Playing like a Gigoló ~ [NamV]- Finalizada

Capítulo 44: La forma en que te amo

-No tienes que decirme nada respecto a esto, Namjoonie.-susurró comprensivo, mirándolo fijamente.- Entiendo lo que me dijiste y no soy un niño, así que te dejaré ir , sin molestarte o pedirte nada, porque no tengo el derecho de hacerlo, porque es injusto para ti tener que lidiar con algo como esto cuando hace unas horas volvimos a vernos después de tanto.- Dijo tragando en seco, con la mirada temblándole, y suspiró, obligándose a seguir con lo que quería decirle.- solo hay algo que quiero que tengas presente: no voy a darme por vencido, no esta vez... esta vez seré valiente, juro que lo seré, y estarás orgulloso de mí, y entonces será el momento... de pedirte que vuelvas a mi... de demostrarte que a pesar de todo, te amo... te amo como te amaba hace diez años...te amo con la misma fuerza, con la misma desesperación e intensidad, como te amé desde el primer día, en que vi tus hermosos hoyuelos...

Namjoon se quedó estático, observando su mirada determinada, presenciando la atmosfera inmutable que había alrededor de ambos en esa habitación. No podía mentirle a Jin, porque veía a través de él con tal facilidad que le parecía irreal que hubiese pasado tanto tiempo entre ellos, es por eso que no se lo negaba y tampoco le pedía que no lo hiciera, porque a pesar de lo que su buen juicio podía argumentar en contra de todo el asunto su corazón seguía añorándolo, con fuerza y con desesperación, como si a una cautiva criatura la hubiesen liberado de un encierro letárgico, como si lo dejaran correr plenamente, después de tanto tiempo de añorar la libertad, así era estar con él en ese momento, un alivio a una pena de guardó por muchos años, no podía decir que lo amara, porque eso sería precipitarse, sólo lo había extrañado demasiado y se sentía nostálgico, sumamente feliz, como si los años de su juventud hubiesen vuelto, llenos de besos y caricias color rosa; pero Taehyung... Taehyung estaba en su cabeza, y no podía sacarlo, ni quería; era caprichoso, maleducado, a veces cruel, soberbio y sobre todo inmaduro, pero era dulce y cariñoso, tenían un buen corazón a pesar de todo, a pesar de ser un niño lastimado brillaba con luz propia y por eso lo amaba, de eso estaba seguro.

Se sentía confundido respecto a si era lo mejor dejar que Jinie permaneciera cerca, estaba confundido respecto a si fue correcto lo que hizo con él esa noche, estaba confundido respecto a si le había sido infiel a Tae o no, aun cuando no eran nada oficial, en pocas palabras, estaba confundido respecto a todo, pero había una cosa segura dentro del caos de su cabeza y eso era que amaba a Tae, lo amaba profundamente y eso no cambiaría, no, a pesar de las circunstancias, a pesar de que Tae probablemente lo desecharía algún día, no iba a dejar de amarlo.

Jin lo acompañó a la puerta en silencio, y Nam le sonrió una última vez sin pronunciar palabra, dirigiéndose después hasta el elevador con las manos metidas en los bolsillos.

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Entró a la propiedad de la mansión a las 4 am, los guardias lo miraron extrañados pero no preguntaron nada, y pasó de largo por los jardines iluminados preciosamente con faroles hasta la puerta principal, en donde estacionó su camioneta. Cuando entró, el jefe de mayordomos dormía al lado de la puerta, en un pequeño sofá, junto con algunas mucamas sentadas en un sillón largo del vestíbulo, y cuando lo escucharon entrar, las miradas se le iluminaron.

-¡Joven Namjoon!.- Dijo el señor Lee, jefe de mayordomos, tallándose los ojos.- Menos mal que ha llegado.

-¿Que hacen todos aquí?.- Preguntó Nam guardando las llaves de su auto en el bolsillo.

-El amo ha ordenado que nos quedáramos a esperarlo, ¿está bien? El amo parecía preocupado por usted

-Estoy bien...-susurró, sintiendo culpa en el pecho.

-Le iré a notificar que ya llegó

-No, no lo despiertes

-El amo ordenó que lo despertáramos en cuanto llegara.