Los sentimientos son una bomba muy peligrosa... Y más cuando amas tanto a un ser querido, que harías cualquier cosa por ella.
Anne Evans planea una venganza en contra de quién asesino a su madre, pero no cuenta con que él tiene un as bajo la manga...
Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.
Me senté con desesperación, no sabía si llamar a alguien. Pero recordé que estábamos solos como familia y reí sin ganas. Pasaron horas hasta que el doctor nombró a mi padre.
-Soy su hija ¿cómo está?- dije mirándolo fijamente
-Ya está estable, pero está dormido. Puede ir a verlo pero no debe de tensarlo por ningún motivo- dijo sonriendo
-Soy su hija, no le haría eso- dije rodando los ojos
Llamó a una enfermera para que me llevara a la habitación. Abrí la puerta y vi a mi padre pálido, con los ojos cerrados y el aparato de oxígeno. Me acerqué a él, toqué su mano y la acaricié suavemente. Estaba fría como la nieve. Tragué saliva.
-¿Qué hiciste papá?- susurré
Me senté al lado de él, lo miré fijamente sin pensar en nada. El móvil sonó y me sobresalté.
-Maldita sea- dije sacándolo rápidamente para silenciarlo
Mi padre se removió un poco, abrió de par en par los ojos y frunció el ceño. Me levanté.
-Lo siento, no quería despertarte- dije haciendo una mueca
-No importa, ¿por qué no contestaste?
-Quiero estar contigo.
-Puede ser importante, puede que sea conveniente para la venganza- dijo levemente
Rodé los ojos.
-En estos momentos no me interesa en lo absoluto la venganza. Olvídalo por un momento papá- dije seria
No dijo nada. Respiré profundamente.
-¿Por qué tomaste tantas píldoras? ¿Acaso te volviste loco?- dije sentándome al lado de él nuevamente
-Prefiero no hablar de eso- dijo desviando la mirada
Asentí con la cabeza levemente. Volvió a sonar el móvil y miré a mi padre, era Matt. Salí de la habitación y contesté.
-¿Qué quieres?
-¿Por qué no estás en la escuela?
-No tengo porque decirte donde estoy como si fueras mi padre.
-Anne, por favor. Me importas, dime dónde estás.
-Uff, estoy en el maldito hospital.
-¿¡Qué!? ¿Qué pasó?
-Mi padre se desmayó, eso fue todo.
-¿Quieres... Quieres que vaya?
-No, estoy bien.
-Está bien. Te quiero y espero que tu padre se encuentre bien.
