Shine Forever [Kimin-Kihyuk] [Monsta X]

Capítulo 16

—Jooheon, hace mucho que no te veo por aquí.—dijo la enfermera recibiendo a ambos chicos con una amplia sonrisa en su rostro, sin percatarse de que Minhyuk estaba allí presente. El mismo Minhyuk al cuál Jooheon golpeó y prohibió que entrara al hospital.—¿Qué fue de tu vida?

—Estuve algo ocupado con el trabajo.—mintió el peliblanco. Más que claro estaba el hecho de que él pasó gran parte de su tiempo encerrado en su casa, intentando despejar su mente. Pensar con más claridad sobre Kihyun, sobre Minhyuk y más que nada sobre Changkyun. Sintió una leve presión en su pecho al recordarlo.

La mujer finalmente mira al peliceleste que está junto a Jooheon. El mayor de los Lee comenzó a sentirse incómodo ante la fija mirada de la enfermera, quién entrecerró sus ojos y levantó su dedo índice, señalándolo. 

Ella se sentía sorprendida al verlo, sabía a la perfección quién era debido a las veces que lo ha visto. Su rostro quedó grabado luego de la pelea, notando así lo guapo que se ve y los finos rasgos de Minhyuk ahora que su piel no tiene ninguna marca. Era extraño verlos juntos como si nada hubiera ocurrido, ver a aquel chico nuevamente pisando este hospital. No sabía qué pensar en ese momento, más que nada ahora que la tensión se hizo presente.

—¿Él es...?—preguntó dejando la frase en el aire. Jooheon miró al mayor y prefirió no responder a su pregunta, sino más bien pasarla de largo e ir directamente al grano.

—¿Ya encontraron un nuevo médico que atienda a Kihyun mientras Hyungwon no está?—dijo.

—El doctor Seo Eunkwang está ahora en su habitación.—respondió la mujer.—Está viendo un poco su estado actual, llegan en el momento justo. Iba a pedirme que te llamara para que vinieras.

La ansiedad invadió a ambos jóvenes al oír eso. Temían de que esté peor, pero a la vez estaban emocionados de que buenas noticias se oyeran salir de los labios del médico desconocido. Todo estaba colgando de una cuerda floja que era sostenida por Kihyun. Si se iba, todo caería al vacío. Si superaba la situación, nada se echaría a perder.

—Le avisaré que están aquí.—comentó la enfermera.—Enseguida regreso.

La mujer da la media vuelta y comenzó a caminar alejándose de estos dos chicos, con paso rápido y apresurado para hacer que ellos esperen el menor tiempo posible. Minhyuk volteó a ver al menor y aprovechó para soltar un suspiro que hizo que sus ojos se llenaran de lágrimas. No tenía en claro cómo debía sentirse, estaba feliz porque va a volver a ver a Kihyun, venir cuando tenga ganas a hablarle, tocarlo o verlo las veces que quiera. Sin nada que se lo imponga. Pero a la vez estaba preocupado y asustado.

Jooheon lo notó al momento que vio sus ojos brillar por el líquido trasparente que los envolvía. Entendía perfectamente cómo se sentía Minhyuk, por esa razón apoyó una mano en su hombro para atraerlo hacia él y abrazarlo.

—Hyung, todos tenemos miedo de lo que pueda llegar a ocurrir.—susurró.—No podemos hacer nada más que mantenernos optimistas, todo va a salir bien.

—Gracias.—dejó escapar un suave sollozo el mayor.—Por dejarme visitarlo después de tanto tiempo.

Oyeron pasos acerándose a ellos y se separaron para encontrarse con la enfermera que los miraba con una sonrisa. Había tardado mucho menos de lo que esperaban y al verla con esa expresión, sentían cómo la esperanza regresaba a ellos.

—Los está esperando.—les dijo.—Pueden pasar y hablar con él. Si necesitan algo, saben dónde pueden encontrarme.

Entonces ella se despidió con una reverencia y se marchó dejando a Minhyuk y Jooheon solos, quienes por poco no salen corriendo a derribar la puerta de la habitación para ver a Kihyun, ese chico al que tanto aman con su alma.