Capítulo 9

4K 134 9
                                    

Mimi no podía estar hablando en serio, ¿No besarme más?

Ahora mismo mi cerebro estaba dividido en tres partes, la primera en la Academia, segundo en el engaño a mi novio y tercero en las locuras de Mimi sobre no querer ser más cariñosa de lo normal conmigo.

Odiaba tener que decidir, los dos eran personas importantes para mí... ¿Cómo saber si Mimi no se aburriría de mí? ¿Y cómo saber si Jadel, ahora que me había ido, no me extrañaba tanto que su amor por mí había vuelto a ser el de antes? No podía hablar con él, no sabía cómo estaba... ¿Y si no hubiese entrado nuestra relación seguiría siendo la misma? Llegué a quererlo tanto y admirarlo como el que más que ahora incluso lo extrañaba a mi lado, él se iba al estudio muy temprano y venía muy tarde, pocas veces tenía días francos pero con nuestra rutina no me la pasaba tan mal... Aunque me sentía muy sola. Obviamente también estaba mi familia pero yo vivía lejos de ellos y ya era independiente, los iba a visitar para cumpleaños, festividades y alguna que otra cena familiar pero poco más. Jadel era lo único que tenía en Madrid.

-Ana, ¿Me pasas la sal?- Escuché la voz de Aitana a mi lado, ¿Ese no era el lugar de Mimi?

-Eh... Sí, toma.- Se la pasé sin prestarle mucha atención.

-¿Te pasa algo hoy? Estás como en una nube.- Ella se rió un poco por la comparación y me recordó a una niña pequeña, a veces Aitana, junto con Nerea, eran muy tiernas y se notaba que eran, como Amaia, de las más jóvenes.

-... No, es que, ¿Y Mimi?- Le pregunté sin quererlo, ¡Parecía una loca, joder!

-Desayunó en la otra mesa y rápido se fue a hablar de unas cosas con Mamen... Ya sabes, cantar el estribillo de A-YO no es lo más fácil del mundo... Bueno, excepto para Lady Gaga.- Aitana había hablado rápido según le venían las oraciones a su mente, a veces me sorprendía la capacidad que tenía para largar frases como si fuera una canilla abierta.- Me toca con Agoney luego, ¿Quieres que le diga que la estabas buscando?

-¿A quién?- Dije cortando el aguacate.

-Ay, a Mimi, Ana. Estás perdida.- Dijo negando con la cabeza.

-Mmm, no. Está bien, después la veré.- Actué con una indiferencia extremadamente falsa aunque por dentro estuviera pensando en qué era lo que estaba haciendo Mimi, quería merendar con ella pero no quería ser evidente y que todos se dieran cuenta de que podría haber algo entre las dos... Que no lo había, pero...

-Uff, ok.- La niña se frustraba fácilmente y yo veía que ya había colmado su paciencia, así que después de terminar mi aguacate me fui para el salón de baile/ensayos.

Vi a Mimi por la puerta de cristal, estaba concentrada y algo colorada, era porque me había contado que cantar todo eso del tirón mientras bailaba era su muerte. No la iba a molestar ahora pero la extrañaba, vi como se sacaba su jersey gris por el calor que tenía y se rió de algo que le dijo Mamen mientras tomaba agua y se abanicaba con la mano.

En la otra puerta de Cristal, un profesor ayudaba a Raoul a encontrar el tono de la canción de esta semana que le tocaba cantar con Alfred, y Amaia se tardaba la vida para prepararse y venir a nuestro ensayo así que podía disfrutar de Mimi un rato más, me acomodé en las escaleras sin hacerle mucho caso a Roi y Miriam ensayando en unas de las cabinas.

Cuando Mimi salió, me dio la espalda para darle las gracias a Mamen y decirle alguna que otra cosa para luego girarse y verme allí, supongo que por la intensidad de mi mirada notó que quería hablar con ella y se acercó lentamente a donde estaba yo, me encantaba lo que llevaba puesto y le quedaba tan bien, ya quisiera yo que ese conjunto me quede bien a mí.

-¿Qué pasa, Ana Banana?- Dijo con ternura mientras me miraba, ¿Por qué a veces tenía que ser una niña? Ponía un tono tonto y sus ojos brillaban mostrando inocencia, algo que Mimi solo tenía cuando lloraba o cuando no se enteraba de las cosas y algo la desconcertaba.

