Capítulo 20

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-Creo que te estás liando mucho.- Dijo Jedet mientras tomaba un poco de vino, tenía sus mejillas algo sonrojadas y arrastraba las palabras pero yo le entendía.- ¿Qué te gusta? Y bueno, te gusta.- Terminó lo que tenía en la copa de un trago y medio gritó.- ¡¿Acaso está mal querer a alguien?!- La gente ocupando las mesas continuas observaba hacia donde estábamos, ya era bastante tarde y la mayoría se encontraba en citas o comidas familiares. Después de todo no habíamos elegido un lugar que sea exclusivamente bar y gracias a eso nos habíamos llenado de comida y vino hasta arriba.- Pregunto, de nuevo, ¡¿Está mal querer a alguien?!- Los comensales nos miraban como si estuviéramos estorbando allí, entonces se acercó un mesero.- Hola guapo.- Largó mi amigo dando su mejor sonrisa, me quise reír.

-Buenas noches, lo más correcto sería que se retiraran del establecimiento.- Dirigió su vista hacia mí en busca de un atisbo de adultez, no le iba a hacer pasar un mal momento así que asentí y le pregunté por la cuenta, una vez pagada salimos con Jedet agarrados del brazo.

-No puedo creer que te hayas subordinado así.- Dijo parándose un momento después del silencio que se había formado por unos minutos.

-¿"Subordinado"? Estábamos incomodando a la gente, nosotras ya habíamos disfrutado, ¿No te parece que ahora les toca a ellos?- Le sobé la espalda pero él se apartó, tiró su cuerpo sobre la pared de una tienda de ropa y cerró los ojos.- ¿Estás bien?- Jedet no sufría mucho el alcohol porque estaba acostumbrado aun así, tal vez nos habíamos pasado.

-No, Mimi.- Suspiró aún con los ojos cerrados, solía dramar continuamente en su día a día, sin embargo ahora por alguna razón me parecía que no lo estaba haciendo.- ¿Escuchaste lo que dije en el restaurante?

-Mmm... ¿Cuál de todas las cosas?

-Lo de que si está mal querer a alguien.- Repitió ahora con los ojos abiertos y pasándome el encendedor para darle fuego a un cigarrillo que ya tenía entre los dedos. Con un gesto me ofreció y lo rechacé inmediatamente.

-Sí, lo escuché... Lo dijiste un par de veces.- Le sonreí.

-Bueno... ¿Entonces lo entendiste?- Afirmé con la cabeza por unos segundos.

-¿Que no está mal querer a Ana, no?- Inferí.

-Obvio que no, pero, ¿Estás dispuesta a quererla aun así la muchacha tenga a alguien más? -Tragué duro, Jedet le daba caladas a su cigarrillo y me estudiaba. No era que estuviera pensándolo mucho, tenía la respuesta desde el momento que escuché la pregunta. Entendía al punto que quería llegar, después de todo era la verdad.

-Por sobre todas las cosas es mi amiga.- Contesté con la mirada firme, comencé a caminar y Jedet se impulsó a sí mismo de la pared para seguir a mi lado, su andar era algo irregular y no tardé en enganchar su brazo con el mio nuevamente.

-Gracias... Amiga.- Dijo riéndose divertido. Por otro lado, yo estaba seria.

-¿Me estás tratando de decir algo?

-No sé, tú verás.- Suspiré y cerré la boca.

Cuando llegamos a su casa no me impresionó ver el desorden que manejaba, bueno quizás porque mi piso también estaba así.

-¿Quieres vino?- Dijo riendo mientras se dirigía hacia el refrigerador.- Creo que tengo una botella abierta desde el otro día.- Me encogí de hombros y tomé asiento en el sofá, Jedet iba a hacer lo que quisiera aún yo le dijera que era suficiente con lo que habíamos bebido antes. Llegó con las dos copas tambaleándose y, antes de sentarse junto a mí, prendió la televisión.- ¿Me vas a decir en lo que estás pensando?- Quizo saber, dio unos tragos largos al vino y volvió a servirse más.

-En lo que me dijiste.- Fui sincera, después de todo estábamos en su casa y nada saldría de aquí. Jedet rió.

