14

2.3K 299 14
                                    


¿Cuánto podría romperse un corazón hasta que no quedará nada de él?

Era una pregunta que Ten se hacía mientras sostenía las flores con fuerza sobre el escenario, mirando el asiento vacío de TaeYong que no había asistido a su primera presentación de la temporada.

Su corazón tembló y las piernas las tenía como gelatina.

Le había mandado textos con anterioridad, avisando cuando sería la apertura de la temporada y que ya tenía un puesto, que no se preocupara por los preparativos.

Jamás respondió y las entradas se quedaron en la taquilla sin ser retiradas.

¿Que tan idiota y necesitado podría llegar a estar?

Lo suficiente para volver a entregarse a los brazos de JaeHyun.

Para permitir que su aventura con Yoon Oh fuera más lejos de lo permitido, para dejarlo devorarlo hasta que no quedará nada dentro y fuera que el no conociera.

Festejo triste con su amante, con el único que le daba dulces besos ahora, el único que sentía la misma necesidad.

Cuando el sol salía JaeHyun se iba sin decir nada y Ten fingía que dormía mientras las lágrimas de tristeza caían por sus ojos. Estaba avergonzado.

Humillado.

Era un ser herido.

Y estaba arrastrando a Yoon Oh en su huracán. Estaba dejando que su tristeza destruyera a alguien más. Estaba aprovechándose del alfa porque sentía que nadie más lo amaría jamás de vuelta.

JaeHyun... Su amado Yoon Oh.

¿Por qué se dejaba dañar de una manera tan macabra?

¿Era posible que el amor fuera tan sucio?

Los ojos de JaeHyun se encontraron en el escenario con el aquella noche y supo que era una basura, lo supo cuando el más joven contuvo el aliento y sus ojos se entristecieron.

Los fantasmas del pasado azotaron sus recuerdos.

Y recordó cuando JaeHyun lo miró de la misma forma hace años atrás.

Y no pudo evitar llorar.

La gente es cruel.

¿Por qué lloraría de aquella silenciosa forma si estuviera feliz?

Mordió el lápiz mientras estiraba las piernas nuevamente.

Su mente estaba confusa al igual que sus sentimientos. Sentía que poco a poco perdía más de sí mismo.

Tenía muchas cosas en su mente, mezclándose lentamente con la física cuántica y cálculo avanzado.

No se arrepentía de nada en lo absoluto, estaba seguro de que DongYoung le correspondió por alguna razón, pero sabía que el Omega estaba atado a TaeYong. Que no había forma de que este accediera a alguna aventura secreta, ni que se fugaran juntos.

La sensación de los labios de DongYoung aún ardía sobre los propios, haciéndolo estremecer de tan solo recordarlo.

Quería abrazar a DongYoung.

Besarlo.

Cuidarlo del mundo.

Quería atesorar al chico. Estaba perdidamente enamorado.

Soltó el lápiz, levantándose de su asiento para dirigirse hacia la cama y dejarse caer pesadamente sobre la misma. Cerrando sus ojos para ver al omega frente a él mientras su corazón dolía contra su pecho.

The One I Can't Love [TaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora