Capítulo 22

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-¿Hola? ¿Qué? Espera un minuto por favor.- Salí al balcón de mi piso y una vez sentada en la silla que tenía fuera hablé.- Disculpa, ¿Quién es?- No tenía el número registrado y me llamaban a mi celular personal.

-¿Cómo que quién es? Ricky Merino, tía. ¿O ahora porque andas haciendo conciertos te piensas que eres la Beyoncé?- Me reí, ya era algo tarde, y tenía que salir para la casa de mis abuelos, nos íbamos a reunir todos allí para festejar la Navidad.

-Ah, y yo que pensé que me llamaba alguien importante.- Él se rió.

-Ya empezamos, eh.

-No, tú empezaste. Ahora, ¿Me puedes decir por qué no te tenía agendado? Yo juraba que sí.- Dije confundida.

-Porque cambié el número, después te cuento.- Dijo sin darle importancia.- ¿A que no sabes con quién hablé?

-¿Britney Spears?

-No, casi. Roi y Cepeda.

-Cómo que "casi" si son Roi y Cepeda.- Nos reímos, y de inmediato pensé cómo había podido hablar con ellos.- Pero... ¿No hay teléfonos en la Academia?- Se le escapó una risotada, alejé el celular de mi oído por el ruido tan repentino y él comenzó a explicarme.

-Tía, Mimi, ¿Qué voy a hacer yo contigo?- Lo podía ver incluso negando con la cabeza.- ¡Que salieron por Navidad!- Gritó y empalidecí.

-¿Salieron por Navidad?

-Sí, ¿O tú no lees Twitter ni nada?- Me molestó, pues la verdad era que pocas veces me quedaba con el celular horas y horas.

-Lo habré leído pero no sé, no le di importancia.- Ni siquiera me acordaba pero Ricky eso no lo sabía así que decidí sentarme cómoda y escuchar qué tenia para contarme, siempre se enteraba de los salseos aún estando fuera.

-No hay problema, aquí su servidor la pondrá al tanto.- Que tonto podía llegar a ser.

-Va, Ricky, empieza que sé que quieres cotillear.- Él rió y yo pasé a escucharlo atenta.

-Bueno, para comenzar, quiero que sepas que yo no llamé a Roi, él me llamó a mí.- Como si eso lo hiciera más importante.- Ahora, con Roi hicimos videollamada, estaba su novia... Majísima por cierto.- Aclaró desviándose del tema.- Y también estaba Cepeda.- Terminó.

-Bueno... ¿Y ya?- Puse los ojos en blanco.

-A ver, cómo que "¿Y ya?", ¿Acaso tú tienes más información?- Dijo indignado.

-Pues no, pero eso muy interesante no es...

-¿A ti te ha llamado alguien?- Preguntó poniendo su atención en mí.

-No... Pero hay tiempo para que me llamen...- Aunque dijera eso, en el fondo creía que nadie me llamaría, Cepeda andaba en sus cosas y por más que yo me llevara bien con Agoney, seguramente no quería perder tiempo con su familia, luego estaba Ana... A quien no veía desde el reencuentro pero dudaba que estando su novio presente quisiera hablar conmigo.

-Sí... Ya...- Dijo dudando, me quise reír de lo triste que había sido este pedacito de conversación, pero Ricky volvió a hablar con un tono eufórico para aliviar el ambiente.- ¡Que me olvidaba! A ti te tendría que llamar tu medio aguacate...- Si no tuviera el celular en la mano me lo imaginaba haciendo un corazón son sus manos unidas, como le encantaba molestarme.

-Cállate, anda, y a ti tu falso novio Agoney.- Me vengué.

-JA-JA.- Dijo sarcásticamente.- Supuestamente anda con Raoul...

-Vamos, que es algo que se inventaron los fans...- Suspiré riéndome.- Igual que lo mio con Ana.- Rematé y Ricky del otro lado volvió a reírse.