-Tampoco pienses tanto en eso, ¿O en realidad yo estoy sobria y esta noche no he probado una gota de alcohol?- Asentí, el efecto de la bebida nos había hecho decir tonterías. Yo confesándole que tal vez quería a Ana más de lo normal y él prestándome sus consejos rebuscados que al final eran falacias.

-Sí, lo sé. Es que...- Me callé, las palabras se perdieron en el espacio, no tenía sentido dar voz alta a mis razonamientos, y Jedet no habló hasta unos segundos después.

-Es que nada, mejor vivirlo que perdérselo.- Lo miré extrañada, ya había acabado su segunda copa y cuando iba por una tercera, me levanté y le quité la botella, se quejó.

-Mejor que cada una se vaya a dormir.- Desde el sofá había hecho un ruido, y cuando fui a verlo ya estaba entre dormido. Me despedí de él aunque estuviera inconsciente y llamé a un Uber que al de salir por la puerta de su edificio ya me estaba esperando. Era tarde pero había llegado a mi piso sana y salva, tiré mi bolso por ahí y caí sobre el edredón con estampado de cebra para darle final a mi aventura del día.

Había sido una noche intensa, no paraba de moverme en la cama y no encontraba una posición cómoda. Hasta que me quedé mirando hacia el techo, tenía la espalda sudada y la boca seca, ¿Siempre iba a levantarme como si estuviera en una pesadilla constante? Volví a cerrar los ojos tratando de dormirme pero sin conseguirlo. Suspiré cansada y decidí dejar de lado el sueño para agarrar el celular que estaba cargándose justo a mi lado. Mis ojos se abrieron al máximo cuando vi el twitt de Jedet.

"Cuando sabes que un amigo se va a llevar una decepción enorme con algo/alguien pero recuerdas que tu deber es cerrar la puta boca y dejar que aprenda la lección por sí mismo"

Recosté mi cuerpo en la cama aún con el celular en las manos, ¿No lo había dejado durmiendo? No lo podía creer pero era Jedet, pocas cosas solía guardarse para él, cuando me relajé las respuestas me hicieron gracia, y decidí contestarle.

"JAJAJAJAJAJA no sé si darme por aludida!"

La gente abajo comenzó a conspirar y entendí que medio había revolucionado Twitter, aunque nadie entendía por qué lo había dicho y terminé recalcando que era algo interno.

Una vez que el celular ya estaba apagado y cargándose de nuevo, me puse a pensar en que Ana no tenía ni la menor idea de lo que estaba pasando fuera, que la gente nos shippeaba o que su novio era la persona más odiada del mundo junto con las parejas de Aitana y Cepeda, ¿Y si se enteraba de todo esto cómo reaccionaría?

Con la cabeza a mil por hora consulté por segunda vez el celular en la oscuridad de la noche, volví a pasarme por Instagram a leer el mensaje de Jadel. ¿Cómo actuaría él frente al engaño de Ana conmigo? Si se había tomado el atrevimiento de mandarme un mensaje para prevenirme de no sé qué, ¿Cuando se enterara que había besado a su novia, qué? ... ¿Y si Ana nunca se lo contaba?

Ahí se complicaban las cosas, ¿Ana se lo contaría? Desde que la había dejado en la Academia tenía la sensación de que su corazón estaba dividido, yo no iba a tomar ninguna decisión por ella. Suficiente le había insinuado esa vez en el baño, cosa que en estos momentos me parecía horrible, que "dejara" a Jadel por mí, no lo iba a volver a repetir, eso había estado muy mal. ¿Tan desesperada estaba? Verdaderamente la quería, tanto como para que no me importara cómo se sintiera su novio pero ahora me ponía en su lugar y me odiaba a mí misma. Tomando las riendas de la situación y para no arrepentirme más tarde, le escribí una respuesta a su mensaje directo y ya no había vuelta atrás.

"Solo somos amigas. La miro así porque me gusta ver como crece y avanza mientras muestra el talento enorme que tiene. No te preocupes por mí y espero que pronto nos podamos conocer. Saludos, jefe."

COMPLICADO [WARMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora