Capítulo 6

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—Vamos amigo, déjame pasar.—le siguió insistiendo Jooheon al guardia que le cubría el paso. Éste parecía no tomarle importancia al asunto, pasando totalmente de largo del chico al cual había quitado a rastras del hospital por haberse comportado como un idiota. El guardia hacía de cuenta de que Lee no estaba delante de él, insistiendo en que lo dejara entrar nuevamente.— Prometo portarme bien esta vez. Seré bueno, lo juro.

Pero estaba más que claro que no sería para nada bueno, y si iba a portarse bien, lo haría. Pero de una manera bien de imbécil. Jooheon seguía con las ganas de degollar el delicado rostro del tonto mejor amigo de su novio. Estaba enfurecido, su sangre hervía como la de una bestia sedienta de sangre. Y se notaba a la perfección por el sarcasmo que corría por su voz a cada palabra que pronunciaba y sus dientes apretados al sonreír. Otra de las características que lo delataban cuando estaba molesto, era que sus ojos se volvían mucho más pequeños. Adorable, pero a la vez temible.

—Por milésima vez, no voy a dejar que entres, niño.—el alto y corpulento hombre que estaba en el medio de la puerta del hospital, cubriéndole el paso a Jooheon, estaba harto de tenerlo rogando para entrar nuevamente delante de él. Intentando con todo lo que se le cruzaba por la cabeza, incluso fue a comprarle un algodón de azúcar que vendían en la esquina para intentar sobornarlo. Obviamente se lo terminó comiendo Jooheon mientras seguía insistiendo.— Ahora vete.

Lee no haría caso absoluto a la petición del guardia, incluso si él llamaba a las fuerzas civiles para que vinieran a buscarlo. Aunque sonara demasiado exagerado llegar hasta tales niveles. Ese hombre poseía las proporciones de una bestia, tranquilamente podría cargarlo como una bolsa de patatas y llevárselo hasta su casa.

— ¿Por qué tan serio, amigo?—preguntó Jooheon acordándose que aún tenía una última carta bajo la manga, y estaba totalmente seguro de que funcionaría.— Vas a terminar con una parálisis facial. Déjame contarte un chiste a ver si sonríes.

—No.—impuso nuevamente el gigante, cruzado de brazos.— Vete.

—Anda, vamos.—sonrió tierno el menor picando el abdomen del guardia.— Te encantará.

El mayor suspiró rendido, poniendo los ojos en blanco y accediendo a que le cuenten el chiste para que dejara de romperle un poco lo que vendrían a ser los huevos.

Vio como Jooheon lo señalaba con los dedos índices en alto, mientras los codos se mantenían pegados a su cuerpo, con una sonrisa marcando sus hoyuelos. Frunció el ceño mientras veía que Jooheon hizo un círculo con ambos dedos.

—Circle...—luego otro círculo para el lado contrario.— Square... In your...—y en el momento menos esperado, cuando el guardia estaba hipnotizado por los movimientos nada normales del chico, sintió el puño del menor siendo estampado en su cara.— ¡Face, bitch!

Salió corriendo en ése tiempo donde el más alto se cubría el rostro con sus manos debido al fuerte golpe, adentrándose al hospital y corriendo por su vida. Vete a saber a qué clase de infierno lo llevará el hombre cuando lo alcance. Sin embargo, pese a que su vida corría peligro, se reía, mirando cada tanto hacia atrás para ver al guardia que iba metros atrás persiguiéndolo.

— ¡Ven aquí, mocoso!—gritaba el tipo. Pero no, Jooheon no pararía hasta llegar a donde estaba Minhyuk.

(...)

El único ruido creciente en la blanquesina habitación de hospital era el de las manos de Hyungwon moviéndose en un seguido compas. Atrayendo cosas, mojando y pegando. El recién recibido médico estaba tratando las recientes heridas que relucían entre la pálida piel de Minhyuk, quien se hayaba sentado en su camilla recibiendo los tratados del médico.

Shine Forever [Kimin-Kihyuk] [Monsta X]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora