, y se dirigió a grandes zancadas al interior de su casa, al entrar no llamo a nadie y se dirigió directamente a las escaleras, en dirección a las habitaciones de sus hermanitos, sus pasos eran tan fuertes y firmes que llamaron la atención de su madre, quien se encontraba en la cocina, salió de esta y al fijarse en las escaleras ya André se encontraba en el segundo piso.

     André al cuarto de su hermanita y se encontró con una Jade vestida como una bailarina de ballet, su camisa era pegada a su cuerpo de color rosa y esta resaltaba la redondita y llenita barriga de Jade, un tutu del mismo color rosa, con medias largar y zapatillas del mismo color, para completar el conjunto y su peinado consistía en dos coletas altas, cada una a cada lado de su cabecita, amaradas por unas cintas rosas de seda, la pequeña se encontraba sentada en una pequeña silla de pastico blanca con una mesa igualmente de pastico, frente a ella, en donde descansaban en las tres restantes sillas su oso de felpa, una sirenita y un panda, todo estos peluches de un gran tamaño, casi igual a la estatura de ella, André no pudo estar más conmovido y su corazón se apretujo tanto que le comenzó a doler el pecho, pensó en lo que había sucedido el día anterior y no podía parar de pensar de que si le hubiera sucedido algo grave a Jade, había hasta matado por tenerla devuelta.

    Se acerco unos cuantos pasos hasta estar ya dentro de la habitación de su hermana y al estar un poco cerca de ella, escucho como hablaba con sus peluches.

- Buena pregunta señor teddy – dice sonriendo entristecida hacia su oso de felpa – no sé dónde está mi hermanito, pero lo extraño, sé que ayer peleo con papi y mami, lo escuche desde las escaleras y antes de que me regane, sé que estuvo mal, pero tenia curiosidad – dice tristemente y André no puede evitar sentirse culpable y tristes también – pero es primera ves que veo tan enojado a m hermanito mayor, siento que no volverá y eso me hacen sentir muy triste – dice Jade con lágrimas en sus ojos y con un nudo en su garganta y a André se le contagia lo mismo, comienza a llorar y se le forma un nudo en la garganta que no lo deja hablar.

- Aquí… estoy… pequeña… yo… yo nunca… te dejaría – dice dificultosamente y Jade voltea rápidamente hacia él, con lágrimas en sus grandes y tristes ojos.

     Ella se levanta de su silla rápidamente y extiende sus bracitos, André se deja caer de rodillas y recibe en sus brazos, a su hermanita, escode su cara en el cabello de su hermanita y lo aspira todo, sintiéndose aliviado y relajado, la abraza con fuerza mientras ella llora en su hombro.

- Pensé… que… no… volverías – dice ahogada por las lágrimas Jade.

- Eso jamás, primero muerto antes de dejarte, te amo mucho a ti y a Jason como para dejarlos, ustedes son lo más preciado que tengo, son mi motor para seguir vivo, nunca lo olvides. – le dice dulcemente.

- ¿Y a mí no piensas abrazarme? – dice una voz chillona detrás de ellos.

    André se separa un poco de Jade, pero sin soltarle y voltea hacia la voz y se encuentra con un Jason recién bañado, vestido con unas bermudas de jeans, una camisa de Batman y unas zapatillas negras, estaba parado en el umbral de la puerta con los ojos igual de llorosos.