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Cuando Taeil llego tocando a la puerta de la casa de TaeYong, DongYoung jamás esperó ver al Omega cargando múltiples fundas con nombres de marcas que ni siquiera conocía. El simplemente sonrió y entro en la casa después de un 'llegué'.

DoYoung le siguió hasta llegar a la sala, donde Taeil puso las bolsas en el suelo y luego se sentó sobre la alfombra.

"Vamos, siéntate." Pidió y DongYoung con ojos desconfiados obedeció.

"¿A qué hora llega TaeYong?" Preguntó mientras miraba las bolsas a su alrededor, buscando algo bastante concentrado.

"Cerca de las ocho... A veces llega para la cena." Respondió inseguro y Taeil asintió rebuscando en uno de los bolsos.

"Compre varias cosas que pensé te quedarían bien."

"Hyung, eso no es necesario." Aseguró solo logrando que Taeil lo mirara con la ceja enarcada.

"No te pregunté si era necesario. Esto es un regalo." Dijo lanzándole una de las fundas en el regazo. "Mira lo que hay dentro."

DongYoung hubiera querido jamás hacerlo.

"¿Qué es esto?" La cara se le puso roja mientras alzaba la tela de encaje negro.

"Eso, DoYoungie, es el primer paso en este plan de cinco pasos." La sonrisa de Taeil hizo que se sintiera aún más cohibido.

"Yo no..."

"Escúchame DongYoung, conozco a TaeYong, tuve ciertas amistades que me contaron sobre... Sus particularidades en la intimidad." Explicó mientras recordaba a Ten hablando hasta por los codos de sus juegos previos. "A él le gustan los interiores de encaje que puede arrancar."

"Oh Dios, esto es vergonzoso." Susurró el chico mientras guardaba el pedazo de tela que no planeaba utilizar.

"Concéntrate." Le lanzó otra funda y DongYoung juraría que su alma flotaría fuera de su cuerpo en cualquier momento. "Ábrela."

Lo siguiente eran unas medias largas, blancas y en la planta de los pies un diseño de patitas rosas. DongYoung miro a Taeil que rió al ver la cara de incredulidad del más joven.

"Eres como un pequeño conejo, y apenas la vi pensé en ti, viene con la cola incluida."

"¡Hyung!" Gritó el omega mientras metía todo de nuevo, tocando algo esponjoso en el trayecto.

"El resto son ropa casual, a la moda, debes usar algo más que esas camisas holgadas y esos pantalones de gimnasia." Le dijo mientras sacaba de una funda unos skinny jeans oscuros. "Tienes piernas largas, así que me decidí por estos."

DongYoung solo miraba como sacaba camisas, shorts, abrigos y pantalones de las fundas, sintiéndose culpable por todo el dinero que el mayor había gastado.

"Hyung... Esto es demasiado, deberías devolver una parte por lo menos. No gastes tu dinero en mi." Pidió mientras el mayor sacaba la última camisa y la ponía sobre el mueble, lejos de Bobby que se había quedado dormido.

"¿Sabes por qué hago esto?" Preguntó mientras lo miraba directamente.

DongYoung negó, sintiendo como el ambiente se tornaba un poco más serio que antes.

"DongYoung, hay algo en ti que me hace pensar que tú lugar es con TaeYong. Comenzando por el olor de ambos cuando están juntos."

"Iré, quiero verte... Lo necesito." Dijo el tailandés mientras escuchaba la respiración pausada de TaeYong.

"No es un buen momento Ten." Dijo TaeYong mientras caminaba hacia el departamento de criminalística.

"¿Entonces cuando? ¿Ya no te importa nuestra relación? Porque se siente como... Si te importará una mierda lo que somos, lo que hemos vivido."

TaeYong tuvo que parar un momento. En parte estaba irritado, todo ese teatro lo estaba volviendo loco, y mucho más cuando estaba en medio de una investigación, y segundo porque no tenía fuerzas suficientes para batallar cuando escuchaba a Ten sollozar.

"Te dije que sería difícil tener una relación a distancia."

"No me importaba, porque pensé que era parte de una de tus prioridades." Un sollozo más fuerte se escapó de los labios del tailandés. "Maldita sea TaeYong, si hay alguien más dímelo ¡No me tengas haciendo el tonto!"

"No hay... Nadie." Sus palabras carecieron de convicción, de fuerza. Porque en su mente se estaba instaurando la suave figura de DongYoung, con su sonrisa, su nariz roja por el frío, sus frágiles manos.

"¿Estás seguro?" Escuchó como Ten sorbía por la nariz, intentando dejar de llorar y estaba seguro que se estaba mordiendo el labio. "Te conozco Tae."

"Debo ir a criminalística. Estoy en medio del trabajo, te llamo luego." Pidió, y una risa amarga resonó en la línea.

"Evades la situación. Que valiente."

"¿Quieres que te envié fotos de donde estoy acaso? Rayos Ten, no somos un par de adolescentes. Si no puedes con esto..."

"Si no puedo con esto ¿Qué Lee Taeyong?"

El pitido de la línea indico que uno de los dos había colgado.

The One I Can't Love [TaeDo]Место, где живут истории. Откройте их для себя