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- Muy bien y aquí es donde Aminta va a agarrar a Don Juan de las manos y las vas a llevar hacia los lados así

Ahora mismo le estoy enseñando a Erik como se va a hacer la obra que movientos debe hacer él en el escenario y que movimientos va a hacer Chrstine en el.

- Después se juntan los brazos de Don Juan y Aminta camina hacia su lado izquierdo mientras él se levanta

- Me siento ridículo -Dijo Erik levantándose del asiento.

- Pues deberás acostumbrarte si quieres que tu plan funcione

Erik refunfuño y yo sonreí.

- Aquí Eri... Don Juan mira de frente a Aminta y ella a él mientras cantan ♪Past the point of no return, the final thresord♪ después Aminta estira su brazo derecho, Don Juan lo agarra con su mano derecha la hace dar vueltas hasta quedar pegada a él y...

Me sonroje, ahora mismo Erik acaba de hacer lo que dije conmigo y estoy pegada a él mientras él no dice nada, esta completamente callado, de seguro espera que le siga explicando que hacer.

- Don Juan -Mi voz comenzó a temblar- Comienza a recorrer el cuerpo de Aminta mientras ella sube sus manos hasta llegar a su rostro

- Muy bien -Dijo Erik separándose de mi y quitándose un poco la capucha que lo cubría- Después de eso las luces en el escenario se apagaran y yo me llevaré a Christine y seremos felices para siempre

Sonreí sin ánimos, eso es lo que debe pasar... pero yo no quiero que pase eso.

- Si -Dije.

- Muy bien, ahora ensayemos desde el principio

Suspire mientras me acercaba al órgano, Erik, el día de ayer en la madrugada, me enseñó como se tocaba todo el inicio que él y yo habíamos compuesto para poder tocarlo al mismo tiempo que cantábamos el inicio de la canción o hasta que Aminta aparece.

Comencé a tocar mientras cantaba, Erik solo me miraba y, cuando debían cantar más personas, cantaba conmigo.

- ¡Detente! -Dijo Erik, más bien, exigió Erik- Hay alguien aquí

- ¿Alguien? -Pregunté- ¿En el lago?

- Si, voy ir a ver -Dijo mientras caminaba hacia el lago.

- Espera -Dije haciendo que él se detuviera- No hagas nada malo ¿entendido?

- Lo que digas mamá -Dijo Erik mientras seguía caminando hacia el lago.

Mientras Erik desaparecía de mi vista recogí la carpeta roja y la llevé conmigo hasta que llegué al cuarto de él.

Puse la carpeta encima del buró y aquel extraño cuarto volvió a llamar mi atención.

Comencé a mirarlo detenidamente mientras caminaba alrededor de el y, ahora, pude notar que al lado de el habían unas escaleras que no se a donde llevaban.

Estaba apunto de subir las escaleras cuando comencé a escuchar varias risas en la entrada de la casa.

Caminé, se podría decir casi que corrí, hacia la sala de la casa y me topé con Gerardo que reía mientras se abrazaba el estómago, me pregunto que le causará tanta risa.

- Buenas... ¿tardes? -Dije, ya que no había visto la hora desde hace tiempo y no sabia si era mañana, tarde o noche.

- Buenas tardes -Dijo Gerardo mientras se secaba un poco las lágrimas que se le habían escapado por reírse.

- Disculpe la pregunta -Dije- Pero... ¿por qué se ríe?

- Cuando entre Erik lo sabrás -Dijo sentándose en el sofá.

Después de unos segundos entró Erik a la casa y, al verlo, estallé en una carcajada.

- Si, si -Mascullo Erik- Riete todo lo que quieras

Erik venía empapado de pies a cabeza, en las manos traía el sombrero, la capa y la máscara, los cuales escurrían de agua, excepto la máscara.

- ¿Cómo sucedió? -Pregunté tratando de contener la risa.

- Fui al lago -Dijo Erik- Tomé mi punjab lazoo y cuando vi a Gerardo me detuve, estaba a punto de tirar el lazo punjab al lago cuando me resbalé con una piedra y caí al lago

Gerardo volvió a reír, mientras yo trataba de no hacerlo.

- Como pude salí y me sostuve del bote, luego subí al bote mientras él manejaba y llegue aquí

Respiré tratando de dejar de reírme, pobre Erik y él que se acababa de aliviar de aquel resfriado que le dio después de mojarnos en la lluvia.

Es verdad, deje de reírme de golpe y miré seriamente a Erik, a lo que él me dio una mirada de duda.

- Vete a bañar y a cambiar rápidamente -Le ordené a Erik.

- ¿Por qué? -Preguntó el susodicho.

- Porque te puedes volver a resfriar y no quiero que pase eso

- Bueno -Mascullo Erik mientras caminaba hacia su cuarto- Ya voy, ya voy

Cuando Erik entró al baño me giré hacia el señor Gerardo ahora que lo recuerdo él era un buen amigo de mi papá.

- ¿Desea algo de tomar? -Le pregunté.

- No gracias, solo venía a hablar contigo -Dijo mientras se levantaba del sillón y se acercaba a mi.

- ¿Cómo sabía que estaba aquí? -Pregunté incrédula.

- Erik me lo dijo

- Bien, ¿Qué quería hablar conmigo?

- Se que -Hizo una seña para indicar que hablaba de Erik pero que no diría su nombre, yo asentí- Quiere raptar a Christine... de nuevo y convertirla en su mujer, pero quiero que tu detengas eso

- ¡¿Qué?!

- No quiero que se quede con alguien que no lo ama a él -Dijo casi en un susurro al igual que todo lo anterior- Sólo tu puedes ayudarme, no confió en nadie más

- Pero... ¿cómo?

- No lo se, tu solo haz lo que creas conveniente

Oh por dios, yo tampoco quiero que Erik se quedé al lado de alguien que no lo ama pero no tengo ni idea de como hacer posible que eso no pase.

La única opción sería que confundiera a Erik con Christine.

Pero... ¿Cómo?

Soledad Bajo TierraOn viuen les histories. Descobreix ara