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Mi padre me llevó a una habitación, donde él desde pequeña no me dejaba entrar

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Mi padre me llevó a una habitación, donde él desde pequeña no me dejaba entrar. Sacó unas llaves y con las manos temblorosas abrió. Me miró y respiró profundamente.

-Entra, hija.

Caminé lentamente hacia adentro. Había ropa de mamá y cajas apiladas, cada una con su respectivo nombre: Fotografías, trabajo, papeles oficiales y otros cuántos.

-Toma la caja que dice trabajo, yo iré abajo. Necesito aire- dijo saliendo rápidamente

Bajé la caja de fotografías al suelo y agarré la caja de trabajo. Miré con curiosidad las fotografías, me agaché y tomé una donde aparecía mi madre conmigo, yo estaba entre sus brazos con una gran sonrisa.

Una lágrima rodó sobre mi mejilla con gran rapidez, sonreí con nostalgia. Me sorbí la nariz y me levante. Tomé la caja de trabajo y bajé al primer piso.

Mi padre estaba sentado en el comedor, con la computadora enfrente de él. Sus ojos estaban desorbitados.

-Listo- susurré

Me miró por un segundo, contemplando cada centímetro de mi rostro.

-Empecemos con esto- tomó la caja y la abrió con rapidez, sacó todas las carpetas-Tú busca nombres y anótalos aquí,yo buscaré en este otro montón-

La carpeta que tomó mi padre decía "caso de la señora Elizabeth Evans", tragué saliva y desvíe la mirada.

Leí hoja por hoja, carpeta por carpeta y escribía con rapidez y nerviosismo cada nombre.

Melanie Clayton, John Blake, Albert Pierce eran los más destacados. Trabajaba mucho con ellos.

Mi padre entro a Facebook y escribió "Simón Thompson". Su rostro estaba tenso, giró la pantalla hacía mí. Un hombre delgado, alto, piel blanca y cabello gris aparecía en aquel perfil.

-Él la mató, yo lo sé perfectamente- escupió con rabia

Me quedé estupefacta.

-Tiene una esposa llamada Lucy Thompson y un hijo de 19 años llamado Matt Thompson. Son una familia muy unida. Como dije,era un simple compañero de tu madre, nunca comentaba nada acerca de él, pero llamó mi atención después de su muerte ya que venía a diario preguntando que como estaba- dijo suspirando

-¿Cómo... Cómo fue asesinada mamá?- dije mirándolo fijamente

-Ella estaba sola en casa, tú estabas en la escuela y yo en el trabajo. Ella se sentía mal ese día, así que no fue al trabajo. Me llamaron por teléfono a las 4:00 de la tarde diciendo que asesinaron a mi esposa. Cuando la vi ella estaba envuelta ya. Según la policía al parecer la habían acuchillado- mi garganta se hizo nudo- sólo una persona lo vió al hijo de perra, pero esa persona era una desconocida. Dijo que era una persona mayor de 30 años, alto y blanco. Finalmente encarcelaron a un hombre con esas características y que al parecer las huellas coincidían con el cuchillo-

-¿Entonces por qué dices que fue él?- dije frunciendo el ceño

-Yo no sospechaba nada, hasta que un día visite al supuesto asesino a la cárcel y lo ví, ví al puto de mierda riendo con él. Simón sólo se fue sin decir nada desde aquella vez. Ahora se digna hablar después de tanto tiempo- hizo una pausa- duró todo un maldito año el caso y encerraron al equivocado. Trece años y él vuelve a hablarme por correo- dijo levantándose de golpe

-¡Fueron unos malditos idiotas y encerraron a otro, de alguna forma extraña pero lo hicieron! ¡No creo nada! ¡Estoy harto! ¡Quiero justicia con ese viejo puto!

Me tomó de los hombros.

-¡Por eso necesito tú ayuda! Tú eres muy inteligente y habrá alguna manera de acabar con él sin ayuda de policías- dijo moviéndome

Se tiró al piso llorando.

-Papá, vamos a lograrlo- me agaché

Limpié sus lágrimas con mis dedos.

-O sino me volveré loco hasta morir- susurro mientras tomaba mi mano

-Tranquilo, papá. En serio que haré lo imposible por obtener venganza- dije levantándome

-Tenemos que investigar donde vive- dijo recuperándose

--- § ---

-Hola niña histérica- tocaron mi hombro

Volteé a ver a quién se atrevió a tocarme.

-No- me- toques- dije lentamente

Comenzó a reír. Fruncí el ceño.

-¿Tienes el dinero de los daños?- dije rodando los ojos

Buscó en su cartera a toda prisa.

-¿Cuánto es? Ayer dijiste que eran 4000 mil pero no lo creo- dijo sonriendo

-$560

-Oh, lo siento. Mañana te lo pago.

-Mira pedazo de idiota, no estoy jugando- le quité su cartera

Tomé el dinero y el trato de agarrarlo con su mano pero quedó nuevamente muy cerca de mí. Era extraño, sus ojos siempre eran tan intensos.

Me separé de él.

-Bien, ya tengo mi dinero- dije yéndome

-Era mi pago de la semana. ¡Ey!- dijo siguiéndome

Me escondí detrás de un casillero. Me buscó con la mirada con el ceño fruncido. Me agradaba ver a la gente enojada, actuaba de una manera ilógica. Reí un poco.

Conté el dinero para saber si era correcto. Y era así. Miré de nuevo donde él estaba pero no lo ví. Taparon mi boca y yo le di un codazo.

-No te burles de mí, ¿entiendes? Yo también se defenderme- dijo tomando mi brazo

Me zafé de su agarre.

-Aléjate de mí porque puedo ser peligrosa ¿entiendes?- le mostré el dedo de en medio antes de irme

Sólo escuché su risa. ¿Por qué rayos reía? Sólo quería que tuviera miedo igual que los demás y se alejara de mí, maldita sea.

Sonó el móvil. Mi padre.

-¿Si?- dije contestando

-Acabo de descubrir algo, ellos se mudaron aquí hace un poco. Sólo sé que tienen una costumbre de ir al parque cada fin de semana. Toda esta información la saqué de su hijo, no tiene privacidad en su perfil de Facebook- rió levemente- Querida hija tenemos que saber lo que hacen, sus costumbres y distracciones. Aún no se como será la venganza pero tenemos que recaudar información

-Perfecto, trataré de investigar más acerca de ese tipo. Lo buscaré por las calles al salir de la escuela. Y no necesito una fotografía, puedo verlo en mi celular

-Te quiero hija, adiós- y colgó

Respiré profundamente.

Venganza Mutua Where stories live. Discover now