Capítulo 19

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-¿Me puedes decir lo que pasa?

La pregunta quedó en el aire por varios segundos, Mimi parecía estar pensando y recordando cosas, en su frente se habían formado pequeñas arrugas y tenía la boca ligeramente abierta.

-¿Mimi? ¿Me vas a contestar?- Hablé cuando calculé que hacía tiempo estábamos a solas y posiblemente no tardarían tanto en encontrarnos. Ella pareció volver en sí y me miró, sus ojos verdes observaban mi cara y me sentía algo cohibida.

-Sí, lo siento.- Se sacudió un poco.- Es que no sabía cómo reaccionar... Me puse algo nerviosa y tú sabes que cuando quiero que algo salga bien estoy muy concentrada en ello.- Me dijo refiriéndose a la Gala de Navidad, igualmente Lady Marmalade no presentaba ningún conflicto para Mimi y lo hacía de maravillas. Al final me dio una sonrisa y se acercó a mí, besó mi frente cuidadosamente y me abrazó. Pude respirar tranquila y le besé el hombro ya más relajada.

-Uff, me sacaste un peso de encima, creí que el problema era yo o que estabas mal por algo de fuera.- Suspiré entre sus brazos.- Me hiciste poner nerviosa, te odio.- Le pegué suavemente en el trasero y pasé mis brazos por su cuello. Ella rió brevemente y luego se quedó callada.

-No pienses en mí, Ana. Te juro, estoy bien y no pasa nada. Y no debería estar diciéndolo, pero tu padre me mandó un mensaje. Me cae bien.- Aflojó el agarre de mi cintura y me miraba con una sonrisa divertida.

-Ay, ¿Te dijo algo de mí?- Ella sonrió aún más grande.

-Pero si es tu padre, Ana, ¿De qué crees que hablamos?- Acarició mis costados hundiendo sus uñas en mi piel.

-Es verdad, dijo algo para...- Mimi entrecerró los ojos y se separó de mí.

-Ni siquiera lo preguntes, ahora tienes que preocuparte por estar aquí y seguir aprendiendo, ¿Eh? Nada de preguntas. Todos están bien y seguramente te extrañan.- Le sonreí y ella puso mi cabeza contra su pecho, me sentía tan cuidada entre sus brazos que casi me pongo a llorar, en realidad sí lo hice.

-Te extrañé mucho.- Ella me apretó más contra su cuerpo y yo hice lo posible para que nuestro abrazo durara lo más posible.

-También te extrañé mucho, creo que no me hubiese quejado si me dejaban unas semanitas más.- Dijo entre risas, entonces vio mis lágrimas, ella se emocionó y trató de limpiarme las mejillas.- Vamos, que se te corre el maquillaje. No me llore, mi niña.- Suspiró fuerte y asentimos las dos, nos arreglamos la una a la otra y salimos del pequeño lugar, no había rastro de Noemí por ningún lado y le di un beso a Mimi antes de que se vaya por la puerta de maquillaje.

Seguí mi camino por los pasillos hasta encontrarme con el plató, era lo mejor, no nos podían ver juntas o por lo menos no todo el rato, Noemí sospecharía que habíamos estado hablando y todo saldría mal. No me había dado cuenta de cuan rápido pasaba un mes y medio sin ella, obviamente para mí el tiempo dentro de la Academia era diferente al del mundo real, en el cual vivía Mimi y al parecer lo estaba haciendo genial, lo llevaba bien. Cuando pasó por mi lado para reunirse con Cepeda y Roi que estaban esperando para ensayar, le dije "¿Con que Razzmatazz, eh?", haciendo alusión a la vez que alguien en la firma me había dicho que luego iba a un concierto de Mimi, ella se rió y siguió bromeando con Cepeda, luego me uní y cuando llegó el momento de despedirnos, me puso una cara triste, nos dimos el último abrazo y salió por la puerta.

Me había quedado con tantas emociones, estaba casi desgastada por dentro, en esos minutos había sentido tanto que me parecía anormal estar ahora sentada tratando de asimilar todo, cuando volvimos a la casa fue inevitable que todos comentaran sus reacciones y qué habían sentido, aunque los ánimos se fueron apagando lentamente a medida que cada uno tenía que volver a sus tareas.

Ese día me encontré durmiendo en mi cama cómodamente recordando lo que había pasado, Mimi luego me había hecho reír en el ensayo final, Noemí sospechaba algo pero se guardó la bronca al ver que todos estábamos felices, había vuelto a verlos y verla a ella, sonriente y cantando mejor de lo que lo había hecho nunca.

Cuando nos levantamos por la mañana, hicimos todas las clases necesarias hasta que Noemí nos llamó al salón, todos sentados en el extenso sofá recibimos a Tinet, productor del programa, iba a encargarse de darnos una noticia especial y aunque más o menos nos imaginábamos qué iba a ser, el júbilo se expandió por el lugar ante la sorpresa de que iríamos por un día a nuestras casas, estaríamos con nuestras familias y festejaríamos la Navidad con ellos. Los dos pasaron a darnos algunos consejos, como que no viéramos nada que tenga que ver con las redes sociales o que no salgamos a la calle.

Estaba tan alegre que me había olvidado de un detalle importantísimo, ir a casa significaba salir de esta burbuja, enfrentarme un poco a la realidad y sobretodo, ver a Jadel. Algo que especialmente me hacía ilusión, a ver, yo no lo odiaba nunca lo haría. En su momento me había enamorado del mismo Jadel que seguirá siendo hoy, el cariño que le tenía no había cambiado pero sin embargo, no era mi prioridad al salir. Ansiaba ver a mis padres y mi hermano, compartir con ellos esta fecha que me encantaba y luego estaba Jadel.

Después de los consejos de Noemí tenía claro que no quería saber nada de lo que pasaba en el exterior, ¿Para qué? Arruinaría mi concurso, estaba tan cuidada y protegida aquí dentro que ahora mismo recibir información podía hacerme pasar algún mal trago. Como siempre nos habían dicho, va a haber comentarios buenos pero también malos.

Aun así el 23 mientras preparaba mi valija tenía el presentimiento de que algunas cosas habían cambiado.

COMPLICADO [WARMI]Where stories live. Discover now