Shine Forever [Kimin-Kihyuk] [Monsta X]

Capítulo 23

En quince minutos después de la desesperada llamada de Changkyun, Minhyuk corría por el pasillo del piso donde Kihyun estaba hospitalizado. Salió corriendo de su trabajo, explicando rápidamente lo que había ocurrido. Su jefe, quién estaba siempre presente en la librería, lo entendió y lo llevó hasta el hospital para que llegara lo antes posible, en lugar de dejarlo tomar un taxi. Comprendía que Minhyuk estaba desesperado y necesitaba urgente saber qué demonios estaba pasando con Kihyun.

Llegó al piso donde se encontraba la habitación de su mejor amigo, con la respiración agitada debido a que venía corriendo desde que puso un pie dentro del recinto. A unos cuantos metros vio a Jooheon abrazando a Changkyun con fuerza, escondiendo su rostro en su cuello y se escuchaban sollozos. Hyunwoo y Hoseok también estaban allí, el menor de estos miraba al vacío con las lágrimas corriendo por sus mejillas mientras el policía sostenía su mano con fuerza y pasaba un brazo alrededor de los hombros de Hoseok y le murmuraba algo.

El primer presentimiento que obtuvo Minhyuk ante esto fue totalmente malo.

Se fue acercando lentamente y los chicos voltearon a verlo. Ahora que estaba más cerca de ellos, pudo notar la felicidad en los ojos rojos e hinchados de Jooheon. ¿Qué diablos pasaba en ese lugar?

—Despertó.—fue lo primero que dijo el de cabellos blancos con una enorme sonrisa.—¡Kihyun al fin despertó!

¿La reacción de Minhyuk? Salir corriendo en dirección a la habitación donde se encontraba su mejor amigo. ¿Cuánto tiempo habrá esperado por escuchar esto? ¿Tres? ¿Tal vez cuatro meses? No lo sabe, ya perdió la noción de cuánto había pasado desde el accidente. Mucho más ahora, que por fin estaba ocurriendo. Actuó de manera tan impulsiva que ni siquiera se detuvo a pensar un momento sobre lo que estaba ocurriendo. Y tampoco le importó hacerlo, si se trataba de un sueño, despertaría con las mismas ganas de tirarse de un octavo piso como siempre. Y si era real, comenzaría a creer en Dios e iría a la iglesia todos los domingos con tal de agradecerle a cualquier ser divino por devolverle a Kihyun vivo.

Sin embargo, cuando llegó hacia donde Hyunwoo y Hoseok estaban, ambos chicos se pararon rápidamente y lo detuvieron sosteniendo a Minhyuk de brazos.

—¡Tengo que verlo!—gritó desesperado.—¡Suéltenme, debo ir!

—El doctor nos pidió que esperemos, Minhyuk.—respondió calmado Hyunwoo.—Ahora nos llamará para que vayamos pronto con él.

—No.—negó Minhyuk retrocediendo. Los dos mayores lo soltaron, aún alertas de cualquier movimiento que haga el peliceleste para poder sostenerlo de nuevo en caso de que intente correr otra vez.—No quiero esperar, quiero verlo. Quiero hablarle. ¡Esperé meses por esto, necesito tocarlo ahora!

Como si fuese un niño pequeño, Minhyuk pisó fuerte con su pie derecho el suelo, dejando salir las primeras lágrimas que más que felicidad, eran de frustración. Le parecía injusto, debía estar dentro de ese cuarto sosteniendo su mano mientras ve el brillo de Kihyun más resplandeciente que nunca, hablándole con cariño y suave, mientras pequeñas gotitas de agua resbalan por sus mejillas y sonríe como estúpido viendo las oscuras y brillosas orbes de su mejor amigo.

Lee sintió una mano en su hombro que lo volteó con brusquedad. Changkyun lo tomó con fuerza, sacudiéndolo con tal de que reaccionara.

—Escucha.—insistió el menor con voz autoritaria.—Todos aquí queremos entrar corriendo, pero debemos esperar. El doctor Seo está viendo si todo está correcto en Kihyun, ¿comprendes? Deja de hacer berrinches, aplasta tu inexistente culo en la puta silla y espera a que te llamen, ¿de acuerdo?

Y cuando los chicos vieron que Minhyuk obedeció en silencio, sin ningún tipo de objeción, tomaron nota mentalmente de que la próxima vez que se ponga nervioso, hablarle de una manera tan dura y insultarlo con tal de hacer que reaccione. Al parecer, tratarle con cariño en momentos así no servía de nada, era inútil.