I

487 61 13
                                    

Respiraba con pesadez, mi cabeza no podía estar fría

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Respiraba con pesadez, mi cabeza no podía estar fría. Quería matarlo en ese momento con mis propias manos. Mi madre estaba en el suelo, mientras la sangre se expandía. Estaba aterrada pero eso no me detendría.

-¡Mataste a mi madre!

-¡Tú cállate!- dijo aquel hombre

Trataba de ver su cara, pero estaba demasiado oscuro aquel lugar que no lograba describirlo.

Las hojas de los árboles se movían lentamente, dejando una brisa en el rostro.

Respiré profundo y saqué una pistola, jalé del gatillo y cerré los ojos de inmediato.

-¡Anne! ¡Anne! ¡Despierta!- dijo moviéndome mi padre

Grité al abrir los ojos. Mi respiración estaba entrecortada y gotas de sudor caían en mi frente.

-¡Mi madre! ¡Mi madre!- dije llorando

-Ya, ya. Tranquila, sólo fue una pesadilla, tu madre está bien, esta en paz y tranquilidad ahí arriba.

Lo abracé con fuerza. Sentía como sus latidos se aceleraban. Cerré los ojos y traté de respirar lentamente para estabilizarme.

-Bien, ahora levántate y vístete. Tienes que ir a la escuela.

Sorbí mi nariz y me encaminé al baño. Me miré al espejo. Las ojeras debajo de mis ojos me hacían ver como mapache, pero eso no me importaba. Con maquillaje todo se quita.

-Tú seguirás viéndote fuerte ante cualquier persona, no importa quien sea. Nadie puede burlarse de ti- dije mirándome

Lavé mi rostro, me puse una blusa verde de manga larga, pantalones, botas y chaqueta negra. Dejé mi cabello suelto.

Al bajar las escaleras mi padre veía con tristeza la taza de mi madre. Le pregunté si quería que me quedara pero el dijo que no.

Tomé mi bicicleta y me encaminé a la escuela.
--- ---
Saqué mi bolso de la canasta de la bicicleta y caminé firme hacia la escuela. Seguía pensando en este estúpido que alteraba los oídos de cualquier persona en la avenida con su música de género rock. Odiaba a las personas que trataban de llamar la atención, y ese chico podría llegar a ser ese tipo de persona.

Cuando menos lo pensé ponía mis libros en el casillero de manera violenta. Respiré profundo.

-Los libros no tienen la culpa de tu mal humor- dijo Jack

Jack Smith, un joven de 18 años. Cabello rubio, ojos almendrados, piel blanca, alto y delgado. Un compañero con el que hablo de vez en cuando. Le gusto y eso se nota, pero no me interesa.

-Quizá pueda hacer lo mismo contigo- dije sonriendo

Rió un poco. Pero su sonrisa se borró al instante al ver mi cuello.

Venganza Mutua Where stories live. Discover now