Una Aventura con mi Paciente

Capítulo 34:

     Todo este tiempo que ha pasado con André ha sido lo mejor, sus citas cada vez son más románticas e inolvidables, la hace sentir feliz y querida, ha sido un hombre muy dedicado.

     Liz cada día está más encantada con él y resiste el impulso de tirarse en sus brazos y besarlo, ha sido muy difícil contenerse, pero ha valido la pena, con cada cita la sorprende más y está llegando a enamorase de él.

     Liz se encuentra en su consultorio recordando todas sus citas con André, pero la que más le ha gustado ha sido la primera, con la que comenzó todo...

Fashblack:

Y ahí estaba Liz sin saber que hacer, la declaración de André la ha deja atónita, no sabe cómo reaccionar luego cae en cuenta que tienen una cita.

Liz se pone ansiosa al igual que nerviosa, debe arreglarse las unas de las manos y los pies, debe secar o planchar su revoltosa melena, busca su móvil y mira la hora 3:30pm y nota que, si piensa hacer todo eso, no le dará tiempo ya que la cita es a las 7:00, así que sale literalmente corriendo del edificio, se monta en su auto y toma rumbo directo a la peluquería.

Impresionantemente solo se tardó una hora y media en la peluquería, se aliso el cabello mientras que las unas se las pintaron de un color crema. Al llegar a su casa se metió directo al baño, duro media hora en la ducha y al salir no sabía que ponerse, André solo le había dicho que sería algo casual y que se abrigase bien.

Se decidió por un vestido acampanado de color vinotinto, el vestido llegaba hasta la mitad de su muslo, el cual combino con unos botines negros que le llegaban hasta las rodillas. Su cabello suelto con un color rosa pálido en sus labios, ya estaba lista, se fijó de nuevo en la hora y ya eran exactamente las siete en ese momento repiqueteo el timbre, era él...

Se le acelero el corazón y se puso más nerviosa, camino hasta la puerta y al abrirla se encuentra con un André muy sonriente, este iba vestido completamente de negro, llevaba una camisa de vestir arremangada hasta los codos dejando a la vista sus fuerte, tatuados y hermosos antebrazos, un pantalón completamente ajustado dejando ver sus fuerte, firmes y gruesas piernas y unos relucientes zapatos de vestir, todo lo que veía era hermoso y lo que provocaba en Liz era ansiedad por besarlo y que la hiciera suya.

Lo que sentía Liz era lo mismo que sentía André, en se vestido rojo se veía hermosa, sus labios se veían provocativos y sus piernas largas lo hacía desear pasear su lengua por ellas, hacerla suya era lo que más deseaba.

- Hola señor Hamann – dice dulcemente Liz.

- ¿Me permite? – le pregunta mientras extiende su mano hacia ella.

- Claro – le responde sonriente entregándole su mano, este la entrelaza con la de ella y caminan fuera del edificio.

Una noche cálida, una brisa fresca, una luna brillante y un cielo estrellado, era lo que los acompañaban en su hermoso paseo por ese mágico bosque que se ganó la admiración de André, él sabía que era un bosque común y corriente, pero había algo en el que lo hacía mágico y encantador. Nunca fue un hombre observador ni mucho menos detallista, pero como no mirar y como no detallar, si estaba en un bosque lleno de sorpresas, en una noche brillante y hermosa, con una mujer extremadamente preciosa, ese día se convirtió en lo que nunca fue, miraba a su alrededor mientras paseaba agarrado de la mano con Liz, su piel tibia y fresca lo hacía sentir vivo, su belleza lo hipnotizaba y sabía que ella era la indicada. Ambos iban callados, observando todo, no era un silencio incomodo, era más bien agradable y pacífico.

Llego el momento de la cena y André designo el lugar perfecto para colocar la mesa, era cerca de la piedra en la que se había sentado la vez anterior, al lado del lado, la mesa estaba cerca a la orilla, la luz brillante de la luna se reflejaba en las cristalinas aguas, no necesito usar velas porque las estrellas hacia su mejor trabajo esa noche, era una mesa redonda con un mantel blanco, como centro de mesa se encontraba un pequeño envase lleno de hielo con una copa de champan en su interior, dos platos uno frente al otro con sus cubiertos correspondientes y dos sillas.

Liz ve los platos vacantes y se pregunta de dónde André sacara la comida si solo son ellos dos los que se encuentran en el bosque a esa hora, André solo se dispuso a mover su silla como todo un caballero y luego sentarse delante de ella y mirarla sonriente mientras ella le devolvía la sonrisa, pero seguía preguntándose que era lo que él había planeado. De un chasquido de dedos André hace aparecer a un camarero el cual se acerca a la mesa y saluda cordialmente.

- Buenas noches señor y señora Hamann.

Liz queda impresionada y un poco confundida y André nota esto en su rostro y le provoca una risa burlona, la cual trata de disimular.

- ¿Qué desean para esta noche? – pregunta el camarero.

- ¿Tráiganos un vino para comenzar? – dice André como una pregunta mientras mira a Liz.

Esta sacude su cabeza para salir de su ensueño y responde.

- Claro, un vino está bien – le dice al camarero mientras le da una sonrisa de boca cerrada.

- Yo no sé nada sobre vinos, pero espero eso sepa bien – comenta André mientras el camarero se aleja.

- ¿Cómo planeasteis todo esto? – pregunta por fin Liz.

- Fácil, hay que tener contactos y dinero. – dice con un poco de arrogancia André.

- Oh, pero que arrogante – dice Liz mientras rueda sus ojos hacia el cielo.

- ¡JAJAJA!, Liz quiero decirte algo – le dice André serio mirándola a los ojos y tomando sus manos por encima de la mesa – hoy estas muy hermosa.

Liz se sonroja y lo mira avergonzada hasta lo siguiente que dice André

- Tan hermosa y sexy que me la estas poniendo dura. – le dice con perversión mientras se muerde el labio inferior.

- ¿Es enserio?

- ¡JAJAJA! – André ríe a carcajada y Liz a la final se le une.

Entre anécdotas, risas, caricias impropias, historias para reflexionar, entre el vino y la comida, la velada fue pasando cada vez mejor y la noche encantada llevaba a los protagonistas a su mundo sonado y encantado donde ellos no creían que estarían en el futuro.

<3

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Frasedel día: - "Siempre valdrá la pena esperar" –