Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada

Capítulo 8: Hematofobia

Como les prometí, doble capitulo, las Amii ARMYS ❤❤❤ No olviden dejar su voto 7w7r

-Tú has estado actuando de una forma muy soberbia últimamente, será mejor que corrijas tu actitud... no quiero castigarte.- Dijo Namjoon mirando a Tae con una sonrisa perversa.

Tae estiró el brazo esbozando una sonrisa mientras cerraba y abría la mano, indicándole a Namjoon en forma de burla que podía ir a por él en el momento en que quisiera.

Nam arqueó la ceja orgulloso y poniéndose en posición hizo una reverencia respetuosa, Tae le correspondió riéndose burlón y comenzaron a dar pequeños saltos sobre sus puntas, esperando el momento de dar el primer golpe, Nam siempre era muy tranquilo, y comenzaba analizando las capacidades de su enemigo antes de poder atacar, Tae era completamente diferente y su estrategia- si se le podía llamar así- era atacar antes de que pudiesen analizarlo y hacer un plan en su contra, a pesar de eso Namjoon lo tomaba con precaución, tal vez su joven amo era mucho menor que él, pero había alcanzado el cinturón negro 2º Dan hacia unos meses, y el mayor, dos grados arriba que él, no lo tomaba en broma, su objetivo principal es que hiciera deporte, pero debajo de todo ello quería que aprendiera a defenderse.

-No tendré piedad esta vez...-Dijo Namjoon mirándolo fijamente.

-Be my guest...-Dijo el menor provocándolo y Nam arqueo la ceja divertido por la situación, tal vez la voz de Tae era ahora grave y gruesa, como la de un hombre pero sus palabras sólo le indicaban lo contrario.

-Cuida tu guardia...

Nam se lanzó hacia él, con la intención se golpear el círculo rojo en el centro de su peto, pero fue esquivado sin dificultad en un segundo, Tae se rio divertido, mientras su fiel amigo intentaba hacer una patada de revés, rozándolo por muy poco.- ¿Eso es todo lo que tienes?.- Dijo Tae mientras saltaba dando una patada certera en la espalda del mayor.

Una batalla de golpes secos y poderosos hacían sonar los petos y caretas de protección en ruidos hondos que llenaban el pequeño gimnasio privado en donde entrenaban, Nam, midiendo la distancia que había entre el menor y el soltaba patadas al azar, haciéndole creer que fallaba, y el menor divertido, bailaba con toda la explosión que la juventud le permitía, haciendo saltos increíbles, en donde la potencia de sus patadas hacían que Nam tuviese que subir la guardia.

Empezaba a sentirse un poco frustrado, le daba a Joonie sus mejores golpes, y tal vez lograba acertar con tal puntería que parecía estar pegado a él, pero a pesar de ello eran pocos los centímetros que lograba mover el cuerpo del mayor, que era duro como si estuviese hecho de acero.

Hubo un momento de pausa, en que los jadeos de los dos se sincronizaron y Tae esbozó una sonrisa mientras una gota de sudor le caía por un lado de la frente. Después de encontrarse un segundo con los ojos oscuros de mayor corrió hacia él, atinando una patada certera en la que acumuló todo su peso, y golpeó un costado del cuerpo de Nam, haciendo que por primera vez en todo el rato este retrocediera tomando precaución de sus golpes, eso lo hizo sentir orgulloso, siguió atacándolo, soltando patadas sincronizadas que golpeaban el costado derecho y luego el izquierdo sucesivamente, mientras el mayor indefenso, hacia una mueca para soportar los golpes.

Cuando Tae sintió sus piernas flaquear un poco hizo una pausa, alejándose unos pasos hacia atrás, jadeante, y miró a su compañero, saltando con un poco de dificultad.- Nam... estas envejeciendo.- Se burló

El mayor no se inmutó, vio un hueco patéticamente obvio en su guardia y después de dirigirle una pequeña sonrisa felina, se precipitó sobre saltos apresurados y dando una vuelta en el aire atinó un golpe certero al pecho del menor, haciendo que su cuerpo volara fuera de la zona de pelea, y cayera sobre su espalda estrepitosamente; la desventaja de Tae siempre había sido esa... subestimar a su enemigo, y sobre todo a un enemigo que tenía una fuerza fulminante como la de su querido gigoló- Nah... tú sigues siendo demasiado joven.- Dijo vengativo, y apretó su cinturón con orgullo.