The One I Can't Love [TaeDo]

Especial II

La fiebre aumento mientras Chittaphon se retorcía entre las sabanas, totalmente acalorado. JaeHyun tocaba su frente con preocupación, sin saber que debía hacer o como debía cuidarlo.

Les tomó mucho tiempo tener el valor para ir a hablar con un trabajador del sistema de emparejamiento y hacer un papeleo respectivo para saber el nivel de compatibilidad, el miedo los había hecho mantener una distancia prudente durante todo el proceso hasta que fueron confirmados como compatibles en los documentos entregados en un sobre perfectamente estirado.

El comienzo fue terrible y difícil, el tiempo en el trabajo ensayando todo el día y luego más tiempo juntos en casa había sido un cambio suficientemente grande, porque si, Chittaphon comenzó a vivir junto a JaeHyun apenas el menor se lo pidió.

Una decisión tras otra los llevó hasta el presente momento en el que los ojos acuosos de Ten lo miraban con miedo. Habían decidido que deseaban tener bebés, pero el beta se había negado rotundamente a alquilar un vientre.

Encontraron un proceso experimental patrocinado por un doctor muy conocido que sugería una operación y tratamientos de hormonas durante un periodo largo de tiempo. Ten fue el que tomó la iniciativa, proponiéndole a JaeHyun que lo intentaran. Pronto sus años en el ballet lo harían demasiado viejo y debería buscar una nueva manera de ganarse la vida, permitirse vivir para una familia.

Esa había sido la idea.

Pero conforme pasaba el tiempo después de la operación y mantenía el tratamiento, las esperanzas se iban esfumando. Chittaphon no se sentía capaz, manteniéndose en cama después de las prácticas que dejaban doliendo todo su cuerpo. El doctor le dijo que dentro de un tiempo, si no funcionaba, debería simplemente renunciar a ello y retirar nuevamente la matriz.

Desde esa plática su fiebre no había bajado, faltando a la compañía durante varios días e ignorando la preocupación de JaeHyun olímpicamente. Incluso había dejado de quejarse cuando el doctor lo inyectaba con las sustancias necesarias para su cuerpo. Chittaphon comenzó a agotarse, física y mentalmente y JaeHyun no podía hacer nada por él.

Cuidó de él hasta que la fiebre bajó y el tailandés pudo hablarle con claridad, mirándolo con una sonrisa apenada. Habían apostado muy alto con aquel tratamiento.

"El doctor dice que la inyección te ayudará a mantenerte estable." Susurró mientras acariciaba su frente despacio.

"Quiero un poco de agua." Pidió mientras cerraba sus ojos.

Se recostó en la cama con Ten desnudo sobre su regazo. Había bajado algo de peso y una cicatriz de color perlado apenas se avistaba por su vientre. Dentro de tres meses el doctor daría por terminado los intentos, lo que significaba una batalla perdida para ambos. El beta movió despacio sus caderas, mirando a JaeHyun directo a los ojos con el cuerpo aun mojado por la ducha que había tomado.

Podía ver dolor por encima del deseo, impotencia.

"Sabes que no es necesario que hagamos esto, podemos-" JaeHyun quiso sonar elocuente mientras Chittaphon bajaba sus pantalones con agilidad.

"No. No quiero escuchar algo así ahora mismo." Pidió el tailandés, con una pizca de dolor.

"Entonces... disfrutemos a plenitud."

Subió sus manos despacio por las caderas hasta la cintura, rodeándola y tocando su columna vertebral mientras Ten se sentaba sobre su miembro sin haber recibido preparación y con una mueca de dolor. Quedándose quieto mientras sus paredes se ajustaban a su pareja que lo acariciaba tiernamente.

"¿Duele?" preguntó JaeHyun antes de que Chittaphon comenzara a moverse despacio, meciendo su cuerpo con la misma gracia que cuando bailaba en el escenario. Verlo moverse desnudo era aun más excitante.