-Qué te pasa a ti mejor dicho.- La miré de reojo, ella pasó un brazo por el escalón detrás de mi espalda sin tocarme pero acercando su cuerpo, se estiró por arriba de mí para dejar el jersey que tenía doblado en su antebrazo en el otro extremo. ¿Con qué necesidad? Pregunto.

-¿Qué crées que me pasa?- Preguntó a cambio, no me gustaba que las personas respondieran con otras preguntas pero era Mimi... Y también estaba bastante cerca de mí, era débil.

-Creo que te pasan cosas conmigo.- Dije como idiota viéndola, ¡Obvio que le pasaban cosas conmigo! Que me haya besado no había sido una casualidad. Pero tampoco sabía qué responderle, yo era más de observar y escuchar que de dar charla.

-Eso nosotras ya lo sabemos.- Ahora yo me acerqué más a ella, tenía frío.

-Sí... Te tengo loca, pero tú no te fías.- Dije en un acto de valentía.

-Eh, tampoco te lo creas tanto, Ana.- Se rió con la vista perdida en el solitario salón.

-¿Cómo no creérmelo si le gusto a mi Mimi?- El comentario era cursi pero Mimi se rió y sin pensarlo tomé su jersey y me lo puse arriba de las piernas como tapándome. El lugar era grande, estaba vacío y con nosotras quietas, el aire fresco se propagaba con más facilidad.

El clima se rompió un poco cuando la rubia se rió tristemente.- Mimi la nominada.- Dijo entre burla y seriedad.

-Seguro que te quedas... Y eso no debería haberlo dicho...- La abracé y cuando Mimi se quedó callada me imaginé que estaba pensando en eso así que saqué otro tema de conversación.- ¿No tienes frío?

-Para nada, las clases con Mamen me agitaron un poco y me dio calor... ¿Tú si? Puedes ponerte mi jersey si quieres.- Dijo cuando sus ojos notaron que lo tenía sobre las piernas. Y no desaproveché la oportunidad, ya le quedaba grande a Mimi por lo que a mí me quedaba gigante y seguro peor que ella, tenía su perfume y olor a cigarrillo, como en general toda la ropa de los fumadores de la casa.- Eh, te queda bien.- Me sonrió.

-Llevo días viéndotelo y ya me gustaba.- Confesé abrazada a su costado.

-Pues te lo dejas.- Dijo y me separé de ella enseguida para verla mejor.

-¿Qué? No. Te voy a ver entrando por la puerta principal y voy a estar esperándote con el jersey para dártelo.- Mimi no dijo nada y fijó su vista al piso.

-Y si no... Para ti, mi reina.- Dijo con algo de amargura por el mal trago de la conversación que acabábamos de tener.

No pasó mucho tiempo cuando dejé a Mimi en su sueño o pesadilla despierta, yéndome a trabajar con Amaia, le di un beso en la mejilla como despedida y le hice prometerme que se iba a quedar y que deje de pensar en lo que pudiera pasar. Y aunque ella me dijo que sí, que no pasaba nada, muy dentro de mí sabía que había una posibilidad de que Mimi se fuera y me dejara, que su sueño se haga pedazos y que no nos veamos nunca por un largo tiempo, sabía que si Ricky se salvaba me empezaría a caer mal alguien que consideraba un amigo dentro de la casa, la iba a extrañar tanto e iba a culpar de eso a él y a la gente que no había votado para salvar a Mimi...

Pero esperaba con ansias que se quedara y corriera a mis brazos para decirme que no iba a necesitar ningún jersey suyo para recordarla porque ella estaría a mi lado.

***

Después del problema que hubo con el capítulo 9, aquí está. Lo siento, ese día lo había publicado pero no estaba terminado hasta ahora.

Muchas gracias por tomarse el tiempo de leer este fic, muy cutre, no esperaba que a la gente le guste y la verdad me he sorprendido, tanto como por los comentarios como por los leídos y votos.

No soy de escribir notas, de hecho las considero innecesarias y sé que nadie las lee jajajaja, porque yo tampoco lo hago pero nada más quería dejarles claro que aprecio mucho que les guste esto.

COMPLICADO [WARMI]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu