Shine Forever [Kimin-Kihyuk] [Monsta X]

Capítulo 13

Minhyuk dejó los libros de ciencia ficción que recién habían llegado en las estanterías que les correspondían. Había vuelto a trabajar por fin hace unos cinco días a la librería donde lleva siendo empleado desde que comenzó a estudiar para ser profesor de arte y poder pagar sus gastos, una vez que ya pasaron esos duros días en el que el tema de Kihyun estaba bastante delicado para él. Evitaba no pensar en ello, desde luego, pero había veces en las que se le dificultaba un poco, el rostro de Kihyun aparecía en las fotos de su móvil como en las que tenía en un pequeño marco sobre el mueble de recuerdo de cuando eran niños, donde aún tenía aquel resplandeciente brillo que lo enamoró hace pocos años atrás.

Moría por saber cómo estará ahora mismo, Changkyun no le ha dado noticias acerca de su estado, si está mejor o peor, si ya despertó y se fue a Narnia junto con Jooheon porque el idiota así lo quiso, simplemente para alejarlo de él. 

Lo que él sí sabía es que algo seguramente debió haber pasado entre ambos menores. ¿Por qué? Changkyun pasaba más tiempo con Minhyuk que con su mejor amigo y a veces se lo notaba un poco decaído. Ha pensado en preguntarle, y estuvo a punto de hacerlo, pero el chico es bastante reservado a veces y a penas tienen confianza, por lo que quizás ni le contaría lo que está ocurriendo.

Y él no tiene idea de que esa razón es nada más ni nada menos que Yoo Kihyun.

—Chang, aprecio tu compañía...—le había dicho Jooheon aquella vez en el hospital, cuando le habían dado las malas noticias acerca del estado de su novio.—Pero por un tiempo, prefiero estar solo a no ser de que te llame.

Im sabía más que nada que él necesitaba su espacio para pensar y asumir las cosas, lo conocía y prometió por su novio que saldría adelante simplemente para verlo despertar. Solo por eso. Changkyun sabe que él cumplirá con su promesa, hasta ahora no ha roto ni una. Siempre promete cosas sencillas, y esta es la más importante, pero no va a ser la excepción.

Pese a que entendía que el motivo de haberse alejado tan repentinamente se debía a que el estado de su pareja iba de mal en peor, no eran más que malas noticias las que se oían y que él quería un tiempo para pensar sobre las cosas, asumir de que en cualquier momento Kihyun puede dejar este mundo y marcharse de sus brazos, prefería prepararse para aquel día en que aquello pase. Y con Changkyun al lado, eso sería imposible.

Changkyun no hacía más que confundirlo. Toda la ayuda que le estaba brindando, la compañía y el apoyo. Siempre detrás de él, asegurándose de que no haga ninguna tontería. Lo estaba confundiendo.

Y desde luego, Im no tenía idea acerca de esto. Pero presentía que la razón por la que quería tomarse unos días lejos de él, tenía que ver con otra cosa.

Y esa horrible culpa que lo carcome, viniendo de tres lados diferentes, hizo que él tomara la iniciativa de hablarle a Minhyuk con respecto a Kihyun. Nada estaba marchando bien, y parecía que todo iba a quedarse congelado, con solamente una amistad que saldría adelante. Lamentaba el hecho de que Lee no pueda ni siquiera ver cómo su amigo de toda la vida va apagando su brillo. Sabe que le dolería muchísimo, es muy consciente del amor que le tiene a esa pequeña y malhumorada persona. Pero por lo menos, se estaría preparando para que aquello finalmente ocurra.

Changkyun entró al negocio de Minhyuk, pidiéndole a otro empleado que lo llame ya que quiere tener un momento a solas con él. Fue en cuestión de un minuto donde el peliceleste se hallaba de pie frente al menor, que mostraba una expresión triste, notándose por completo las inmensas ganas de llorar que tiene debido a sus ojos brillosos. 

El mayor supo entonces que algo estaba ocurriendo, algo muy poco agradable y que quizás hiciera que él mismo quiera marcharse lo más rápido hacia el más allá en busca del alma de Kihyun para traerlo de vuelta. Sea lo que sea, estaba seguro de que prefería no escucharlo, que se traguen sus palabras y se marche de aquí cuanto antes. Por fin había vuelto a su vida cotidiana, no dejaría que una mala noticia arruine su gran paso de vuelta a la rutina de siempre.