29

610 47 3
                                    

En el trayecto a la casa de Erik, Nadir no a dejado de verme extraño, no confía en mi y... yo tampoco confió mucho en él porque lo acabo de conocer.

- Aquí está Erik -Dije abriendo la puerta de su cuarto- Dormido, efecto de la medicina y la fiebre

- Pues -Dijo mientras entraba al cuarto- Como lo has dicho, esta completamente dormido... aún así desearía tratar unos asuntos con él

- Si desea puede tratarlos conmigo

Nadir hizo una mueca y luego dirigió la mirada a las notas que estaban tiradas por el suelo, obviamente, para disimular que no me aprecia... aunque me acaba de conocer.

- Lo siento -Dijo mientras dirigía su mirada de nuevo hacia mi- Pero desearía tratar estos asuntos con el mismo Erik

- ¿Daroga?

Me giré hacia la cama y vi a un somnoliento Erik levantarse lentamente de ella; me acerque rápidamente para ayudarlo y, cuando lo agarré para ayudarlo a sentarse, pude notar que la temperatura aún no le había disminuido.

- Lamento molestarte Erik -Dijo Nadir mientras se acercaba a nosotros- Pero me encontré con tu novia afuera y me dejo entrar, ya que deseo hablar de cosas que son muy de tu incumbencia

Erik me miró de reojo y luego volvió a ver a Nadir.

- De aquello que desees hablar -Dijo Erik- No deseo escucharte, ya tengo bastantes problemas con mi fiebre y mi... novia

- Lo siento Erik -Dijo Nadir elevando un poco su voz- Pero tendrás que escucharme quieras o no

- Para tu información, Daroga, en estos momentos te estoy escuchando y yo no lo quería así

Nadir rodó los ojos y se sentó en la silla que estaba al lado de la cama.

- Esta bien -Dijo tranquilamente mientras se relajaba en la silla- Pero tu amada novia tendrá que retirarse

- ¿Por qué? -Dijo Erik- Yo deseo que se quede aquí, ella ahora es mi enfermera también así que quiero que este conmigo en estos momentos

¿Estará hablando así porque está enfermo o porque está enloqueciendo?

Nadir tensó su mandíbula mientras Erik ponía su mano encima de la mía con un poco de delicadeza.

- Si así lo deseas -Mascullo Nadir... ¿Por qué no le inspiro confianza?- Erik, deseo saber quien tiró el candelabro

Sentí como todo mi cuerpo se tensaba ante aquellas palabras. Yo había tirado el candelabro, yo lo había hecho hace rato, por dentro mi cuerpo se desesperaba tratando de gritar y llorar por aquello que había hecho.

Erik lo notó y sentí que comenzó a acariciar lentamente mi mano.

- Fui yo Daroga -Dijo Erik como si hubieran roto su orgullo- Yo se los advertí... y ellos desobedecieron

- ¿De qué manera? -Dijo Nadir mientras me examinaba de pies a cabeza mientras yo me calmaba.

- No entraré en detalles, me siento mal y no quiero que me veas más así

Erik no quería que lo vieran indefenso, aunque lo era en estos momentos, él quería siempre lucir sobresaliente, valiente y sin miedo.

- No te defenderé de nuevo Erik -Erik rodó los ojos y Nadir cruzó los brazos- ¿Acaso olvidaste lo que pasó hace dos años en Perros?

Erik gruñó un poco mientras, también, se cruzaba de brazos.

- No quise destruir aquel ataúd, acuerdate que solo resbalé

- Y -Dijo Nadir mientras se inclinaba hacia enfrente- ¿Por qué te resbalaste?

Erik no respondió.

- Erik -Dijo Nadir con tono de querer que el susodicho le respondiera de inmediato.

- Por espiar a Christine

- ¡Exacto! Y si no hubiera estado ahí no te hubieras librado de estar encerrado tres meses en la cárcel

Erik hizo un gesto como si aquello no le agradara mucho, como si lo estuviera arremedando sin palabras.

Yo me límite a no hablar, esta conversación no tenía nada que ver conmigo.

- Entonces ¿Qué harás con los periodistas que buscaran indicios para redactar alguna noticia en los periódicos?

- Lo siento Daroga -Dijo Erik mientras dejaba de cruzarse de brazos- Pero tu tendrás que inventarles alguna historia acerca de eso... o de mi

- Y... ¿Qué ganaré yo?

- Puede que ganes fama y, tal vez, un poco de dinero

- Te dije que no te ayudaría

- Pero si me descubren estaría en la ruina, me exhibirían como fenómeno o, tal vez, examinarían mi cuerpo y rostro en un laboratorio o

- Erik, calmate -Dije mientras lo tomaba del brazo- Eso no pasará

- Esta bien -Dijo Nadir- Te ayudaré a ocultar esto pero debes tener cuidado

- Si, si -Dijo Erik- Lo que digas, ahora, si no te molesta, puedes irte y no venir en mucho tiempo ¿esta bien?

- Solo vendré si las circunstancias lo requieren -Dijo Nadir mientras se levantaba de la silla- Hasta luego

Nadir comenzó a caminar hacia la salida del cuarto y yo fui detrás de él mientras Erik se recostaba, de nuevo, en la cama.

Lo acompañé hasta la puerta de la casa de Erik pero antes de irse Nadir se giró hacia mi.

- Tengo una pregunta -Dijo Nadir.

- Cual es su pregunta -Respondí.

- ¿Tu eres aquella niña que se topó conmigo hace varios años?

Así que ya conocía a Nadir. Traté de recordar como lo había conocido pero a mi mente no vino ningún recuerdo.

- Tal vez no lo recuerdas -Dijo Nadir- O puede que no seas aquella niña pero una vez, hace mucho tiempo, una pequeña niña tropezó conmigo cuando se encontraba jugando con el pequeño Erik... sin máscara

- Y lo regañe por haber regañado a Erik por no traer la máscara -Dije en un susurro dado a que aquellas palabras que estaba diciendo me sorprendían demasiado.

- Exacto -Dijo mientras mostraba una pequeña sonrisa- Después de tantos años regresaste con él -Sonrió haciendo un pequeño ruido- Si te preguntas no lo e vuelto a obligar a que use la máscara enfrente de mi... creo que me acostumbré a verlo sin ella

Sonreí a lo cual Nadir me imitó para después subir al bote y despedirse de mi, creo que ya le inspiré confianza... y él a mi.

Entré a la casa de nuevo y, de ahí, entré al cuarto de Erik pero el ya se había quedado dormido, de nuevo, así que aproveché para sentarme a la orilla de la cama y retirarle su máscara.

- No -susurro entre sueños Erik.

Sonreí y puse la máscara en el pequeño buró, Erik, dormido, se giró hacia mi, comencé a observarlo mientras acariciaba su cabeza... era lindo y, sin pensarlo dos veces, deposité un pequeño beso en sus labios.

.

.

.

No puedo negarlo más.

.

.

.

¡Estoy enamorada de Erik!

Soledad Bajo TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora