Shine Forever [Kimin-Kihyuk] [Monsta X]

Capítulo 19

Extrañaba sus regaños, sus consejos. Sus golpes y caricias. Extrañaba sus enojos y las enormes sonrisas que le regalaba. Extrañaba cuando lo llamaba por celular en la madrugada diciendo que otra vez no podía dormir para que le contara las historias que escuchaba de niño. Extrañaba llorar con él, descargarse entre sus brazos cuando algo no salía como lo esperaba. Extrañaba discutir con Kihyun, así como también extrañaba reconciliarse o salir juntos a despejarse un poco luego de varios días sin descanso por el trabajo o los estudios.

Minhyuk extrañaba todo de él, pero más que nada ese brillo contagioso que poseía. Esa alegría que parecía la de un niño, la cálida compañía de Kihyun. Podría escribir grandes párrafos describiendo esa aura que lo rodeaba, que lo sigue rodeando y que lo rodeará el resto de la eternidad.

Sí, muchas veces peleaban por estupideces y otras por motivos serios. Minhyuk admitía, muy dentro de su subconsciente, que él era el culpable de todo eso, por ser un inmaduro. Todo terminaba en una discreta disculpa, que ninguno se animaba a pedir, pero que mediante el silencio era más que suficiente para que ambos pudieran entenderse. Ninguno de los dos hablaba, Kihyun prefería mantener su orgullo y Minhyuk, como todo un niño, quería seguirle la corriente. Si no se disculpaba, entonces él tampoco lo haría.

El brillo de Kihyun. Cuánto lo añoraba. Era como si sólo Minhyuk pudiera verlo y apreciarlo. La forma en que incrementaba en sus ojos cuando había algo en frente que le fascinaba. Lo feliz que se veía cuando hacía lo que más le gustaba, su concentración en sus tareas... todo.

Y le dolía el hecho de que ese brillo que logró enamorarlo poco a poco se esté apagando, marchitando esa flor que consideraba la más hermosa del mundo.

Cerró la puerta de su casa, suspirando profundamente mientras miraba a su alrededor. Seguía sin comprender esas veces en las que sintió cómo alguien lo observaba o lo tocaba, las veces que notó a Kihyun sentado en su sofá, acostado a su lado o parado en el borde de su cama con una venda en los ojos, para que al final no haya nadie más ahí. Su mente estaba jugado muy sucio con él, jodiéndolo de tal manera que estaba comenzando a dudar acerca de su salud mental.

Una parte de él se sentía un poco mejor porque al fin pudo verlo. Más delgado y frágil que de costumbre, sentía miedo de que su cuerpo se volviera polvo sólo por la brisa del aire que entraba por la ventana de la habitación. Tocarlo y decirle lo que sentía, hacer lo que tanto anheló por mucho tiempo, ayudó a que su alma se sintiera más liviana y relajada.

Pero la intranquilidad ahí sigue, negándose a irse a menos que un milagro caiga y haga que todo vuelva a ser como antes. Y ahora tiene miedo de que Jooheon engañe a Kihyun sabiendo que a él actualmente le gusta Changkyun. ¿Qué va a pensar cuando despierte? Sólo espera que le diga la verdad, terminar la relación de la mejor manera posible... si es que lo hace.

Minhyuk caminó hasta el sofá, sentándose en él para pensar un poco. Otra vez, como muchas veces ha sentido, una mano se apoyó en su hombro. Y nuevamente, volvió a llorar.

(...)

Tres meses y medio han pasado desde el accidente. Hyungwon aún sigue sin aparecer luego desde hace dos semanas. ¿No era que volvería pronto al trabajo? Hyunwoo estaba de los nervios, quería atraparlo lo antes posible. Delatarlo ante sus amigos.

Jooheon, Changkyun, Hoseok y Minhyuk estaban allí, en su casa. Habían organizado juntarse luego de varios años. Sus visitantes habían salido varias veces desde que su relación con Kihyun terminó, y pese a que aún se seguían hablando y llevándose bien, él nunca pudo pasar tiempo con ellos debido a su falta de tiempo.

Por suerte, ahora puede gozar aunque sea un poco de este.

Los cinco estaban sentados ya en la mesa, comiendo pollo con kimchi y varias latas de cerveza sobre la mesa. Todos reían y charlaban, ignorando ese sexto espacio vacío en medio de Minhyuk y de Hoseok que cualquiera podía sentirlo, pero pasaban de largo a esa triste sensación.