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Y aquí estoy yo, espiando a Christine desde el espejo de su cuarto que, en este momento, servía de camerino para ella.

Christine se encontraba en bata, se había retirado la peluca y el micrófono cuando tocaron a la puerta.

Hay dos posibilidades, mejor dicho, dos posibles personas que hayan tocado la puerta: Raoul y Erik.

- Pase -Dijo Christine mientras seguía acomodando su cabello.

La puerta se abrió y pude ver a Raoul, que tenia las manos en su espalda, que se acercaba lentamente a donde estaba Christine.

- ¡Christine Daaé! -Dijo Raoul inspirando un poco de misterio.

- ¿Mounsier? -Dijo Christine con duda.

- Recuerdas un día en el que paseabas y un pequeño se te acercó dándote aquello que se te había ido de las manos

Christine bajo las manos de su cabello confundida.

- Disculpe pero no lo...

Christine se giró a ver a Raoul y cuando lo vio se sorprendió, su boca estaba abierta por el asombro al igual que sus ojos.

- Raoul -Dijo Christine con asombro- ¡Raoul eres tú! No esperaba verte aquí y mucho menos

- Mucho menos me esperabas en tu camerino -Terminó Raoul mientras le enseñaba la rosa que traía escondida en sus manos- Ni que te hablará sobre cuando te recogí el chal, Little Lotte

- ¿Aún lo recuerdas? -Dijo Christine mientras tomaba la rosa en sus manos.

- Con gran exactitud

- ¡Auch! -Grité asiendo que Raoul y Christine giraran hacia el espejo.

Algo había chocado contra mi y había hecho que yo chocara contra el espejo.

Raoul se acercó con duda al espejo, una mano se puso en mi boca y me hizo retroceder mientras Raoul trataba de mirar más allá de su reflejo en el espejo.

- Dime que tu también oíste algo Christine -Dijo Raoul mientras se giraba hacia ella.

- Si, pero aparte de tu y yo no hay nadie aquí -Christine apartó la mirada de Raoul, colocó la rosa en su tocador y observó la foto que estaba en este- Puede que mi ángel nos haya estado observando

- ¿Tu ángel? -Raoul se acercó a Christine- ¿Como Little Lotte?

- Si, Raoul, es más él me ayudó a mejorar en mi canto -Dijo Christine con un brillo en sus ojos mientras se giraba hacia Raoul- ¿Recuerdas que mi padre dijo que cuando muriera me dejaría un ángel de música? -Raoul asintió- Bueno... mi padre murió y se que e recibido una visita del ángel de la música

Sentí como era jalada hacia el fondo del pasadizo, cuando dejé de ver el cuarto de Christine me soltaron y Erik me miró fríamente.

- ¿Qué hacías ahí? -Dijo Erik con gran furia.

- Te estaba buscando y pensé que tal vez estarías ahí

- Buen trabajo John, has encontrado a Sherlock -Dijo mientras aplaudía- Ahora necesito que te vallas y pueda hacer que Raoul deje a Christine

- Erik -Dije seriamente- No le harás daño a Raoul, si lo haces Christine te odiará

- Entonces dime que hago

- Espera a que Raoul se valla y luego entra a platicar con Christine, trata de explicarle que eres un hombre y no un ángel

- Esta bien -Dijo Erik resignado- Esperaré a que mi rival se valla

Sonreí mientras el giraba sus ojos, no quería que matara a nadie ni hoy ni nunca, lo protegeré de que pueda ir a la cárcel.

- Estaré en tu casa Erik, ¿está bien?

- Claro

- Bien, nos vemos -Me giré para la salida del pasadizo- Y no secuestres a Christine

Comencé a caminar hasta llegar al lago, estando ya ahí busqué el bote pero nunca lo encontré así que decidí ir caminando hasta la casa de Erik.

- ♪In sleep he sang to me♪ -Comencé a cantar mientras caminaba hacia la casa de Erik- ♪In dreams he came, that voice witch calls to me and speaks my name♪

Comencé a ver la vela que alumbraban la casa de Erik y supuse que estaba cerca.

- ♪And do I dream again? For now I fine♪ -No se ni siquiera de donde estoy sacando esta canción, creo que se la e escuchado a Erik... o a Christine... o tal vez la e soñado- ♪The Phantom of the Opera is there inside my mind♪

Llegué a la casa de Erik, abrí la puerta y entré directamente a sentarme en el sillón de la sala, donde varias veces e visto a Erik acostado, el día de hoy fue realmente agotador y yo me sentía realmente cansada.

Me encontraba viendo mis manos imaginando que estarían haciendo en estos momentos Christine, Raoul y Erik que no me di cuenta cuando me acosté en el sillón.

Miré el techo, era como cualquier techo pero, por alguna extraña razón, sentía que era más hermoso que el de mi cuarto. No se si eso que pensé fue porque tenía mucho sueño o porque estaba alusinando.

Después de un rato sentí que mis párpados me comenzaban a pesar, bostecé y cerré los ojos; estoy segura que cuando llegué Erik me hablara para que me valla a mi cuarto.

Estoy segura.

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- Tenias que quedarte en el sillón -Oí una voz, una voz muy dulce- Te llevaré a mi cuarto -Sentí que mis pies flotaban- Solo por hoy

No entendía mucho de lo que estaba sucediendo a mi alrededor solo sentí que caí en un lugar más grande y cómodo, donde volví a dormirme pero, creo, una voz susurro en mi oído.

- Tengo una invitada muy especial hoy

Soledad Bajo TierraWhere stories live. Discover now