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París, la ciudad del amour, así se dice ¿no?, creo que tengo que volver a aprender a hablar Francés. Mi idioma natal es el francés pero tras casi 10 años de no practicarlo, escucharlo o decirlo se me a olvidado mucho de el.

- Doy vergüenza -Dije mientras me daba un "facepalm".

- ¿Vergüenza? -Dijo Raoul a mi lado.

Ahora si me dio vergüenza, normalmente hablo sola así que lo veo normal, pero las demás personas no lo ven normal. Miré a Raoul con los ojos como plato mientras pensaba en lo que le diría.

- ¿Estás bien?

- Si, si estoy bien, y por lo de hace rato, lo que dije, bueno eso es porque... no recuerdo muy bien como hablar francés

- Oh, si quieres puedo enseñarte

- ¿Lo harías?

- Con mucho gusto

- Gracias

Raoul comenzó a enseñarme palabras básicas del francés, "Bonjour, Bonsoir, Mais Oui, Bon Vayage" fueron algunas de las palabras que me enseñó.

Luego de un rato el coche se estacionó y el chofer nos indicó que habíamos llegado, antes de salir respiré profundamente.

Salí del coche y Raoul salió detrás mio, caminamos hasta la puerta y entramos.

Cuando entramos tuvimos que cambiar hasta llegar al escenario, ahí pude ver como estaban ensayando varias personas encima del escenario; mientras yo miraba como ensayaban una mujer se nos acercó.

- Bonjour -Dijo aquella mujer- ¿En qué puedo ayudarlos?

- ¿Usted es Madame Giry? -Dijo Raoul mientras yo seguía observando el escenario.

- Exacto, soy Madame Giry, usted es Raoul ¿verdad? El famoso empresario

- Si, yo soy Raoul de Chagny y ella es Abigail dice que...

- ¡¿Abigail?! -Me giré hacia ella y pude ver que me miraba muy sorprendida- ¡¿Tu eres Abigail?!

- Si, yo soy Abigail

- ¡Oh por dios! ¡Cuanto haz crecido! Recuerdo haberte visto cuando eras una pequeña bebé -Sonreí- ¿Dónde está tu padre?

- Lamentablemente -Trague saliva- Mi padre murió hace unos cuantos meses, dos exactamente

- Lo siento, lo siento mucho mi niña

- No se preocupe

- Su padre dijo que viniera para acá -Dijo Raoul- Ya que usted podría darle un lugar en donde vivir

- Oh, cierto -Dijo Madame Giry- Ven, sigueme, te llevaré a un cuarto que está disponible

- ¡Pero tenemos que seguir ensayando! -Dijo una señora del escenario.

- Es verdad -Dijo Madame Giry- Entonces te llevará... ¡Meg!

- Si, madre -Dijo una joven rubia mientras bajaba del escenario.

- Tu llevarás a Abigail al cuarto que esta cerca de cuarto de Chris, ya sabes donde

- Bien -Dijo mientras asentía y luego de giró hacia mi- ¿Vamos?

- Claro, nos vemos Raoul

- Nos vemos

Caminé junto a la chica, ella me llevó por un largo pasillo que, con todas las maletas cargadas, me parecía muy largo y pesado.

Después de caminar, por un tiempo que pareció eterno, nos detuvimos enfrente de una pequeña puerta.

- Este es tu cuarto -Dijo la chica girándose hacia mi- Al lado de tu cuarto esta el cuarto de mi mejor amiga

- ¿Chris verdad? Así se llama tu mejor amiga

- Christine, se llama Christine

Me quedé sorprendida, su nombre es Christine ¡Es igual al nombre de la enamorada de Raoul! y... ¿Qué pasa si es ella? ¿La habrá visto?.

Creo que duré mucho en mis pensamientos porque derrepente vi una mano moviéndose enfrente de mi.

- ¿Estás bien? -Dijo la chica.

- Si, si estoy bien -Respondí mientras trataba de enfocarla- Tu nombre es Meg ¿verdad?

- Si, mi nombre es Meg Giry, soy hija de la señora con la que hablaste ahí abajo

- Oh, entonces eres hija de Madame Giry -Meg asintió- Voy a entrar al cuarto, nos vemos

- Espera, aquí tienes tus llaves

Meg me dio una llaves que traía en sus manos, ni siquiera me había percatado de que las traía con sigo.

- Gracias ¿es todo?

- No -Dijo Meg en tono muy serio- Aún tengo algo que decirte

- Te escucho

- En este teatro existe un fantasma

- ¿Fantasma?

- Exacto y, a veces, nos envía notas donde nos dice que hacer y que no hacer

- ¿Por qué?

- Porque él es más director del teatro de la ópera que el verdadero director

- Y ¿Cómo es?

- Nadie de aquí lo a visto pero... dicen que si lo ves no sobrevives

- Quieres decir que si alguien llega a ver al fantasma, lo mata

- Si, él se hace llamar -Hizo una pausa- El fantasma de la Ópera

- ¿Fantasma de la Ópera?

- Así es, es el fantasma de la Ópera

- Entonces tengo que ¿cuidarme?

- Si, solo un poco, ahora si ya puedes entrar

- Nos vemos

- Bon Vayage

Entre al cuarto, era demasiado pequeño, en el había una pequeña cama y un espejo, un GRAN espejo.

Acomodé mis maletas al lado de la cama y me acosté para poder organizar mis pensamientos, o lo que me acababa de decir Meg.

- ♪Un fantasma habita aquí, tengo que cuidarme de él, pero yo creo que aquí, ninguno a de existir♪

Cante, hace mucho que no lo hacía.

Cuando era una niña mi padre me daba clases de canto, era cantante así que para él era fácil enseñarle a cantar a una pequeña niña. Nunca pude verlo cantar en un escenario, pero cuando cantaba en casa lo hacía muy hermoso; parecia un ángel que había bajado para cuidar a una pequeña niña que, casualmente, era su hija y, para él, su mejor cantante.

Cerré los ojos, pensar tanto hizo que me diera sueño. Luego de dormir, por no se cuanto tiempo, me desperté.

- Tengo sed

Encendí una vela, cuando me levanté de la cama, que estaba en el suelo.

- Parece como si estuviera en otra época

Salí del cuarto y comencé a caminar por el pasillo.

El camino cada vez se hacía más largo pero yo no veía salida alguna.

- ¿Estaré soñando?

Puse la vela en una repisa que estaba enfrente de mi y me pellizque para averiguar si me encontraba soñando o no.

- ¡Auuu!

Grité y, por impulso, me hice hacía atrás. Choqué con la pared pero, no solo choque con la pared, sino que la pared "desapareció" mágicamente, por así decirlo, y yo caí.

- ¡Definitivamente estoy perdida! -Grité mientras me caía.

Caía y caía pero nunca chocaba con el suelo.

Si no estoy en sueño... ¡Entonces porque no caigo!

Después de mucho rato volando caí, pero no en un piso solido, caí en medio de un lago.

¿Podría haber algo peor que caer en un lago y no saber nadar?

Soledad Bajo TierraWhere stories live. Discover now