21

588 44 3
                                    

Estoy afuera de la escuela esperando a que mi padre venga por mi, ya es tarde y esta empezando a escurecer y a nublarse así que debe darse prisa.

Hace 3 años dejé París, hace 3 años dejé a mi primer y único amigo, hace 3 años dejé a mi primer amor, hace 3 años dejé el teatro que más amaba, hace 3 años dejé a las personas... pero todo eso lo hice por el bien de papá y porque lo amo.

Si no lo hiciera desde hace mucho me hubiera regresado a París, de Londres a París no es mucho.

Por fin un auto se detuvo enfrente de la escuela, la ventana del copiloto se abrió y pude ver a mi padre.

Entre rápidamente al auto porque las gotas de lluvia comenzaban a caer lentamente y quería, lo mas que pudiera, evitar mojarme.

Cuando entré al auto mi padre me sonrió para después ponerse en marcha hacia nuestra casa.

- ¿Cómo te fue hija? -Preguntó mi papá.

- Bien -Respondí para después mirar por la ventana- Aunque, podría decirse, que me la pasé todo el día aburrida

- Que coincidencia -Dijo mi padre haciendo que yo me girara a verlo- Yo también sentí que este día había sido el más aburrido de mi vida, por lo menos en el trabajo, tuve que entregar todas las partituras que tenía y, luego, me pidieron que cambiara varias cosas de las partituras de otras personas

- ¿Por qué te lo pidieron a ti y no a ellos?

- Porque no se encontraban en ese momento, ¡eso si!, casi no cambie las notas de las partituras de los demás porque... no se, es el trabajo de ellos y yo no me sentiría bien si hicieran eso con las mías

- Mi papá es muy bueno y amable -Dije, mi padre se giró a verme, sonreí y él me imito.

Ambos giramos hacia enfrente, estábamos a unos cuantos metros de llegar a un semáforo y, cuando llegamos, se puso en rojo haciendo que papá se detuviera.

Miré por el espejo retrovisor y pude ver a un auto que venia como si echara fuego por detrás, venía demasiado rápido.

El auto venia en dirección a nosotros.

Me giré hacia mi padre avisándole, de manera muy ruidosa casi gritando, que aquel auto se iba a estrellar contra nosotros.

Mi padre se giró a ver a aquel auto y después puso manos a la obra para encender al carro.

El carro encendió pero algo pegó en la parte de atrás del auto de papá haciendo que nuestro coche saliera a la carretera disparado.

Sentí como me levantaba completamente del asiento y volvía hacia el de manera totalmente brutal.

Los autos comenzaron a chocar contra nosotros provocando que los vidrios del auto comenzaran a romperse.

Comencé a gritar hasta que sentí que algo chocó contra mi cabeza después de eso todo comenzó a volverse borroso y los ruidos comenzaron a disminuir hasta que no había nada.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

- ¿Seremos amigo por siempre? -Dijo ... el niño que estaba enfrente de mi

- Disculpa -Dije- No te conozco

- Pero si yo soy -Aquellas palabras que dijo se oían como un silbido agudo.

Agudo, muy agudo, sentía que los tímpanos se me iban a reventar.

- ¡Callate no te conozco! -Grité y todo volvió a ser nada.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

- ¿De quién estás enamorada?

- De -Dije pero cuando comencé a pronunciar aquellas palabras aquel terrible chillido comenzó a atormentarme de nuevo- ¡Callate!

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

.

- Que hermoso vestido -Dije mientras tomaba la tela del vestido del maniquí- Si me caso algún día usaré este vestido ¿verdad...?

Aquel terrible chillido comenzó a oírse otra vez.

Tapé mis oídos mientras me repetía “tienes que olvidarlo, tienes que olvidarlo” varias veces hasta que el chillido desapareció.

.

.

.

.

.

.

.

.

- Ail... despierta, por favor, despierta

Escuché una voz suave que me hizo abrir lentamente los ojos, alguien me hablaba pero no podía recordar quien era.

- ¿Quién eres? -Pregunté.

- Soy tu padre, Abigail -Dijo mientras se sentaba en la ¿camilla?- No te preocupes, el doctor dijo que tal vez sufrirías una leve amnesia debido al fuerte golpe que sufriste

- ¿Qué golpe?

Mi padre solo sonrió y con una mano me acarició la cabeza.

- Esta bien que no lo recuerdes -Dijo mi padre- El doctor dijo que podrías no recordar varias cosas, pero esta bien

Asentí y me acomodé de nuevo en la cama... en la camilla.

Recuerdo que yo tenia un amigo... no, no tengo amigos... nunca los e tenido.

Soledad Bajo TierraWhere stories live. Discover now