-Sí, sí...

-Bueno, va. ¿Qué querías decirme?- Corté enseguida con ese tema porque sabía cómo le gustaba molestarme.

-Quería decirte... ¡Que feliz Navidad!- Chilló emocionado, me reí y los dos comenzamos a decirnos cursilerías, él decía que me había llamado temprano para que luego los dos pudiéramos disfrutar a pleno de nuestras familias y porque debido a que habíamos ido a Operación Triunfo todo el mundo parecía querernos un poco más y los saludos a las 12 no iban a faltar. Cuando me di cuenta de que ya estaba llegando muy tarde y él tenía que ir a ayudar con algo en su casa, cortamos y quedamos para vernos lo más pronto posible.

De camino a la casa de mis abuelos iba pensando en lo que me había dicho Ricky, ¿Ana me llamaría? Casi que lo dudaba, seguro estaba cansada por el viaje, pasándola bien con su familia y Jadel. No iba a acordarse de mí en pleno festejo, cuando la había visto tampoco me había dicho que hablaría de lo nuestro con su círculo, ¿O es que ya no había nada?

Pasamos esta fecha tan especial todos risueños y hasta un poco bebidos, mi tía sobre todo, yo tendría tiempo de ponerme mal con mis amigos. Habíamos decidido ir a un bar, el mismo de siempre, y tomar para celebrar la Navidad. Y ese momento llegó a eso de las una de la mañana, mi abuelo ya estaba dormido cuando salí de casa y emprendí viaje con mi prima hacia el bar, decorado con un cartel rojo fuera indicando que la puerta delante de nosotras daba paso a unas escaleras, una vez subidas el ambiente era cálido pero sin dejar de ser aburrido, algunos estaban medio bailando en la pequeña pista y había mucha gente sentada en tanto en la barra como en las mesas de madera. Entonces mi prima me señaló una mesa llena de nuestros amigos, algunos eran más apegados a ella y otros a mí, pero todos nos llevábamos bien. Cuando me vieron me dieron sus respectivas felicitaciones y nos sentamos a tomar algo.

Para las cuatro de la mañana ya estábamos lo suficientemente ebrios como para darlo todo en nuestros bailes improvisados, me encantaba pasármelo bien con ellos, eran los amigos de siempre, colegas que conocía de hace mucho e incluso con algunos había ido al instituto. Cuando sentí a duras penas como mi celular vibraba, me fijé brevemente en que el número que me llamaba era desconocido, ¿Será Miriam o Nerea? Agoney tal vez, siempre habíamos sido buenos amigos. Descartaba a Ana pero quizás podía ser ella.

Rápidamente me fui al baño, corriendo y pidiendo permiso a cualquiera que esté en medio, para cuando llegué y le di a aceptar la llamada nadie habló del otro lado.

-¿Hola?- Pregunté poniéndome una mano sobre el oído, no se escuchaba nada o nadie estaba hablando.- ¿Quién es?- Dije mientras entraba a un cubículo que estaba vacío.

Nadie respondía, ¿Era alguna broma?

-Hoy es Navidad, lo estoy pasando bien y me estás poniendo un poco nerviosa, ¿Agoney?- Él era el único que podía hacerme una broma de estas, Nerea desbordaba inociencia y Miriam hubiese ocupado este tiempo comunicándome millones de cosas para no perder ningún segundo de su vida.

Sin ninguna respuesta ya me estaba frustrando, ¿Alguien tenía tiempo libre para molestar a otros justo ahora? Entonces se me ocurrió algo, si no era Agoney, Nerea ni Miriam...

-¿Ana?- Indagué con tono dubitativo. Un sollozo se hizo presente y sentí que comenzaba a faltarme el aire, ¿Era ella?

Más pronto de lo esperado, pero para el próximo no prometo nada. Lo siento por los errores ortográficos o gramaticales. Saludos.

COMPLICADO [WARMI]Where stories live. Discover now