Capítulo 12

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Llevaba varios días sin pensar en cosas de fuera, mi cabeza estaba totalmente en la Academia, encontraba aquí la paz que no sentía en plató con toda la gente gritando y la adrenalina a flor de piel. No era que no me gustaba, me parecía extraño que gritaran por nosotros o en cierto punto de las actuaciones, veía como algunos cantaban las canciones, aplaudían, y victoreaban si algo salía bien. El público se entregaba en casi todas las galas pero no sentía que me estuvieran apoyando a mí, un grito aquí y otro por allá pero poco más.

La Academia era ese lugar seguro, lejos de las críticas y el bullicio, a veces muy silencioso y por momentos lleno de entusiasmo, talento y melodías por todas partes.

Amaba pararme en el escenario y darlo todo pero había tantos factores que me rodeaban de los que yo solo me daba cuenta cuando en el plató me sentaba en el sofá con mis compañeros y escuchábamos atentamente a las conversaciones que tenía el siguiente en presentarse junto a Roberto, los aplausos, risas y gestos que nos hacían los que estaban allí presentes quedaban para el resto de la semana marcados en nuestro consciente.

No obstante, el silencio que necesitaba lo tenía de noche o en mis momentos conmigo misma, los cuales eran muy pocos, como dije antes no había pensado en nada de fuera pero así como nos quedan rondando por la mente las cosas que pasaban en plató también permanecía dentro de mí un momento que quisiera o no, guiaba mis razonamientos hacia el ambiente que se presentaba en el exterior.

De camino a la Gala 6 donde me tocaba cantar "La Bikina", iba preparada, confiando en mí cuando me veía en los espejos del lugar con mi vestuario que derrochaba poderío.

Permanecía de pie en uno de los pasillos ya que el técnico me había dejado sola porque los in-ear se habían enredado en una parte de mi chaqueta, mis oídos sin eso puesto escuchaban de manera perfecta todo lo que ocurría. Entonces me sorprendí al percibir unas voces para mí irreconocibles, cuando me di la vuelta dos técnicos más se acercaban viendo una carpeta, pensé que iban a solucionar mi repentino problema con los in-ear pero siguieron de largo y ni siquiera me miraron porque estaban muy concentrados en lo suyo, se detuvieron en una de las puertas a unos metros de donde estaba y yo no sabía cómo reaccionar, ¿Dónde se había metido la persona que tenía que ayudarme a desenredar esto? Escuchaba como ellos hablaban de algunos temas y al parecer esperaban que les abrieran la puerta pero se habían olvidado de tocar por estar sumergidos en su conversación, de repente sonó un pitido, pensé que era alguna alarma que avisaba cosas como volver a su puesto o que la próxima actuación estaba por comenzar. Aún así estaba equivocada, el hombre de cabello corto casi gris sacó su celular del bolsillo y se rió un poco distrayéndose de lo que le señalaba el otro en la planilla con un bolígrafo.

-¿Xavi?- Inquirió al no sentirse escuchado. El hombre del móvil que había sido nombrado lo miró aún con la sonrisa en la cara.

-¿Si? ¿Qué pasa?- Antes de que el muchacho le pudiera contestar siguió hablando más interesado en la reciente notificación que en su trabajo.- Ya sabes cómo es la gente en las redes.- Rió divertido.- Quieren planos de Amaia y Alfred, y me piden que haga campaña para la repesca.- Largó felizmente mientras el más joven lo miraba con una mueca extraña, supongo que por lo que le había soltado el hombre... ¿Más Amaia y Alfred? ¿Repesca...? Estaba confundida, ¿Qué repesca? Obviamente todos habíamos notado que Alfred y Amaia eran de los más queridos, a la par que Aitana, pero después de cantar juntos se habían acercado y casi habían hecho que el público muriera con "City Of Stars" no me extrañaba que le pidieran a ese tal Xavi que haga más planos de los favoritos. Pero, ¿Una repesca? Esto no era Gran Hermano.

Cuando se dieron cuenta de que esto no era un tema para hablar en un pasillo se metieron al cuarto que estaba detrás de la puerta donde habían parado y volvió el técnico que me estaba preparando para salir con un secretario, sin perder un segundo más me arreglaron el vestuario y prepararon para que suba al escenario, en ese momento me olvidé de todo como siempre solía hacerlo. Después tendría tiempo de analizar lo que había escuchado.

En la actuación lo había bordado, me sentía cómoda y segura, los nervios los había dejado un poco de lado y estaba concentrada en dar la mejor actuación que podía. El jurado lo supo valorar y pasé por la pasarela una semana más.

Lastimosamente esa noche se fue Ricky, alguien con el que había tenido resentimiento los primeros momentos que Mimi se había marchado pero que con los días lo supe superar y concentrarme en que no era su culpa, pasábamos demasiadas horas en grupo como para odiarnos profundamente entre nosotros y aunque nunca lo había hablado con él era tan parecido a Mimi en ciertas actitudes o comentarios que me hacía extrañarla menos, aun así no era ella pero me encontraba en una situación extraña porque sentía que ya no la necesitaba a mi lado para levantarme el ánimo ni para decirme que confiaba en que lo pudiera hacer, obviamente le quería comer la boca pero algo en lo profundo de mí decía que sí la quería pero que esas cosas me las podía decir a mí misma y que me sentiría igualmente de feliz y fuerte que si me las dijera ella. Había encontrado esto que ella tenía de sobra y que siempre había anhelado tener, la seguridad e independencia.

No necesita de Jadel ni de Mimi para hacerme sentir que lo valía, que yo estaba ahí por un propósito, para cumplir algo que era mi sueño y mi vida, y eso era cantar arriba de un escenario o donde sea pero regalando mi música a las personas. Como ese día en la calle frente a un público ruidoso que pasaba sin tomarme en cuenta, mis canciones dedicadas en las fiestas de cumpleaños a mis padres y primos más queridos, esos duetos en la cocina con mi abuela que desembocaban en bailes fuera de ritmo con mi abuelo. Vivía por y para eso, no precisaba que cualquiera me lo dijera para creérmelo, ahora lo sabía y no iba a permitir que nadie me parara.

Esa noche me animé y le dije a Ricky que saludara y abrazara a Mimi de mi parte, también a Jadel, pero sabía que él no vería a mi novio así que sólo le daría el mensaje a Mimi o probablemente se olvidaría.

Supuse lo triste que sería que tu sueño quizás se terminara acá y yo iba a luchar para que por lo pronto el mio no finalizara.

Pensé en cómo las cosas pueden cambiar de un segundo a otro, como un día puedes asegurar estar enamorada de tu novio y luego que tu mundo ideal se derrumbe por el beso de una chica que provoca un caos total y hasta ahora, irreversible. Yo vivía de eso, de las idas y vueltas de la vida, me había dado cuenta de eso en la única universidad a la que había asistido, la de la calle, y entre muchas cosas agradecía encontrarme con esas personas que le daban un giro de 180° a mi supuesta realidad, mostrándome que nunca nada era estable y que todo siempre podía complicarse un poquito más.

Eh, la evolución de nuestra Ana. Pronto se vendrá el reencuentro, supongo, desde ya quiero decirles que por ejemplo, el capítulo del reencuentro (que sabemos pasó hoy en la vida real) fue escrito hace tiempo, incluso mucho antes de que les dijeran que ni siquiera podían hablar con los exconcursantes más de lo necesario, por lo que si por alguna casualidad lxs decepciona, lo siento. También como verán acá se nombra la repesca, algo que dijeron que no va a pasar, tampoco hay que sacrificar demasiado a la verdad.

COMPLICADO [WARMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora