Luego de que Liz le curara con yodo y alcohol, lo que según ella tenía magullado en los nudillos, se consumieron en un silencio, André se había acostado en el sofá y le pidió a Liz que hiciera lo mismo, pero que se acostara encima de él, y así lo hizo, estaban cómodamente abrazados mientras pensaban, cada uno algo distinto, Liz pensaba en la situación de André con sus padres mientras que André pensaba en como proponerle a Liz ser novios, sabía que era muy rápido y a él le gustaba esos romances antiguos, en los que hay citas, detalles y atenciones hacia la mujer antes de ser algo más y él creía muy importante tener un relación primero antes de tener relaciones, él nunca había deseado hacer las cosas a la antigua con ninguna chica, todas las demás eran pasatiempos y visitas lujuriosas hasta que llego Liz y lo hizo cambiar de opinión y eso pensaba, en cómo explicárselo sin sonora y verse como un idiota.
- Liz
- ¿Sí?
- ¿podemos hablar sobre algo? – pregunto nervioso.
- Claro – dice mientras se levanta y André se acomoda en el sofá, ambos se acomodan en el gran sofá y se miran a los ojos.
- Veras he estado pensando algo desde lo que paso ayer – dice nervioso.
- No tiene que volver a ocurrir si no quieres – dice desilusionada Liz.
- No, no es eso – dice rápidamente alarmado – es todo lo contrario, porque quiero que ocurra siempre – dice en un susurro.
Se quedan unos minutos en silencio mientras se miran.
- Siento que me gustas y quiero enamorarte, pero quiero que sea a la antigua, invitarte a salir, tener citas, traerte detalles, enamorarte con palabras dulces y romántica y sobre todo con acciones, no quiero tocarte o besarte, quiero respetarte, tratarte con honor, con admiración, respeto y con caballerosidad hasta que te enamores, hasta que aceptes ser mi novia, quiero tener muchas citas, no quiero que a la tercera cita nos besemos no, quiero demostrarte que puedo esperar hasta la décima, si es posible y quiero sobre todo que confíes en mi – dice todo en un tono monótono pero mirándola a los ojos y con ellos mostrándole sus más grandes sentimientos, su gratitud y su más grande sinceridad.
Deja a Liz sin habla, no sabe que decir, se siente alagada y encantada, hechizada porque cada una de las palabras de André, pero sobre todo por la sinceridad que se refleja en sus ojos.
- No sé que decir – dice Liz conmocionada.
- No tienes que, solo dime si aceptas
- Claro que si
- Perfecto – dice André emocionado.
El instinto de André fue darle un beso a Liz, la beso con toda la pasión y el amor que le pudo entregar en ese momento, sus labios estaban sincronizados, sus lenguas exploraban cada rincón de sus bocas, sus corazones enmudecían como si fuesen uno solo y sus manos llenaban ambos cuerpos con caricias.
- Bien – dice entrecortadamente André separándose de Liz. – esta será la última vez que nos besamos y desde hoy vamos a comenzar – le informa sonriente – así que… señorita Liz Mitchell, ¿acepta tener una cita conmigo?
- Claro que si – responde Liz encantada.
- Perfecto, te busco a las 7:30 – le guiña un ojo y le besa la mejilla – adiós
- Adiós – dice Liz en un susurro, mirando cómo se aleja.
<3
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Frase del día: - “Afortunado es el hombre que tiene tiempo para esperar”. – “Pedro Calderón de la Barca”.
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Una Aventura con mi Paciente
Teen Fiction¿Por qué privarse de sentimientos verdaderos que nos pueden darla la felicidad y paz que queremos? ¿Por qué tenemos que seguir las reglas de la sociedad que nos reprimen de lo que de verdaderamente nos hace sentir vivos? Se dice que no s...